El hiperpresidencialismo de Lacalle y las lecturas después del referendo – Por Rubén Armendáriz

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de NODAL. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

El hiperpresidencialismo de Lacalle y las lecturas después del referendo

Rubén Armendáriz*

Obviamente, el resultado del referendo revocatorio de los 135 artículos más represivos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) tuvo distintas lecturas. Una de ellas es que la mitad de la ciudadanía no le cree al gobierno derechista de Luis Lacalle y su coalición multicolor, empeñados en políticas que sólo benefician a los grandes empresarios.

No era una elección típica de “medio término” pero cualquier concurrencia a las urnas con voto obligatorio, es una demostración sobre cómo están de sólidas o débiles las estructuras partidarias. El entusiasmo de los partidos oficialistas estaba fundamentado en la alta aprobación de gestión que superaba el 50% y el bajo nivel de rechazo al manejo de gobierno, que en ninguna encuesta llega a un tercio del electorado.

Por eso las imágenes de estado de ánimo en la noche del domingo 27 no se compadecían con la proyección de resultados: los que habían perdido festejaban con acto popular en la calle, y los que habían ganado reflejaban desconcierto. Más allá de la ley en debate, la mirada estaba en el 2024.

Es que tras el referendo del domingo 27 de marzo quedó demostrado que la mitad del país está claramente en contra de los 135 artículos, pese a la ajustadísima victoria del NO a la derogación de los mismos. La sociedad uruguaya rompió su inmovilismo ante tantas injusticias, métodos y odios de jun gobierno que quiere avasallar.

“Los que ganaron” se “llevaron alguna amargura” y los que perdieron “tienen algún guiño hacia el futuro”, analizó Diego Luján, mientras que el experto Óscar Bottinelli consideró que “este resultado no deja bien parado al presidente”. El senador frenteamplista Danilo Astori señaló que “la oposición salió fortalecida” y legitimada para “acordar soluciones políticas” con el gobierno.

El expresidente José Mujica olfateaba que el gobierno iba a mantener su ley y buscaba evitar que la militancia, que juntó 800 mil firmas para impugnar el paquete de leyes, no terminara desmoralizada. “No hay ningún cambio institucional de importancia y el mundo sigue igual al otro día, con el mismo Poder Ejecutivo, el mismo Parlamento, los mismos intendentes. No hay ningún cambio fundamental”, decía, calmando los ánimos..

Muchos hablan de la forma de conducción hiperpresidencialista de Lacalle, que desde ya comenzó a generar implosiones a la interna de la coalición de todas las derechas, lo que hace harto difícil su reelección. Con Tabaré Vázquez en el último gobierno frenteamplista, ya hubo una tendencia a la presidencialización.

En el país hay una disconformidad muy fuerte en la sociedad con los temas económicos y sociales, que son lo que golpea a la gente. El empleo, los precios, lo que entra de dinero en la casa, y la pobreza que se ve o se sufre, señala el politólogo Óscar Bottinelli, quien corrobora que “la forma de conducción de Lacalle Pou es hiperpresidencialista”

Craso error: el gobierno creyó en sus propias encuestas, que le daban 15 puntos de ventaja sobre la quienes avalaban el SI a la derogación de parte sustantiva de la LUC. La realidad iba haciendo desaparecer esa supuesta cómoda ventaja hacia el final de las campañas y el gobierno cambió la estrategia comunicacional, con discursos cargados de terror verbal y descalificación.

Apenas tres días después del referendo, el gobierno anunció el refrenado tercer aumento consecutivo del combustibles y la exoneración de IVA por 30 días a panificados y fideos, que tiene por objetivo mitigar el alza de precios en productos de la canasta básica, en un contexto de inflación al alza, mientras las estadísticas oficiales marcaban un aumento de la pobreza y la indigencia.

El oficialismo se metió en un gran lío cuando eligió el precio de los combustibles como uno de sus temas preferidos para criticar a los gobiernos del Frente Amplio (FA). Le salió caro en la campaña para el referendo aún le queda mucho por pagar, como queda en evidencia con el nuevo aumento de los combustibles.

Los artículos de la Ley de Urgente Consideración en esta materia no cambiaron las potestades previas del Ejecutivo para fijar los precios que desee. Pero ahora debe hacerlo como mínimo cada dos meses, y que se le proporciona una estimación discutible de cuál sería el “precio de paridad de importación”

Lacalle debió jugarse la ropa con el abuso comunicacional poco habitual en la cultura republicana uruguaya que significó presionar a última hora con una real cadena de radio y televisión defendiendo la LUC. Pero el abuso y las encuestas se pelearon con la realidad, que dejó una victoria pírrica al oficialismo que Lacalle patentizó, con el fondo de su gabinete, en su mensaje confrontador al fin del escrutinio, donde intentó calificar de delincuentes a quienes llevaron adelante la consulta popular..

Lacalle comandó la campaña por el NO, utilizo todo el poder del estado a su disposición para defender la ley represiva y evitar el triunfo del SI, en papel de bravucón, tratando de evitar que la gente escuchara las razones de la oposición, y ordenando a sus correligionarios a no debatir abiertamente, a no confrontar. El único autorizado era él, muestra des u autoritarismo ególatra.

Hace unos días en la conferencia de prensa que dio Lacalle, se le preguntó cuánto costó la campaña del NO y el mandatario no supo contestar, mientras que el presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, aseguró que la campaña del SI costó «alrededor» de 600 mil dólares. ¿Con qué dineros se hizo la campaña del NO?

Lacalle salió debilitado, tiene fuertes roces en la interna de su coalición multicolor debido a su hiperpresidencialismo, que ha transformado a los integrantes de la Coalición en meros socios funcionales al gobierno, en especial los ultraderechistas de Cabildo Abierto a quien el presidente y su grupo les cajonea las propuestas de leyes y vetó su proyecto de ley forestal aprobada en el Congreso.

Su líder, Guido Manini Ríos cree que los resultados del referendo demuestran una gran paridad entre los dos bloques políticos con una leve ventaja para el oficialismo, y que ello debería llamar a alerta a la coalición de gobierno. En un escenario tan parejo, cada voto debe ser tenido en cuenta y valorado: “quedó demostrado que es necesario trabajar todos en conjunto y no tener relegada a ninguna (de las partes)”, dijo.

La lectura en Cabildo Abierto es que, aunque los blancos (de Lacalle) sean el partido mayoritario, si actúan con inteligencia deberán “abrirle la cancha” a los socios, de manera de que traccionen un mayor caudal de votos. Manini le presentó a Lacalle una serie de propuestas para contener la suba de precios de los alimentos, entre ellas un acuerdo con los supermercados, por lo menos hasta que termine el invierno.

Pero los asesores comunicacionales de Lacalle siguen creyendo que alcanza con aparezca todos los días en los medios para tratar de ocultar el aumento de los precios, la falta de trabajo, del aumento de la pobreza, la reducción del poder adquisitivo de los sueldos y jubilaciones, las ollas populares, la gente durmiendo en la calle o hurgando en los contenedores de basura, el aumento de los asentamientos de la periferia.

La analista María Guerrero señala que lo peor es que está dando señales agresivas, con arremetidas destempladas contra todos, propios y ajenos. Es que sombras del pasado rondan en los círculos del poder, señala

* Periodista y politólogo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

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