Lasso niega «pacto» con la oposición por la liberación del exvicepresidente Glas
Guillermo Lasso sobre la liberación de Jorge Glas: ¿De qué pacto me hablan? ¿Qué ha recibido el Gobierno a cambio?
El mandatario Guillermo Lasso negó la mañana de este 12 de abril la existencia de un acuerdo con la bancada correísta de Unión por la Esperanza (UNES) que haya dado vía libre a la liberación del exvicepresidente Jorge Glas, quien cumplía una sentencia de ocho años por dos procesos penales por corrupción: Odebrecht y Sobornos 2012-2016.
Lo calificó como “un rumor”, y manifestó que el supuesto pacto político “no existe, no ha existido y probablemente jamás existirá”.
“¿Qué pacto? ¿Qué ha recibido el Gobierno a cambio? Nada. ¿De qué pacto hablamos?”, dijo Lasso en su espacio de entrevistas que se emite todos los martes desde el Palacio de Carondelet.
Lasso recordó que en mayo del 2021 el bloque de CREO y su aliado electoral, el PSC, buscaron un acuerdo con UNES para armar una mayoría que permita la elección de las autoridades en la Asamblea Nacional. “Pero todo el país estuvo en desacuerdo, me retiré y busqué alternativas con la ID, Pachakutik y asambleístas independientes que formaron la Bancada del Acuerdo Nacional… Esto funcionó para la designación de autoridades… Hubiésemos querido que ese pacto sea programático (…), pero lamentablemente usted vio cómo trataron la ley de inversiones… Solo tuvo votos, que agradecí, del PSC”, recordó el mandatario.
Y continuó: “Yo sonrío y me pregunto, ¿qué pacto tenemos si lo único que hacen (UNES) es bloquear al Gobierno, causarle problemas al plan de gobierno?”.
Lasso indicó que el Gobierno considera que la decisión del juez de Manglaralto, Santa Elena, de aceptar el pedido de habeas corpus que le dio la libertad a Glas es “irregular” y que está “plagada de demostraciones de que no ha cumplido con la ley”, pero que él es un demócrata y le toca respetar los fallos judiciales.
“A Correa se lo criticaba por meter mano a la justicia, ahora me critican a mí porque no le pongo la mano a la justicia. Pongámonos de acuerdo”, dijo.
Agregó que durante el fin de semana muchas personas le sugirieron caer en desacato de la resolución judicial, pero que él se negó porque los habeas corpus son de cumplimiento inmediato y que no hacerlo les habría acarreado una sanción penal a los funcionarios públicos.
Pero aclaró que el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI) ya presentó una apelación ante la Corte Provincial de Justicia de Santa Elena. “Y esperamos que nos dé la razón”, señaló.
Glas salió libre el pasado 10 de abril de la cárcel de Latacunga. Y luego se trasladó su residencia en Guayaquil. El juez le impuso como medida cautelar la presentación ante la Corte de Guayas el primer lunes de cada mes y la prohibición de salida del país.
El Gobierno no tuvo objeciones durante la audiencia de liberación de Glas
El Estado tuvo la oportunidad de objetar la liberación de Jorge Glas en la audiencia de hábeas corpus. Tuvo tres representantes legales, pero ninguno lo hizo.
La actuación de los juristas quedó registrada legalmente en el acta de la diligencia, que se hizo pública recién ayer 11 de abril de 2022 y a la que este Diario tuvo acceso. En el documento de 11 páginas se detalla que en la diligencia estuvo presente Alexis Vascones como representante legal de Rehabilitación Social (SNAI); Jorge Comasisin, delegado de la Policía Nacional; e Iván Pozo, del Ministerio de Gobierno.
Estos dos últimos, incluso, permanecieron en silencio durante toda la diligencia. Mientras Vascones inició su intervención con la frase “no tengo nada que objetar”.
El funcionario habló justo después de las exposiciones de cuatro médicos que expusieron informes en donde señalaron que Glas padecía diversas dolencias.
