Los Intereses del Reino Unido en el Atlántico Sur – Por Gustavo Adolfo Lezcano

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Por Gustavo Adolfo Lezcano*

En 1502 fueron divisadas por Américo Vespucio unas islas, que se cree que eran las Islas Malvinas; pero el primer mapa de las Islas apareció en 1520 donde se las nombra como las Islas Sansón o de los Gigantes, un mapa dibujado por un tripulante de la expedición de Magallanes. Las Islas Malvinas son unos archipiélagos que se encuentran en la plataforma continental de América del Sur, dentro del Océano Atlántico Sur perteneciente al Mar Argentino.  Desde esos primeros avistajes, esas islas se fueron convirtiendo en un atractivo para los cazadores de ballenas, lobos marinos y comerciantes marítimos. Las ballenas se cazaban por su aceite y un sinfín de productos de interés internacional para sus economías.

En 1764 las islas fueron pobladas por al menos 150 personas de nacionalidad francesa a los que se les llamaba Malouines y de ahí el nombre castellanizado de Malvinas.  Esta colonia era abastecida de madera desde la Patagonia argentina, ya que en las islas Malvinas no había árboles y necesitaban mucha madera. Esa colonia no prosperó y dos años después se la entregaron pacíficamente a España.

El dominio de las islas da derecho a 3 (tres) Millones de Km2 de sus mares circundantes y sus recursos naturales como los enormes yacimientos de minería y petrolíferos o la pesca que hay en su lecho marino.

Ejercer dominio sobre este archipiélago posibilita el control sobre el Estrecho de Magallanes y el Mar de Oses. Tener soberanía de Malvinas da proyección sobre el territorio de la Antártida y permite el funcionamiento de una base militar para el monitoreo del Atlántico Sur.

Los papeles y documentos de la historia muestran claramente la intención de la corona británica sobre las islas Malvinas Argentinas, no solo por sus riquezas naturales sino por la proyección sobre la Antártida.

En 1949 el joven coronel del Ejército Argentino, Hernán Pujato le presentó al entonces presidente Juan Domingo Perón un proyecto de 5/6 puntos sobre la Antártida, apoyado de manera entusiasta por su esposa Eva Duarte. Uno de esos puntos consistía en poblar la Antártida con familias. El 9 de diciembre de 1954, Hernán Pujato, ya general y director del Instituto Antártico Argentino, (creado ese mismo año) le envía al Secretario de Defensa un Memorandum que decía lo siguiente:

Asunto: Elevar un anteproyecto.-

                                                    De acuerdo a lo conversado a lo informado verbalmente al S.E. el señor secretario, elevo el anteproyecto de instalación del caserío antártico “San Lorenzo”

                                                Referente al cumplimiento del mismo, el suscripto propone que el capitán Jorge Julio Mottet, junto con el técnico asesor de este Instituto en animales políferos, se trasladen durante el mes de enero o febrero hasta Cabo Primavera, con el objeto de efectuar los reconocimientos objetivos en el lugar a fin de determinar exactamente, la practicabilidad de las distintas partes del plan.

El 29 de julio, Pujato enviaba al ministro de Defensa un expediente remarcando que se accediera a lo solicitado recalcando la convivencia que pequeños núcleos de agrupaciones humanas habiten en forma permanente en el sector antártico. Decía también en dicha nota que al originarse nacimientos de nuevos argentinos, nativos de esa región, se produciría uno de los derechos más indiscutible y de mayor importancia para la soberana posesión argentina.

El ministro de de Defensa de aquel entonces, Sosa Molina, no tardó en responder. Con fecha 5 de agosto, accedió a lo solicitado y requirió las proposiciones correspondientes al respecto.

De inmediato se preparó un extenso informe fundamentando la conveniencia de establecer ese “Caserío”, ya aprobado por el presidente y el Ministro de Defensa.  En otros considerandos se decía que ese proyecto no había que postergarlo porque era una necesidad que exigía la conveniencia nacional en esa zona. Mucho más teniendo en cuenta el creciente interés de algunas grandes potencias.

La Argentina sabía, por intermedio de Pujato, que era posible concretar esta acción que fortalecería aun más los derechos indiscutidos de ocupar pacíficamente lo que Argentina reclamaba. Estos núcleos de población debían ser autosuficientes, sin depender del presupuesto nacional.  Argentina con este proyecto, trataba de establecer núcleos de pobladores civiles y bajo ningún concepto la ocupación militar de la Antártida, cuya posibilidad resistía el menor análisis y era totalmente absurda.

En el año 1949 se crea la OTAN y en los estatutos de la organización se establece que las partes firmantes «tratarán de promover la estabilidad y el bienestar en el área del Atlántico Norte» y «unirán sus esfuerzos para la defensa colectiva y la preservación de la paz y la seguridad«.

La firma del Tratado del Atlántico Norte fue por parte de 12 países en una ceremonia en Washington. Los países firmantes en ese momento fueron Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal, Reino Unido y Estados Unidos.

Sin duda alguna en el conflicto bélico que se libró en 1982 en el Atlántico Sur el Reino Unido fue apoyado en todo lo necesario por parte de la OTAN a pesar de que sus estatutos indican que es para defensa y apoyo de los países firmantes en el Atlántico Norte.

La ocupación de las Islas Malvinas por parte de Reino Unido tiene que ver con su objetivo de obtener como propio el Sector Antártico que reclama y que abarca lo reclamado por Argentina y Chile. Tras una visita a las islas el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel expresó su sorpresa por la gran base militar -conocida como Mount Pleaseant- que pudo ver en la isla. Y en uno de los museos que recorrió también le llamó la atención un mapa con la leyenda “nuestro próximo objetivo es la Antártida”. Su conclusión fue clara: “es un mapa trazado con trazos perimetrales en rojo donde están las islas Malvinas, los islotes, y también parte de lo que es el Mar Argentino y el de Chile. De todo eso se quieren adueñar los británicos en su expansión colonialista” señaló Pérez Esquivel.

* Secretario de Estado de Asuntos Relativos a la Antártida, Islas Malvinas y del Atlántico Sur y sus Espacios Marítimos Circundantes y diplomado en Asuntos Antárticos de la Universidad Magallanes de Chile. 

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