Argentina | Otra jornada de vigilia en apoyo a Cristina Fernández y contra la persecución judicial

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Sin incidentes, manifestantes realizaron otra jornada de vigilia en la casa de Cristina

Militantes afines al kirchnerismo realizaron este domingo en la esquina de Juncal y Uruguay de la Ciudad de Buenos Aires una nueva jornada de vigilia en la casa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner , quien arribó cerca de las 20 acompañada por su custodia y se acercó a saludar a los militantes que la aguardaban desde temprano en el lugar.

Fernández de Kirchner había salido luego del mediodía de su casa en el barrio de Recoleta, donde durante la tarde se sumaron más manifestantes para expresarle su apoyo y acceder a la oportunidad de recibir un saludo, tomarle la mano o fotografiarse junto a la titular del Senado.

Más tarde, por la noche, la exmandataria regresó a su domicilio y saludó a los presentes, a quienes les volvió a agradecer por el acompañamiento.

Curiosamente, minutos más tarde y pese a la calma que se percibía en el lugar, la Policía de la Ciudad arribó al lugar con un operativo masivo que incluyó más de 17 camiones, entre los que se contabilizaban vehículos hidrantes, además de infantería.

De acuerdo a cronistas que se encontraban en el lugar, más de 40 efectivos se desplegaron por la zona y ocuparon tres cuadras en las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta, impidiendo el tránsito. De parte de los manifestantes, apenas se contabilizaban unas 20 personas que se encontraban sobre las veredas de Juncal y Uruguay.

Menos de una hora después de haber arribado a la zona, los agentes de la Policía porteña abandonaron el lugar. Al rededor de las 22.30, en la zona quedaban algunos manifestantes que continúan la vigilia junto a los agentes de tránsito que se apostaron en las esquinas lindantes al domicilio.

Ayer por la tarde la Policía porteña reprimió a los manifestantes que se encontraban en las inmediaciones del domicilio de la expresidenta, entre ellos su hijo y diputado nacional del Frente de Todos (FdT) Máximo Kirchner, que fue agredido por efectivos policiales.

Más tarde, esa misma noche, la vicepresidenta dio un breve discurso a la militancia en la esquina de Recoleta, donde señaló que «el único lugar donde se produjo violencia fue en la Ciudad de Buenos Aires», y le pidió a sus seguidores que «vayan a descansar porque ha sido un largo día».

«Acto de locura institucional»

El titular de a Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, consideró este domingo que la decisión de poner vallas alrededor del domicilio de Cristina Kirchner «fue un acto de locura institucional» del Gobierno porteño, y se preguntó «por qué no se le ocurrió» tomar la misma medida cuando se juntó gente en la puerta del edificio en Recoleta para agredir a la vicepresidenta.

«Fue una locura haber puesto las vallas. Es un error garrafal además de ser claramente injusto, porque cuando iban a agredirla a Cristina a la puerta de su casa a nadie se le ocurrió ponerle una valla. Y a nadie se le ocurrió preguntarse si eso le molestaba o le generaba un inconveniente a la vecina Cristina Fernández de Kirchner», comparó.

En declaraciones a «Lado P», el programa que conducen Elizabeth Peger y Eduardo Paladini por Radio Rivadavia, el santafesino manifestó su sorpresa por el operativo policial ordenado por las autoridades de seguridad del Gobierno porteño, y sostuvo que «ese sitiado del domicilio con las vallas fue un error gravísimo de alguien que dice que busca la paz social», en alusión al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

Brutalidad macrista

El ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, también se expresó en repudió a «la brutalidad macrista» y advirtió que «a través de una Mesa Judicial o con garrotazos en la calle, su objetivo es el mismo: condicionar la democracia».

«La actuación de la policía de (el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez) Larreta en el día de ayer» en cercanías de la casa de Cristina Fernández de Kirchner «y puntualmente la violencia ejercida contra el diputado (Máximo) Kirchner, evidencia otra vez la brutalidad macrista», dijo Soria en Twitter.

«A través de una Mesa Judicial o con garrotazos en la calle, su objetivo es el mismo: condicionar la democracia», alertó el funcionario.

