México | AMLO se reúne con Biden por videollamada para hablar de migración y de la Cumbre de las Américas
El presidente Andrés Manuel López Obrador volverá a reunirse con uno de sus homólogos más importantes: Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
Será a través de un evento virtual que ambos mandatarios se verán cara a cara este viernes 29 de abril, a cinco meses de haberse reunido personalmente durante la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN), en Washington D.C.
De acuerdo con el jefe de Estado mexicano, fue el gobierno estadounidense el que solicitó la videollamada, a través de la cual espera mutuo respeto, como se ha dado en los últimos años.
“Es importante el que se dé esta comunicación, escuchar al presidente Biden que nos ha tratado con respeto, como también nos trató con respeto el presidente Trump y como nosotros los respetamos a ellos. Tenemos que procurar una buena relación”, dijo el martes López Obrador en el salón de Tesorería del Palacio Nacional.
A través de un comunicado, fue la Casa Blanca la que dio a conocer los temas que ambos presidentes abordarán, como la visión para la Novena Cumbre de las Américas, la cual se llevará a cabo en junio próximo en la ciudad de Los Ángeles, California, y cómo América del Norte puede liderar iniciativas prioritarias para la región.
También, planean discutir el crecimiento, la competitividad y la cooperación económica, la seguridad, la energía, la migración y los esfuerzos en conjunto para el desarrollo en Centroamérica
Son los temas en materia de migración y de política energética los que principalmente han originado cierta tensión entre ambos países en los últimos meses, recordando que a través de su Reforma Eléctrica, el mandatario mexicano pretendía fortalecer a las empresas nacionales frente al sector privado, en el cual participan los empresarios estadounidenses.
El tema fue discutido bilateralmente sólo con representantes del presidente Biden, como con Jennifer Granholm, secretaria de Energía de Estados Unidos, quien arribó al país azteca a inicios de este año, y con Ken Salazar, embajador de la Unión Americana en México, quien aseguró que la reforma podría generar incertidumbre, obstruir la inversión y contraponerse al T-MEC.
Respecto a la migración, mientras se prevé que López Obrador acentúe los temas que abordará durante su visita a países de Centroamérica el mes próximo, Biden podría destacar su intención de ponerle fin al programa Quédate en México, pues solicitó esa petición a la Corte Suprema.
Con esa política, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense envía a la nación azteca desde 2019 a ciudadanos no mexicanos mientras que se analiza su estatus migratorio y la posibilidad de recibir asilo en la Unión Americana.
Arlene Ramírez Uresti, doctora en Relaciones Internacionales y docente del Tecnológico de Monterrey, asegura que aunque la llamada entre los mandatarios se dará en medio de una tensión bilateral, sobre todo por el tema energético, será de suma importancia, primordialmente para “planchar” los temas que se abordarán en Los Ángeles.
“Esperemos que el resultado de la llamada no sea en un tono muy álgido, porque estos acercamientos hacen mucha falta. Por primera vez en muchos años vemos un distanciamiento entre Estados Unidos y México, pero ojalá que los presidentes logren el acercamiento que se espera”, menciona.
La controversia entre AMLO y Biden
Entre los temas más importantes que abordarán los presidentes de México y Estados Unidos en su próxima llamada virtual, está la migración, la cual representa una de sus mayores problemáticas.
Del lado mexicano, para manejar la situación, el presidente López Obrador ha impulsado programas como Sembrando Vida, a través del cual los ciudadanos del Triángulo Norte de Centroamérica ganan dinero a cambio de trabajar en el campo, y el cual el mandatario espera analizar con sus homólogos de la región en su próximo viaje.
Será del 5 al 9 de mayo que el presidente mexicano visite cuatro países centroamericanos: El Salvador, Guatemala, Honduras y Belice, siendo esta su primera salida internacional a países de América Latina.
Por su parte, Joe Biden intentará velar por los migrantes al dar de baja el programa Quédate en México, con el que desde 2019 su gobierno envía a la nación azteca a los migrantes centroamericanos que están interesados en ingresar a su país.
El martes, el líder demócrata le pidió a la Corte Suprema que elimine dicha política, la cual organizaciones humanitarias consideran “inhumana”, pues expone a los solicitantes de asilo a escenarios poco seguros al momento de cruzar México y a aguardar sin tiempo definido en su frontera.
