Para el Estado argentino, el litio no es un recurso estratégico – Juan Guahán
Para el Estado argentino, el litio no es un recurso estratégico
Juan Guahán
Dos datos que deberían ser motivo de preocupación para la dirigencia argentina. El primero es que en el triángulo andino que comparten Argentina, Bolivia y Chile está alrededor del 80% de las reservas mundiales del litio, el “oro blanco”. Las mayores reservas se encuentran en Bolivia, le siguen Chile y Argentina.
El segundo dato es que el litio no solo es clave para el desarrollo de las baterías para los coches eléctricos que irán ocupando rápidamente el mercado automotor. En este sentido debemos estar atentos a esa singular convergencia que se está produciendo entre la geopolítica de signo liberal, las grandes corporaciones mundiales y los avances tecnológicos.
En este sentido la disputa por el litio, su explotación, manufactura y comercialización forman parte de la lucha por la hegemonía mundial, de países y personajes, como Elon Musk (reciente comprador de Twitter y dueño de Tesla, la fábrica de coches eléctricos), Jeff Bezos (adquirente de Washington Post y dueño de Amazon) y otros semejantes que están peleando por la apropiación de grandes sistemas comunicacionales.
En este sentido es simbólica la advertencia de Musk a los gobernantes bolivianos cuando nacionalizaron el litio y el dueño de Tesla les recordó “nosotros daremos golpes donde queramos. ¡Acostúmbrense!”. El mismo Musk, hace pocos días, como una parte de sus negociaciones para comprar Coca Cola dijo –entre irónico y provocador- que la compraría “para volver a ponerle cocaína”.
Mientras tanto nosotros ¿qué hacemos con el litio? Desde hace más de 15 años, en la provincia de Catamarca y jurisdicción del Salar del Hombre Muerto, lo explota la empresa estadounidense FMC Corp. En la actualidad las empresas, extranjeras, son más.
Somos el 3er exportador mundial. Por la Ley Minera (24196/1993) las empresas que lo explotan tienen una serie de exenciones impositivas (entre ellas: no pago del impuesto a las ganancias y activos, estabilidad fiscal por 30 años) debiendo abonar al Estado provincial una regalía del 3% del mineral extraído, medido según las declaraciones juradas de la propia empresa.
Somos el único país de los 3 involucrados en el tema que no declaró al litio como “recurso estratégico”. Chile lo hizo en 1979 y desde el 2015 negocia regalías que pueden llegar hasta el 40%. Bolivia lo concretó en el 2008 y creó para su explotación una empresa enteramente estatal (Litio Boliviano). México está recabando información a Bolivia para hacer una experiencia semejante.
En nuestro país la Ley 24804 de 1997 destinada a regular el funcionamiento de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) plantea (Artículo 2 inciso h) que el litio, por tratarse de un material fusionable especial que se utiliza en varios países para actividades nucleares, podría ser propiedad estatal dependiendo de la CNEA. Es decir que debería quedar fuera del Código Minero y ser considerado como un recurso estratégico. Esa norma duerme, hasta ahora, el sueño de los justos.