Crisis en Perú | Castillo busca un nuevo primer ministro para su cuarto gabinete en seis meses de gobierno
Presidente tendría listo un nuevo primer ministro “conciliador y estadista”
Por David Pereda y Daniela Mercado
El presidente Pedro Castillo busca calmar al país, crispado por su reciente desatino con el gabinete de Héctor Valer, al nombrar a un nuevo primer ministro que genere esperanza de un equipo ministerial con solvencia. Al cierre de esta nota, colaboradores del mandatario buscaban antecedentes de los profesionales considerados por Castillo para el cargo y la consigna era que anunciar hoy a quien liderará la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
Incluso se evaluaba si bastaba con el anuncio de quién sucederá al cuestionado Valer antes de la juramentación de los demás ministros. En ambos casos, la intención es apaciguar los ánimos de la población y diversos sectores, algunos incluso que ya se suman a pedidos de la renuncia presidencial, pese a haber antes apoyado al Gobierno de Castillo.
Mientras, el gabinete seguiría armándose hasta, según se proyecta, el martes o miércoles.
Castillo tiene varias reuniones desde que anunció la recomposición del gabinete ministerial, ante el amplio rechazo por denuncias de violencia familiar contra Valer, entre otras controversias de sus ministros.
En estos encuentros, el jefe del Estado pide recomendaciones para la Presidencia del Consejo de Ministros. De allí, Castillo ha hecho una selección que un grupo de sus colaboradores cercanos examina por si hay denuncias u otras situaciones problemáticas en diversos registros.
De este modo, se busca evitar otra crisis como la ocurrida con Valer, quien, apenas juramentado como primer ministro, enfrentó la difusión de denuncias de quien su esposa y su propia hija contra él por violencia, entre otras situaciones que aumentaron su desprestigio.
Las opciones
Se vocean diversos nombres para sucederlo: Dina Boluarte, vicepresidenta y actual ministra de Desarrollo e Inclusión Social; Hernando Cevallos, titular de Salud; Roberto Sánchez, a cargo del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, entre otros.
El canciller César Landa es una carta impulsada por sectores de la izquierda de Nuevo Perú, según coincidieron diferentes fuentes del Gobierno.
Si no acepta, otra opción sería un técnico que integra el Ejecutivo, asegura un colaborador cercano a Palacio de Gobierno.
“Landa ha puesto sus condiciones. Si no va él, hay una segunda carta con un perfil más técnico”, dice el informante.
“Hay varios nombres. Unos dos del actual gabinete podrían ser. Mañana (hoy) debe saberse”, aduce otra fuente del Ejecutivo.
Boluarte y Sánchez, voceados para la PCM por la prensa, empezaron a tuitear ayer en la tarde mensajes que aparecieron como anuncio de que ya se acerca un mejor gabinete ministerial.
“La situación macroeconómica del país es positiva y el entorno internacional mejora. Ahora toca resolver la crisis política con un Consejo de Ministros plural que goce de la mayor legitimidad, profesionalismo y transparencia. Construyamos gobernabilidad”, lanzó Boluarte.
“Por un gabinete de cambio democrático, progresista y popular que impulse los cambios políticos, económicos y sociales eliminando la pobreza, corrupción, discriminación y toda forma de violencia. El Gobierno del presidente Pedro Castillo siempre con el pueblo”, dijo Sánchez.
En estos días, el mandatario se ha reunido con diferentes personalidades en busca de perfiles idóneos para los ministerios. Buscaría expertos más técnicos.
El legislador Edwin Martínez, de Acción Popular, que se reunió con Castillo en la noche del sábado y en la mañana de ayer domingo, contó: “El ministro que va a elegir como premier estoy plenamente convencido de que reúne todas las características de un hombre conciliador, estadista que sí va a generar confianza no solamente en la población sino en el propio Congreso. (…) Considero que es algún apolítico que tiene muchísima capacidad de gestión, de consenso, irradia muchísima confianza”
Agregó que Castillo “ahora sí” ha decidido armar un cuadro técnico en los ministerios y “no seguir politizando al Estado”.
Castillo se reunió en los últimos días de forma constante con Roberto Sánchez, con el exministro y exparlamentario Yván Quispe y el secretario general del Nuevo Perú, Ever León. También recibió a Cevallos ayer domingo, según el registro.
Además, se encontró el sábado en Palacio por casi tres horas con Roger Nájar, quien fue voceado para ser primer ministro al inicio de la actual gestión.
El legislador Segundo Quiroz, del ala castillita de Perú Libre, pese a estar registrado en dos citas el sábado, adujo que no se llegaron a concretar las reuniones con Castillo y que no conversa con el mandatario desde hace más de un mes.
Hoy puede haber humo blanco, coinciden las fuentes. Mientras, se espera que no se vuelva a oscurecer esta gestión.
