Honduras | Expresidente Hernández declara ante un juez tras ser detenido por nexos con el narco

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Juan Orlando Hernández irá a audiencia hoy ante juez natural

Encadenado de manos y pies, con un chaleco antibala y con la mirada desencajada fue presentado ayer el expresidente de la república Juan Orlando Hernández luego que elementos de la Policía Nacional lo capturaran en su residencia en Tegucigalpa.

El exgobernante, quien vestía burros negros, jean azul, camisa blanca, chamarra azul y una gorra del mismo color, fue llevado de su residencia a eso de las 2:15 pm a las instalaciones de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE), antes conocido como comando Cobra, ubicado en la colonia El Rincón, donde pasó la primera noche a la espera de ser presentado hoy ante un juez natural que le notificará qué cargos se le imputan y se le leerá la solicitud de extradición enviada por Estados Unidos.

La captura estuvo coordinada por el secretario de Seguridad, Ramón Sabillón.

El exmandatario salió de la residencia acompañado por sus abogados y en videos quedó registrado cuando el ministro lo saluda con un apretón de manos y un abrazo para posteriormente darle las indicaciones de su detención.

“Vamos a levantar un procedimiento, usted sabe las garantías de seguridad, es por eso, estamos cumpliendo todas las garantías, usted sabe la lectura va a preceder al protocolo”, le dijo el secretario de Seguridad.

Luego, dos agente le pusieron el chaleco antibala y otro le hizo un registro, y procedieron a colocarle una cadena de esposas en sus manos y pies y fue subido a un carro para ser trasladado hasta el antiguo comando Cobra.

Juan Orlando Hernández, quien concluyó su segundo período presidencial el 27 de enero, se convirtió en el primer expresidente del país en ser detenido con fines de extradición luego que la justicia de Estados Unidos lo solicitara por ser señalado de tres delitos de narcotráfico.

Treinta minutos después de su captura, Hernández llegó al comando Cobra adonde fue evaluado por una doctora y posteriormente presentado ante los medios de comunicación.

Sentado en una silla, el exmandatario se mantuvo callado y con la cabeza en alto, aunque denotaba muchas emociones en su mirada. Luego de la presentación lo subieron a una camioneta gris y lo trasladaron hasta el lugar donde pasó la noche mientras esperaba ser llevado este día a la Corte Suprema de Justicia.

El secretario de Seguridad manifestó en conferencia de prensa que Hernández será presentado hoy a la Corte a las 10:00 am ante el juez natural que conoce la causa, el cual determinará si el exgobernante pasará más días en el comando Cobra o si será trasladado a otro lugar mientras se realiza el proceso legal debido para su extradición a territorio estadounidense.

Las autoridades policiales manifestaron que la detención de Hernández se ejecutó bajo los protocolos establecidos y en respeto a los derechos humanos.

“El operativo ha sido un éxito y el Gobierno ha demostrado que está con la firmeza de hacer cumplir la ley de una forma minuciosa y precisa”, dijo.

Sabillón apuntó que el exmandatario colaboró con la detención; tal como lo dijo Juan Orlando Hernández en un audio que publicó en su cuenta de Twitter más temprano, en el que manifestó que estaba listo para colaborar de manera voluntaria al proceso. El ministro dijo que la captura de Hernández es un mensaje a los funcionarios públicos para que hagan las cosas bien. “Ojalá y esto sirva de escarmiento a muchos”.

Operativo

Tras conocerse que Estados Unidos solicitó en extradición al exmandatario por señalarlo de narcotráfico la noche del lunes, agentes de la Policía Nacional instalaron un fuerte operativo en la residencial Palmeras de San Ignacio, lugar donde reside Hernández y su familia en la capital.

Por casi 18 horas, los agentes mantuvieron en resguardo la zona, impidiendo el acceso a las personas que no habitan en la residencial, a la espera que el pleno de magistrados de la Corte Suprema de Justicia asignara a un juez que conociera la causa de Hernández y posteriormente emitiera la orden de detención.