De acuerdo con datos de la Unidad Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, de enero a febrero de este año, 16 mil 056 personas fueron enviadas a sus respectivas naciones por el Instituto Nacional de Migración (INM), ya sea por retorno asistido o deportación, por no acreditar su estancia regular en México.
Entre las principales nacionalidades con más devoluciones por el INM está la guatemalteca con 7 mil 266 migrantes, la hondureña con 6 mil 848 y la salvadoreña con 720.
En la previa a la llamada con Biden, AMLO se desmarca de China y busca mediar con Díaz Canel
Por Milton Merlo
En las últimas horas Andrés Manuel López Obrador volvió a emitir ante su círculo primario una de sus reflexiones predilectas en materia histórica: que uno de los principales errores del presidente Francisco I. Madero fue su confrontación Estados Unidos. Un mensaje que cobra sentido a horas de la llamada telefónica que este viernes sostendrá con Joe Biden.
Ese contacto comenzó a alistarse desde hace una semana cuando Ken Salazar y un grupo de empresarios estadounidenses visitaron las obras del Corredor Interoceánico. El embajador de Washington elogió al Gobierno como contrapartida a una certeza recibida el día anterior: los empresarios chinos no tendrán un rol preponderante en esa obra que puede ser clave para el comercio internacional y que bien ejecutada puede competir con el canal de Panamá, controlado por EU. Rafael Marín, a cargo del corredor, ya acercó el mensaje a la sede diplomática oriental.
La segunda puesta en escena fue el miércoles en la noche en Palacio Nacional, una cena en ocasión del Council of Americas protagonizado por Susan Segal. López Obrador pidió sentarse al lado de la organizadora con quien departió de modo amistoso. En esa conversación puso especial énfasis en transmitir que de ninguna manera está contra la inversión estadounidense en México y que su propio gobierno invertirá en EU con ciertas obras a realizar en la refinería de Deer Park, en Texas, adquirida meses atrás por Pemex.
Los dos movimientos sirven de antesala a la conversación con el presidente demócrata. López Obrador apuesta por la táctica de exponerse ante la Casa Blanca como un referente de la izquierda moderna en América Latina, responsable a nivel macroeconómico y respetuoso de los contrapesos institucionales. Un mensaje clave antes de su viaje a Cuba, planificado para la semana que viene.
«López Obrador quiere ofrecerse como un mediador entre Biden y Miguel Díaz Canel. Su ambición es lograr que el presidente cubano esté en la Cumbre de las Americas en Los Angeles».
López Obrador, siguiendo el cálculo de los gobiernos priistas, quiere ofrecerse como un mediador entre Biden y Miguel Díaz Canel. Su ambición es lograr que el presidente cubano esté en la Cumbre de las Americas en Los Angeles en el mes de junio y que haya una postal con Biden que rememore los acercamientos entre Barack Obama y Raúl Castro.
El ánimo de La Habana es favorable. López Obrador tiene sobre la mesa la posibilidad de dar un discurso en la mítica Plaza de la Revolución, en la capital de la isla. Es una propuesta directa del mandatario cubano. López Obrador sería el primer presidente extranjero en años en protagonizar un acto de semejante calibre y sería la contraprestación de Cuba por el desfile militar que López Obrador le ofreció a Díaz Canel en septiembre del año pasado en CDMX.
El otro punto determinante de la conversación de este viernes es la frontera. La imagen de Biden se ha desplomado en los estados fronterizos producto de una crisis migratoria descontrolada que lo encamina a perder su elección de medio termino. El secretario de Seguridad Nacional dijo este miércoles que el sistema migratorio de su país no solo está saturado sino que está «roto».
Es entendible. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos dio cuenta de 221,303 detenciones de inmigrantes indocumentados a lo largo de la frontera con México en marzo pasado, un aumento del 33% en sólo un mes y más del cuádruple del promedio de 2014-2019, antes de la pandemia.
Biden le va a pedir un apoyo puntual a López Obrador ante ese desastre humanitario, lo cual pudiera traducirse en un anuncio en cuestión de días. Se logra así una combinación de necesidades de corte electoral a ambos lados del teléfono: Biden acude a López Obrador para mejorar sus chances en 2022 mientras que López Obrador espera lo mismo hacia el 2024, o sea, que Estados Unidos no altere un proceso sucesorio que el tabasqueño entiende, de momento, bajo control.