Ámbito


La semana de CFK: Vigilias preventivas y una agenda aún abierta en el Senado

Por Sofía Solari Arena

El pedido de cárcel y proscripción política hacia Cristina Fernández de Kirchner que hizo el fiscal general Diego Luciani y el vallado que dispuso el jefe de gobierno porteño alrededor de la casa de la Vicepresidenta se volvieron un búmeran en su contra. El sábado iba a ser un día de marchas en distintas plazas de todo el país y en particular de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, pero las imágenes del operativo policial que sitió la casa de la vice provocaron un cambio de planes.

En la Ciudad de Buenos Aires ya desde algunos días atrás había dos convocatorias en pie: una en Parque Chacabuco, a cargo del juez Juan Ramos Padilla y el médico y dirigente peronista Jorge Rachid, y otra en Parque Lezama, convocada por La Cámpora, El Frente de Todos porteño y Radar. En esta última iba a estar presente el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, pero ya para el mediodía los organizadores avisaron que la movilización se trasladaba a Juncal y Uruguay. Lo mismo pasó con las movilizaciones que iban a tener lugar en la provincia. Había una convocada en Ensenada, con el apoyo del intendente Mario Secco, otra en el municipio de Quilmes, que conduce Mayra Mendoza, y otra en Morón, convocada por Nuevo Encuentro con Martín Sabatella a la cabeza. Todas redirigieron fuerzas para el barrio de Recoleta.

«Estamos en estado de alerta y movilización», dijo a El Destape un dirigente de la coalición del Frente de Todos y contó que hay un diálogo constante entre todas las organizaciones cercanas a la Vicepresidenta que se encontraron en Recoleta. Porque luego de las escenas de violencia que protagonizó la Policía de la Ciudad el sábado y a las que sumó este domingo una amenaza del jefe de seguridad porteña de desplegar carros de infantería, las organizaciones políticas del oficialismo rediscutieron su esquema y preparan vigilias que se extenderán durante la noche para que siempre haya una guardia en la casa de Cristina.

«Siempre con tranquilidad y bancando», agregó el dirigente. Hasta el sábado las vigilias en los alrededores del edificio de la Vicepresidenta solían ser por la mañana cuando ella salía para el Senado y volvía a acercarse gente caída la tarde cuando la vice encaraba la vuelta. Ese fue el escenario que permitió al jefe porteño desplegar un operativo policial y que nadie se anoticiara.

Pasada la madrugada del viernes más de 20 policías se ubicaron en la esquina de enfrente al edificio de la Vicepresidenta y comenzaron a filmar a los no más de siete personas que habían pasado esa noche por la esquina de Uruguay y Juncal y los obligaron a abandonar el lugar con la excusa de que iban a limpiar la zona con un camión hidrante. El sábado la zona amaneció vallada.

Pero más allá de la movilización que puedan garantizar las organizaciones políticas, lo llamativo fue la manera espontánea en que militantes y ciudadanos se acercaron a Recoleta en defensa de la Vicepresidenta. «Desde las organizaciones podemos dar un paso y organizar, pero el vínculo con Cristina es tan fuerte que traspasa cualquier convocatoria», apuntó otro dirigente kirchnerista en diálogo con este portal.

La vista en el Senado

A la espera de los alegatos de la defensa en la causa Vialidad que empezarán el próximo lunes 5 de septiembre, el oficialismo en la Cámara Alta buscará retomar la actividad que dejó en pausa la semana pasada no solo por la deriva que tomó la persecución contra la titular del pleno, sino también porque varios senadores estuvieron con problemas de salud.

El senador por la provincia de San Luis, Adolfo Rodríguez Saa, estuvo internado por un cuadro de neumonía mientras que el formoseño, José Mayans, dio positivo de coronavirus y será dado de alta en los próximos días. El senador por el Frente de Todos, Guillermo Snopek, también estuvo ausente por el fallecimiento de su hermana.

Por estos traspiés se suspendió y reacomodó para esta semana la asistencia de la Defensora de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, Marisa Graham, ante la Bicameral que debe legislar sobre esos temas, prevista para el martes pasado. Será el 30 de agosto a las 14:30. Una situación similar ocurrió con la presencia del secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, quien había sido citado ante la Comisión respectiva el miércoles por la tarde, y pasó para este miércoles a las 15hs.