Durante ese tiempo, Hernández se mantuvo en su residencia con su familia, dieron a conocer autoridades de la Secretaría de Seguridad. Una noche antes se había mencionado que estaba en Nicaragua; sin embargo, eso fue rechazado por las autoridades y sus apoderados legales, quienes indicaron que Hernández estaba en su hogar a la espera que la Corte emitiera la orden de su aprensión.

Fue hasta ayer a eso de las 10:30 am que el pleno de magistrados designó al juez natural Edwin Francisco Ortez Cruz para que conozca la solicitud de detención con fines de extradición en contra de Hernández. Tres horas de espera más tarde, el juez emitió la orden de captura que fue ejecutada minutos después.

Mientras se daba la orden de captura a Hernández, en la entrada de la residencial, varios personas, entre ellos simpatizantes del Partido Libertad y Refundación (Libre) llegaron al lugar con carteles exigiendo justicia y que Hernández fuese capturado y puesto ante las autoridades estadounidenses.

Al salir los vehículos que trasladaban a Hernández de su residencia al escuadrón Cobra, los simpatizantes le gritaban. Al lugar llegó el comisionado de policía en condición de retiro Henry Osorto Canales, quien manifestó que con la captura de Hernández vendrán más pedidos de extradición de políticos por parte de Estados Unidos.

La Prensa


Un Periodo De Hasta 4 Meses Podría Durar  Proceso De Extradición Del Expresidente Juan Orlando Hernández

Un periodo de tres a cuatro meses  podría durar  el proceso de extradición del  expresidente Juan Orlando Hernández, lo cual  será igual a los casos anteriores con dos audiencias detalló el vocero del Poder Judicial Melvin Duarte.

Referente al caso añadió que el  proceso de extradición tiene sólo dos audiencias, una de información, donde se le comunica al imputado el pedido de extradición y los cargos que se le acusa; luego un mes después se desarrolla la audiencia de presentación de pruebas, especificó.

La resolución judicial se da uno o dos meses después de esta última audiencia lo que indica que en total el proceso toma de 3 a 4 meses.

Ante la resolución del juez cabe el recurso de apelación, que puede tomar varios meses más la resolución, por lo que se debe entender que es bueno explicar que no es que mañana ya se resuelve el caso, y se seguirá el mismo procedimiento que se ha dado en los casos de pedido de extradición en el pasado.

“En algunas excusas que se pudieran presentar en el pleno de la CSJ, dijo que es un derecho que tienen los magistrados y los jueces, pero de momento no se conoce ninguna excusa” concluyó el vocero.

ConfidencialHN


Legado de JOH en Honduras: narcotráfico, fraudes electorales y 500 mil kilogramos de cocaína en 18 años

El jueves, 27 de enero, mientras en Honduras la presidenta Xiomara Castro era juramentada, en Estados Unidos la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York presentaba la documentación para solicitar la extradición del exmandatario Juan Orlando Hernández por delitos conexos al narcotráfico y armas de fuego.

Ese mismo día, y casualmente mientras la vicepresidenta de Estados Unidos mantenía una reunión con la presidenta Castro, Hernández corría a refugiarse como diputado al Parlamento Centroamericano (Parlacen), un organismo cuestionado por acoger a funcionarios corruptos de la región y que finalmente no lo protegería.

La suerte ya estaba echada y los señalamientos desde Washington eran gritos de que el tiempo se acercaba para que Juan Hernández fuera extraditado a petición de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, a través del Departamento de Justicia.

¿DE QUÉ ACUSAN A JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ?

La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York acusa a Juan Orlando Hernández por al menos tres delitos. El primero, conspiración para poseer, importar, fabricar y distribuir una sustancia controlada a los Estados Unidos. Dos, usar o portar armas de fuego o ayudar e instigar al uso, el porte y la posesión de armas de fuego en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos. Tercero, conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos en apoyo a la conspiración de importación de narcóticos.

El documento filtrado, con una traducción no oficial, señala que entre 2004 y 2022, Hernández habría participado en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas desde Colombia y Venezuela, por vía aérea y marítima, y que eran dirigidas al occidente de Honduras, para su posterior traslado hacia la frontera con Guatemala y finalmente los Estados Unidos.

Se estima que desde 2004, la conspiración en la que participó Hernández habría transportado un aproximado de 500 mil kilogramos de cocaína hacia Estados Unidos y habría recibido millones de dólares por sobornos y ganancias múltiples de organizaciones del narcotráfico tanto en Honduras, México, y otros lugares.