De hecho, toda la audiencia se centró en su estado físico y mental mientras permaneció en la cárcel.
Esto sucedió a pesar de que el hábeas corpus se interpuso por un presunto riesgo de la vida de Glas en enfrentamientos dentro de la cárcel de Latacunga, según su abogado defensor, Edison Loaiza.
Publicidad
El jurista indicó que, tras los hechos ocurridos en la cárcel de Azuay, el pasado 5 de abril, se suscitaron manifestaciones dentro de la cárcel de Latacunga. Por ese motivo, Glas habría sido trasladado a otro centro de rehabilitación, que no se detalló en la diligencia.
En esos días, la accionante del recurso se habría intentado comunicar con él para conocer su estado de salud, pero no tuvo respuesta del SNAI y por eso decidió plantear el hábeas corpus.
Además, señalaron que informes de valoraciones neuropsiquiátricas de doctores del Ministerio de Salud alertaron de un riesgo en la vida del exvicepresidente.
Por eso, enseguida se llamó a testificar a cuatro médicos especialistas que han realizado diversos análisis a Glas.
El diagnóstico médico
El primero en pasar fue Édison Barreto. Un médico de 42 años que tras rendir juramento señaló que Glas mantiene una enfermedad genética que fue diagnosticada hace 19 años conocida como espondilitis anquilosante.
Según su valoración médica, Glas no mantenía en la cárcel una atención acorde con la enfermedad, por lo cual no estaba controlada. Entre las observaciones que realizó el galeno se dice que existen “falencias tanto en el diagnóstico como en el tratamiento” y que “no se justifica una medicación” que está tomando.
En su informe también devela que ingiere otras medicaciones que tienen el mismo efecto, por lo que concluye que está sobredosificado.
Después de ese análisis, la audiencia continuó con la intervención de los otros médicos, cuyas valoraciones también dan cuenta de un deterioro de la salud de Glas.
En esos informes se dice que los fármacos que se suministra el exfuncionario le bajan las defensas y es propenso a cualquier tipo de infección respiratoria.
De allí que indican que corre riesgo porque en la cárcel de Latacunga existe un pabellón de pacientes con tuberculosis y que es un “riesgo latente”. Otro posible riesgo que citan es el covid-19.
En esta parte, la defensa de Glas expone las falencias del centro penitenciario de Latacunga y dice que en caso de existir una descompensación cardíaca “no existen medicamentos que puedan hacer una reversión de una taquicardia o arritmia cardíaca, tampoco hay un desfibrilador cardíaco, no existen especialistas para hacer una buena reanimación”.
Así mismo, se indica que “los dispositivos eléctricos que tienen en el centro de rehabilitación tienen una potencia eléctrica muy bajita”. Después de estos señalamientos, en la audiencia se pregunta a los representantes del Estado si desean hacer preguntas a uno de los galenos. Dicen que no.
La posición oficial
Pero esta no fue la única oportunidad que los representantes del SNAI y del Gobierno tuvieron para cuestionar los informes médicos que se presentaron.
Al final de la intervención de los doctores, que concluyeron en que Glas debía tener una asistencia más especializada, el representante del SNAI dijo lo siguiente: “de los galenos que participaron en esta audiencia no se tiene nada que objetar y también a los tratamientos, valoraciones, diagnósticos y recomendaciones que han realizado en la intervención”.
Vascones también dijo que el SNAI se encargó de entregar a la defensa de Glas “la documentación necesaria del historial clínico, informes médicos y todas las fichas. En cuanto a la situación médica y de salud del ingeniero no tengo nada que objetar”.
También indicó que los médicos del Ministerio de Salud, que trabajan en la cárcel, no tienen relación de dependencia con el SNAI.
Luego se refirió a la evacuación de Glas tras los incidentes del 5 de abril y dijo que sí fue trasladado, pero “en lo personal no sabía en cuanto al retorno al centro de privación de libertad”.