Si esta semana se reponen las bajas de los días anteriores «es muy probable que haya sesión», afirmaron a El Destape fuentes de la Cámara Alta y señalaron que es muy importante que estén todos los senadores del Frente de Todos ante la decisión de Juntos por el Cambio de no acompañar las iniciativas del oficialismo.

En caso de contar con la presencia de todos y todas, el temario de la sesión podría incluir el pliego de Daniel Scioli nuevamente como embajador en Brasil, y los proyectos que pidió el ministro de Economía, Sergio Massa, de promoción e incentivo al desarrollo de la bio y nanotecnología y el que otorga beneficios a la industria automotriz.

Además desde el oficialismo dijeron a este medio que «nunca se abandonaron las conversaciones» para buscar consenso en el proyecto de reforma de la Corte Suprema, en referencia a los diálogos con Rodríguez Saá y Alberto Weretilneck.

El Destape Web


Cristina después de la represión: «Los violentos no somos nosotros»

Por: Gimena Fuertes

Había caído la noche. Después de la represión de la policía de la ciudad, la militancia seguía llegando a los alrededores de la casa de la vicepresidenta Cristina Fernández. Allí también se reunía toda la dirigencia de primera línea del Frente de Todos. La tensión seguía. Al pronunciamiento del presidente Alberto Fernández contra «la violencia institucional» le había sucedido una reunión de los ministros de Seguridad de Nación y de Ciudad que no llegó a un acuerdo. «Va a halar CFK», fue el mensaje que llegó a todos los teléfonos celulares.

A las diez de la noche, la vicepresidenta se encargaba de cerrar un día de una intensidad inusitada que había comenzado con el vallado completo de las calles que rodeaban el edificio donde reside para evitar nuevas muestras de apoyo de la militancia: “Tenemos que pedirle la oposición, sobre todo ahora que se avecina una nueva campaña presidencial, que dejen de competir entre sí a ver quién odia más y pega más a los peronistas”, le dijo a la multitud reunida en Recoleta, y le pidió que «vaya a descansar».

«Se lo recomiendo como compatriota y como ciudadana, esas competencias a ver quién castiga más las manifestaciones populares… ha habido demasiada sangre, con tiros, bala, gas lacrimógeno”, dijo Cristina desde un escenario improvisado a último momento.

Según pudo saber Tiempo, la hipótesis de provocación por parte de la policía de la ciudad estuvo presente desde un primer momento en el entorno de CFK. El hostigamiento a la militancia había empezado temprano cuando dos cuadras de la calle Juncal amanecieron cercadas, luego de cinco días de vigilia masiva. La fuerte tormenta de Santa Rosa había dispersado a la militancia que se preparaba para un día de convocatorias en plazas y parques. Algunos manifestantes, que a la mañana comenzaban a volver al punto de vigilia, notaron que ya todo había cambiado. Las vallas que ordenó poner Horacio Rodríguez Larreta funcionaron como un catalizador para la marea que se produciría horas después. «Se cumplió el plan A, que era que decidiera la gente, que se convoque por abajo y que los dirigentes se subieran, pero la fecha la puso la gente», sintetizó una fuente del Senado. Es que hasta este sábado las dudas se centraban en qué día se iba a hacer la movilización de apoyo a la vicepresidenta. «La fecha la puso Larreta», ironizó un dirigente presente en Juncal y Paraná.

La situación se tensó cuando todavía eran pocos en el barrio de Cristina, la policía comenzó a hostigar a las personas, a pedir DNI y filmar rostros. En respuesta a esta provocación, los diputados del Frente de Todos, Leopoldo Moreau, Rodolfo Tahilade y Eduardo Valdés denunciaron ante la Justicia Federal al jefe de gobierno porteño por «espionaje ilegal». Al mediodía, la vicepresidenta tuiteó: «La lógica del Sr. Larreta es la misma lógica del partido judicial. Para los macristas: cuidado y protección. Para los peronistas: vallas, infantería de la policía de la ciudad y hasta palos, gas lacrimógeno y gas pimienta como la noche del lunes. Lo dicho ese día por la noche: nunca fueron ni serán democráticos».

