Gas Natural Licuado social boliviano – Por Abelardo Filemón Pérez Paco

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Gas Natural Licuado social boliviano

Abelardo Filemón Pérez Paco*

El Gas Natural Licuado (GNL), considerado un catalizador hacia la energía verde en el mundo, viene siendo en los últimos tiempos la energía que va compitiendo con el petróleo en cuestiones de negocio hidrocarburífero a nivel global.

Sin quedarnos detrás, con el impulso del nuevo modelo económico, se ha implementado en Bolivia la cadena de distribución del GNL a lo largo y ancho de nuestro territorio, una tecnología de vanguardia para la producción de GNL, transporte a través de un gasoducto virtual, la regasificación y la distribución correspondiente a los usuarios finales.

Es parte de un proyecto concebido socialmente, para beneficiar a miles de familias bolivianas que no tenían una mínima esperanza de contar con este recurso energético disponible en sus hogares en épocas neoliberales, pero que ahora da un poco de reciprocidad a nuestros pueblos, cuya lucha sigue siendo constante e incansable.

Con seguridad que para los consorcios capitalistas y mentalidad devoradora de recursos naturales el proyecto puede ser denominado y declarado “insostenible”, pero lo que lo sostiene, sin duda alguna, y sostendrá por mucho tiempo, es el movimiento organizado de las familias beneficiarias que están gozando de esta energía, que viene de las propias entrañas de nuestra tierra.

Es así que, si bien este proyecto no aparece en la geopolítica del negocio del GNL en Sudamérica, ni en el mundo, y no es considerado por las grandes corporaciones capitalistas, está implementado, en marcha, prestando servicio social, por lo cual le denomino: GNL Social boliviano.

Lo que es preocupante es ver que como es un proyecto social que de manera equivocada unos cuantos señalen que no es rentable; lo que puede crear indiferencia en la toma de decisiones para encarar y conducir de forma estable toda la cadena.

Sin embargo, es sustancial reflexionar los antecedentes que implican, considerando además que está directamente vinculado con la lucha social de 2005 y la Guerra de Gas, que ha generado la caída de un Gobierno y el replanteamiento del destino de todo un país, entonces la importancia con la que se debería encarar es bastante seria y decidida.

* Ingeniero de Gas boliviano, analista de La Ëpoca

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