Perú | A un año de asumir, Castillo denuncia que “la oligarquía y los poderes fácticos” buscan su destitución
Pedro Castillo asegura que «oligarquía y poderes fácticos» buscan su destitución
El presidente izquierdista de Perú, Pedro Castillo, acusó el jueves en un mensaje en el Congreso a la «oligarquía y poderes fácticos» de buscar su destitución, y pidió a la oposición buscar consensos más allá de las diferencias ideológicas.
Castillo transita por una tormenta política en medio de varias investigaciones por denuncias de supuesta corrupción en su entorno, que han hundido su popularidad luego de llegar al poder prometiendo redistribuir las riquezas del país minero.
«No hemos tenido ni un minuto de tregua», dijo Castillo al referirse a la oposición política y las acusaciones en su contra durante un discurso dando cuenta su primer año de gestión y cuando el país festeja sus 201 años de la Independencia.
Al final de su discurso de casi dos horas, legisladores de bancadas de oposición gritaron «renuncia» y «fuera corrupto». En tanto, parlamentarios del oficialismo decían a viva voz «fujimorismo nunca más» y aplaudieron al mandatario.
Castillo, de 52 años, ganó por estrecho margen las elecciones a Keiko Fujimori, hija del encarcelado exmandatario Alberto Fujimori.
«En el primer año he recibido una bofetada en una mejilla de que aquellos que no aceptaron perder legítimamente en las elecciones», manifestó. «Pero en este segundo año no voy a poner la otra mejilla, sino extenderles la mano para trabajar juntos en beneficio del pueblo».
Durante su mensaje, cientos de personas marcharon en Lima a favor y en contra del presidente, algunos pidiendo el cierre del Congreso y otros la renuncia del mandatario. Cuando Castillo exponía en el parlamento, varios legisladores opositores de partidos de derecha se retiraron del hemiciclo.
«Son 200 años que esta gente ha gobernado y vendido nuestra riqueza, ha regalado nuestros recursos naturales a cambio de nada; esta política neoliberal ha fracasado», dijo Wilson Socapuca, un manifestante que pedía el cierre del Congreso.
En otro lado de la ciudad, Mónica Sánchez del colectivo «Libertad y Dignidad» afirmó: «No podemos permitir nosotros que un delincuente siga gobernando, mira todo el desgobierno».
El mandatario tiene hasta cinco investigaciones en la fiscalía por presuntos delitos de presunto tráfico de influencias, obstrucción a la justicia y hasta de plagio de su tesis de maestría de profesor. Castillo niega las acusaciones y ha presentado recursos legales en busca de frenar las pesquisas.
«RECLAMAN VACANCIA»
Esta semana, un exasesor que estaba prófugo en medio de pesquisas por presunto tráfico de influencias en el entorno del mandatario, se entregó a la fiscalía para colaborar con la justicia y reducir posibles condenas.
En el primer año de Castillo en el cargo, la economía de Perú se ha recuperado de los efectos de la pandemia del coronavirus. La expectativa es crecer este año un 3,6% desde el histórico rebote de un 13,3% de 2021.
A la incertidumbre política se suman los conflictos que enfrenta el sector minero, que han frenado operaciones y calado la confianza de los inversionistas, pese a que Castillo ha moderado su discurso de una mayor intervención estatal en la economía.
«Desestabilizan y reclaman la vacancia no por falta de resultados o por inexistentes imputaciones que nunca probarán, sino por defender sus intereses privados», dijo Castillo.
Al igual que la fiscalía, el Congreso también investiga a Castillo y varios legisladores de oposición han anunciado tras la denuncia del exministro de Interior que planean alistar una moción para iniciar un nuevo juicio político contra el presidente, que ya sobrevivió a dos intentos de destitución.
Pero para destituir a Castillo, un exsindicalista y exprofesor rural, se requieren más de 87 votos de los 130 en el Congreso, algo improbable en estos momentos, según analistas.
«Este es el momento de conversar y entendernos, por encima de nuestras diferencias, posturas políticas, ideologías, religiosas, perjuicios, simpatías o antagonismo», dijo Castillo.
Perú ha vivido en medio de constantes sobresaltos políticos y ha tenido desde 2016 cinco presidentes, incluido Castillo, luego de destituciones o renuncias de jefes de Estado.
Discurso completo de Pedro Castillo
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Pedro Castillo y su récord de inestabilidad: 59 ministros en tan solo el primer año de gobierno
Este 28 de julio, Pedro Castillo cumplió un año como presidente de la República y, con ello, se habrá batido un nuevo récord de inestabilidad ministerial: en solo un año, el jefe de Estado nombró a 59 ministros de Estado, siendo el último Willy Huerta, tras la polémica salida de Mariano González del ministerio del Interior. Al menos desde hace dos décadas, ningún otro gobierno había acumulado tantos nombramientos en los primeros 12 meses de gestión.
Después de Castillo, la gestión que más ministros nombró en su primer año fue la de Ollanta Humala, quien designó a 39 de estos funcionarios. Por su parte, Alejandro Toledo y Pedro Pablo Kuczynski tuvieron 27 nombramientos cada uno en los primeros 12 meses. El jefe de Estado que menos ministros colocó fue Alan García (20).