En la esquina de Montevideo y Juncal, entre la gente, caminaba el ministro Gabriel Katopodis. “Rodríguez Larreta está dirimiendo su interna dentro de Cambiemos, cumple lo que le marca Macri y pone en riesgo la vida de los argentinos que estuvimos ahí y vamos a seguir estando”, dijo. En esa esquina también estaban el ministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta, la titular del PAMI Luana Volnovich, que cantaba junto con la gente.

Caía la tarde cuando llegó el gobernador Axel Kicillof. Fue entonces cuando las vallas se vencieron y se desató la represión. Sus compañeros quedaron detenidos. Según pudo saber Tiempo, el forcejeo tiró las vallas que estaban sobre Uruguay y luego también las de Talcahuano. Fue cuando la policía comenzó a gasear a la gente. Hubo corridas, heridos y detenidos. La policía detuvo a Matías Molle (diputado provincial) Fabián «Conu» Rodríguez y Facundo Tinganelli, diputado mandato cumplido. Los tres dirigentes de La Cámpora no fueron trasladados a ninguna comisaría. Los mantuvieron detenidos en el lugar y luego los liberaron.

A las ocho de la noche el presidente Alberto Fernández se pronunció sobre la represión en las redes: El presidente expresó su “más enérgico repudio a la violencia institucional desatada por el Gobierno de la Ciudad frente a una masiva manifestación de ciudadanas y ciudadanos expresándose en libertad y en democracia”.

Una hora más tarde se reunieron en el ministerio de Justicia el viceministro del área Juan Martín Mena, el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, y su par de Interior Eduardo “Wado” De Pedro con los funcionarios porteños: el secretario de Seguridad Marcelo D’Alessandro y el ministro de gobierno Jorge Macri. No hubo acuerdo. Al terminar, “Wado” posteó: “Que una fuerza policial local restrinja la libertad de una vicepresidenta sitiando su domicilio es grave y no tiene antecedentes en la historia de nuestro país. Insto al jefe de gobierno Larreta el cese de inmediato esta provocación autoritaria y antidemocrática”.

Horacio Rodríguez Larreta salió a responder en una breve conferencia. Atribuyó la violencia a los manifestantes y le habló a su electorado: “Cuando hubo riesgo de violencia intervinimos para evitar el enfrentamiento de dos grupos opuestos”, justificó en la sede de Gobierno rodeado de funcionarios.

La última palabra la tuvo la vicepresidenta, quien, luego de que la Policía de la Ciudad se retirara de la zona y la militancia recuperara el lugar, en un improvisado escenario que se armó en la calle salió a agradecer las muestras de apoyo: “Desde el día martes cuando el partido judicial pidió 12 años de condena por cada uno de los mejores años que tuvo el pueblo argentino, se produjeron manifestaciones a lo largo y lo ancho del país y también aquí, sin embargo, en el único lugar en el que el martes y hoy hubo escenas de violencia fue aquí en la ciudad de Buenos Aires y en la puerta de mi casa, provocadas por lo que yo llamo el odio hacia la alegría y el amor peronistas, que siempre hemos sido objeto de la violencia”.

“Quien habla ha sufrido el permanente hostigamiento de gente que viene a insultar agraviar y amenazarme de muerte, nunca vi a la policía de la ciudad de Buenos Aires intervenir para evitar ese hostigamiento. Soy ciudadana también y pago mis impuestos igual que todos los que están acá, tengo el mismo derecho, ninguno más”, destacó.

“Y después dicen que los violentos somos nosotros, los hemos visto durante la pandemia quemar barbijos, violar la cuarentena sin importar nada de nada, nunca hubo un solo policía ni de la Federal ni de la Ciudad que pueda molestarlos, incluso cuando estaban violentando la ley, porque creemos que el derecho a la libertad de expresión es fundamental”, sostuvo.

La vice hizo su aporte a la pacificación de los ánimos: «Ha sido un largo día, no me va a alcanzar la vida para agradecerles el amor. Les pido que vayan a descansar», concluyó. La calle se despejaba, esta vez.

Tiempo Argentino

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