A cambio de los millonarios sobornos, Juan Orlando Hernández habría protegido a los narcotraficantes de la investigación, detención y extradición; así como proporcionar información sensible de las fuerzas policiales y militares a los narcotraficantes para ayudarles en sus actividades delictivas.

A la vez habría hecho partícipes de las acciones de protección de cargamentos de drogas a miembros de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas; y permitido que se cometieran actos de violencia brutal sin consecuencias, según lee el escrito.

Al cierre de esta nota, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos no se había pronunciado al respecto de forma oficial.

LÍNEA DE TIEMPO QUE RELACIONA A HERNÁNDEZ AL NARCOTRÁFICO

A continuación, compartimos fragmentos de la línea de tiempo proporcionada en la documentación que entregó la embajada de los Estados Unidos a la Cancillería de Honduras, basados en las pruebas y testimonios jurados admitidos en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York:

2005: Hernández, siendo diputado al Congreso Nacional, habría aceptado un estimado de 40,000 mil dólares en ganancias del narcotráfico de parte de Víctor Hugo Díaz Morales, alias «El Rojo». El intermediario en la transacción habría sido su hermano Juan Antonio Hernández. A cambio, Díaz Morales habría recibido información y protección por parte de las fuerzas del orden hondureñas para transportar grandes cantidades de cocaína con destino a Estados Unidos.

2009: Juan Orlando Hernández comienza a buscar la presidencia del Congreso Nacional. Alrededor de esa época, Díaz Morales, proporcionó USD $100,000 en ganancias del narcotráfico a Juan Antonio Hernández Alvarado para su hermano. A cambio, en caso de que Juan Hernández ganara las elecciones, los funcionarios amenos al narcotráfico de Díaz Morales y Juan Antonio Hernández serían colocados en puestos de aplicación de la ley, ellos serían beneficiados con mayor acceso a información relacionada a esfuerzos de interdicción de la Policía Nacional de Honduras y las Fuerzas Armadas.

Siempre en 2009, Juan Orlando Hernández se alía con Porfirio Lobo Sosa o «Pepe» Lobo, quien en ese momento buscaba la presidencia de la República, para obtener USD$ 2 millones en ganancias del narcotráfico de parte de Amilcar Alexander Ardón Soriano, alias «Chande», quien es descrito como un antiguo narcotraficante hondureño y exalcalde de El Paraíso, Copán.

A cambio, tanto Hernández como Lobo prometieron proteger a Ardón Soriano de la detención y extradición; así como el nombramiento de un pariente y coconspirador de Ardón Soriano «CC-1» en el gobierno. Extremo que fue cumplido y bajo esa función «CC-1» adjudicó contratos gubernamentales a compañías ficticias controladas por narcotraficantes para ayudarles a lavar ganancias del narcotráfico.

2010: Con Juan Orlando Hernández en la presidencia del Congreso Nacional, Juan Antonio Hernández y Ardon Soriano participaron en múltiples cargamentos de cocaína al mes, por varios medios de transporte, incluyendo helicópteros, aviones y barcos. Hernández Alvarado y Ardón Soriano transportarían aproximadamente 30,000 kilogramos de cocaína con destino a los Estados Unidos.

2012: Juan Orlando Hernández apoyó enmienda constitucional para que se autorice la extradición de ciudadanos hondureños sean procesados por narcotráfico en Estados Unidos. Sin embargo, en reuniones privadas Juan Hernández junto a otros funcionarios públicos hondureños prometen proteger a sus aliados del narcotráfico de la extradición a los Estados Unidos a cambio de grandes pagos y el apoyo económico en las próximas elecciones.

2013: Hernández comienza su campaña para convertirse en presidente de Honduras y acepta un estimado de 1 millón dólares estadounidenses en ganancias del narcotráfico de parte de Joaquín Guzmán Loera, también conocido como «El Chapo». La transacción fue realizada a través de su hermano Antonio Hernández, quien ya estaba trabajando en coordinación de Ardón Soriano y otra organización de narcotraficantes liderada por Miguel Arnulfo y Luis Antonio Valle Valle para proporcionar al Cártel de Sinaloa cantidades masivas de cocaína y con seguridad armada para transporte de los cargamentos a través de Honduras. A cambio de 1 millón de dólares estadounidenses, Juan Hernández prometió continuar protegiendo las actividades de narcotráfico del cártel de Sinaloa en Honduras.