El sector que más cambios de titular tuvo en el primer año de gestión castillista fue Interior. En total, se nombró a 7 ministros en esta cartera. Este es el número máximo de ministros designados en un solo sector por parte de los anteriores gobiernos, aunque se alcanzó luego del primer año de gestión.
El último nombramiento en Interior se dio el pasado martes 20 de julio. En un sorpresivo anuncio en redes sociales, el presidente de la República agradeció a Mariano González –quien tenía solo 15 días en el cargo– por los servicios prestados. Esa misma noche, juramentó en su lugar Willy Huerta Oliva.
La salida de González ha generado polémica, debido a que ocurrió tan solo un día después de que este creara un grupo especial de la policía para apoyar la fiscalía en las indagaciones a las personas del entorno de Castillo que son investigadas por corrupción. El ministro saliente ha señalado que se enteró de su remoción a través de Twitter. En una entrevista con Panamericana Televisión dijo no tener dudas “de que el señor [Castillo] está comprometido con actos de corrupción”.
La politóloga María Claudia Augusto apunta que, si bien a primera vista la alta rotación en el ministerio del Interior “no pareciera algo excepcional” debido a la volatilidad histórica del sector, la salida de Mariano González responde a “un afán de bloquear la justicia”.
“Por un lado, hemos tenido (en Interior) ministros con poca experiencia en el sector, conflictos de interés y con antecedentes que han salido por presión ciudadana o del Congreso. Por otro lado, están los ministros que han salido denunciando malas prácticas del Ejecutivo en el nombramiento de altos mandos de la policía o combatiendo casos anti corrupción que actualmente involucran al círculo de Castillo. Con esto, es probable que sigamos presenciando una alta rotación en el sector sin personas capaces que asuman o con personas con prontuarios que seguirán la línea de sus antecesores”, sostiene.
Luego del Mininter, las siguientes carteras más inestables en lo que va del actual mandato son Energía y Minas y Desarrollo Agrario y Riego. Ambas han tenido 5 ministros hasta el momento.
Pero la inestabilidad no se limita a los ministerios. En un año de gestión, se ha nombrado un total de 77 viceministros. Al igual que en el plano ministerial, el sector con más cambios fue Interior, con 10 nombramientos. Le siguen Energía y Minas y Transportes y Comunicaciones, con 7 cada uno.
Para el politólogo Mauricio Zavaleta, la particular inestabilidad del actual gobierno responde a distintos factores. El primero de ellos tiene que ver con que Pedro Castillo no ejerce liderazgo alguno en Perú Libre, partido que lo llevó al poder. La ausencia de un soporte partidario real dificulta tener cuadros competentes y leales en los ministerios.
“Partidos débiles tenemos y tendremos, pero el nivel de desorganización política de este gobierno es mucho más evidente que la de los otros. Perú Posible, el Partido Nacionalista y Peruanos por el Kambio eran partidos muy débiles, pero eran organizaciones que funcionaban bajo la base de un liderazgo, todos tenían jefe. Por el contrario, Perú Libre no es el partido de Pedro Castillo”, indica.
Otro motivo para entender la volatilidad de los cargos ministeriales, explica el especialista, es el hecho de que Castillo no pensaba que llegaría a ser gobierno. Por ello, carecía de un planeamiento real que involucre el acercamiento con tecnócratas que puedan ocupar los cargos ministeriales.
“La rotación ministerial en este gobierno da cuenta de que es un gobierno absolutamente improvisado y desorganizado. Pedro Castillo no pensaba que iba a ser gobierno. La persona más sorprendida con el triunfo de Castillo fue el mismo Vladimir Cerrón. Él ha admitido que su plan era solo pasar la valla electoral para no perder la inscripción (del partido)”.
En la misma línea, el politólogo apunta que Castillo “es el presidente más alejado de las élites de la historia del Perú”, por lo que carece de redes de contactos que le permitan colocar a personas capacitadas en cargos clave.
“Incluso Juan Velasco era un general del Ejército. Alejandro Toledo era un economista que conocía a tecnócratas y empresarios. Pedro Castillo no conoce a nadie: no conoce a la élite cultural, militar ni económica. Es un aislado. Por ende, no tiene capacidades de armar un equipo profesional y competente”, señala.
Por su parte, la también politóloga María Claudia Augusto considera que la inestabilidad de la actual gestión responde, en parte, a la falta de credenciales de los ministros nombrados.
“Los ministros son cargos políticos, pero claramente se espera que las personas tengan preparación y, de ser posible, tengan experiencia en ese sector. Especialmente en sectores como Economía, Energía y Minas, Justicia o Interior, encargados de políticas públicas clave para el país. El problema en el gobierno de Castillo no ha sido solo la inexperiencia, también alarmante, sino que muchos de los nombrados han contado con antecedentes judiciales”, explica.
Inestabilidad, en cifras
- En el gobierno de Pedro Castillo, la duración promedio de un ministro en el cargo es de 91 días (aproximadamente tres meses).
- En Interior, el sector más convulso de la actual gestión, el promedio de duración de los ministros es de 58 días.
- Por otro lado, el promedio de duración de los Presidentes del Consejo de Ministros fue de 64 días.
- En promedio, en el primer año de gobierno castillista hubo una baja ministerial cada 9 días. En el año 2020, el promedio desde el año 1980 era de un ministro removido cada 25 días.