Previo a las elecciones presidenciales, los fondos de la campaña de Juan Hernández fueron usados para sobornar a políticos y funcionarios electorales. Estos fondos, en parte provenían de ingresos del narcotráfico, con el fin de garantizar que Hernández ganará las elecciones. CC-1 y otros funcionarios viajaron a varios municipios y sobornaron a los funcionarios que controlaban los centros de votación para manipular el recuento de votos a favor de Hernández. «A cambio de este fraude electoral, Hernández protegió y apoyó las actividades de narcotráfico de Ardón Soriano».

2014: Tras su elección como presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández se asocia con Geovanny Fuentes Ramírez, un narcotraficante hondureño que operaba un laboratorio de cocaína en Honduras. Fuentes Ramírez proporcionó 25 mil dólares estadounidenses, bajo el entendimiento que Hernández le protegería, mientras que el mandatario tendría acceso al laboratorio de cocaína de Fuentes Ramírez.

Juan Orlando Hernández habría dicho a Fuentes que su hermano, Antonio Hernández, era quien estaba manejando las actividades del narcotráfico en Honduras y que Fuentes debía reportarse directamente en temas de narcotráfico a él y que iba a «meterle droga a las narices de los gringos».

Siempre en 2014, durante una reunión entre Juan Orlando Hernández, su hermano Antonio Hernández, Ardón Soriano y CC-1, entre otros, para discutir las extradiciones pendientes de Miguel y Luis Valle a los Estados Unidos, el entonces mandatario habría dicho que decidió extraditar a los Valle en respuesta a que ellos planeaban asesinarlo.

2017: Mientras hacía campaña para su reelección como presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández se reunió con Ardón Soriano para que financiara su campaña y a cambio le protegería de la extradición. Ardón Soriano aceptó, y utilizó aproximadamente $1,500,000 de dólares estadounidenses de ganancias del narcotráfico para, entre otras cosas, sobornar a otros políticos y funcionarios electorales para que apoyaran a Hernández en las elecciones de 2017. «Hernández fue entonces reelegido como presidente de Honduras», lee el documento.

2018-2019: La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York acusa a Antonio Hernández sobre su participación en el tráfico de cocaína y posteriormente condenado en octubre de 2019 por delitos que incluyen conspiración para importar cocaína a los Estados Unidos, posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos en apoyo de esa conspiración de narcotráfico.

Mientras esto ocurría en Nueva York, el presidente Hernández habría continuado «coordinando estrechamente con los narcotraficantes en Honduras para promover la conspiración». Lo ejemplifican señalando que, en mayo, un día después que Juan Hernández fue identificado como uno de los coconspiradores de su hermano, Geovanny Fuentes Ramírez visitó la residencia presidencial, momento a partir del cual Fuentes Ramírez pasó a pagarle a Hernández directamente los sobornos para su protección, por un total de cientos de miles de lempiras hondureños.

En el juicio contra Antonio (Tony) Hernández, «se presentó como prueba una fotografía recuperada del teléfono celular de Hernández Alvarado que muestra una ametralladora con el nombre de Hernández. También se presentaron como pruebas en el juicio de [Antonio] Hernández Alvarado libros de contabilidad de drogas que pertenecían a otro ex narcotraficante hondureño (“CC-2”) que contenían anotaciones con el nombre de Hernández Alvarado y las iniciales de Hernández, “JOH”, junto con las entradas correspondientes que reflejaban grandes pagos a [Juan Orlando] Hernández y [Juan Antonio] Hernández Alvarado».

Finalmente, señalan que una semana después de la condena de Juan Antonio Hernández Alvarado, presos armados con machetes y un arma de fuego asesinaron a CC-2 en una prisión hondureña para «evitar la posible cooperación de CC-2 en contra de, entre otros, [Juan Orlando] Hernández».

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