Nueva denuncia en contra de Valer’
Cuarto poder difundió que Héctor Valer representó en el 2017 al consorcio Coincar que administró el camal municipal provincial de Coronel Portillo. Ante la mala gestión, trabajadores interpusieron una demanda por afectación a sus derechos laborales.
Al consorcio se le ordenó abonar S/ 203.000. Sin embargo, la institución ya no existe y en última instancia la municipalidad fue liberada de “responsabilidad solidaria”.
Cuatro gobiernos en 6 meses: por qué Pedro Castillo no logra estabilizar Perú
Por Guillermo D. Olmo
Y había sido el tercer gobierno en los poco más de seis meses desde que Pedro Castillo asumió la presidencia del país.
Castillo anunció este viernes en un mensaje a la nación una «recomposición» del gabinete que había nombrado el martes.
La breve vida de sus gabinetes, incluido el caso extremo del último de ellos, muestra la inestabilidad que ha caracterizado la presidencia de Castillo.
Desde que llegó al poder contra todo pronóstico, Castillo ha alternado ejecutivos de orientación diversa, lo que ha llevado a sus críticos a acusarle de conducir el país con un rumbo errático, y ha visto cómo varios de sus ministros tenían que renunciar en medio del escándalo y cuestionados en el Congreso.
La última crisis
La crisis que terminó con el último gobierno comenzó a gestarse a las pocas horas de su formación.
Castillo sorprendió al nombrar presidente del Consejo de Ministros o primer ministro a Héctor Valer, un congresista del que el público tenía pocas referencias y que había ganado su curul como candidato de una formación considerada de extrema derecha.
Poco después, diferentes medios de comunicación locales comenzaron a destapar escándalos relacionados con el pasado de Valer. El mayor revuelo en su contra lo provocó la información del diario El Comercio que destapó que un juez le impuso medidas cautelares por una denuncia de su hija, que lo acusó de agredirlas a ella y a la difunta esposa del político.
Valer negó los hechos, pero desde uno y otro lado del frente político llegaron los mensajes de rechazo a que una figura con ese expediente ocupara un cargo tan importante y organizaciones feministas convocaron manifestaciones de protesta.
Otras informaciones acusaron a Valer de tener vínculos con un empresario perseguido por narcotráfico, tratar de robar una prueba psicotécnica para acceder a un cargo que no había logrado superar e incluso de no pagar el alquiler.
Este viernes, pocas horas antes del anuncio de Castillo, algunos de sus propios ministros se sumaron a las voces que demandaban que Valer fuera apartado.
Para entonces todas las bancadas del Congreso habían anunciado que no darían la preceptiva confianza parlamentaria a un gabinete encabezado por el nuevo primer ministro.
Valer había sucedido en el cargo a Mirtha Vásquez, que dimitió el pasado lunes, solo unos días después de que lo hiciera el ministro del Interior, Avelino Guillén.
Ambos denunciaron la existencia de corrupción a altos niveles del Estado y dijeron que Castillo no actuaba con la firmeza debida.
Problemas desde el principio
Castillo fue elegido presidente contra todo pronóstico.
En un escenario de máxima fragmentación y con porcentajes mínimos de apoyo para todos los candidatos, fue el más votado en la primera vuelta de las elecciones de 2021.
Muchos medios no encontraron fotos suyas para ilustrar las informaciones sobre el candidato más votado.
En la segunda vuelta derrotó a la candidata Keiko Fujimori y se convirtió de esta manera en el primer campesino presidente de Perú.
Para Ramiro Escobar, profesor de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya de Lima: «Castillo ganó porque hay un antifujimorismo muy fuerte, pero llegó al gobierno sin un norte ni una visión clara de lo que quiere hacer con el país».
Castillo fue candidato del partido radical de izquierda Perú Libre, cuyo presidente no podía presentarse al haber sido inhabilitado por corrupción, pero nunca terminó de identificarse totalmente con el ideario de un partido con el que ganó la presidencia pero en el que nunca militó.
Las elecciones dejaron además un Congreso muy fragmentado, con una heterogénea variedad de partidos, lo que obliga a Castillo a forjar difíciles alianzas para alcanzar un mínimo de estabilidad, pero hasta ahora no ha logrado ese objetivo.
Primer gobierno fallido
Castillo colocó al frente de su primer gobierno a Guido Bellido, hombre muy cercano a Vladimir Cerrón, presidente de Perú Libre y declarado admirador de la Cuba castrista, lo que se interpretó como una apuesta por las reformas radicales y una nueva Constitución que este tiene como banderas.
Pero Bellido acabó dimitiendo en medio de varios escándalos que salpicaban su imagen, como la investigación por su supuesta pertenencia a la trama de corrupción conocida como «Los dinámicos del centro», o la que sigue contra él la Fiscalía por un presunto delito de apología del terrorismo por sus comentarios sobre la figura de una histórica militante de la organización Sendero Luminoso.
Hernán Chaparro, psicólogo social de la Universidad de Lima, le dijo a BBC Mundo que sus meses de alineamiento con Perú Libre y «su insistencia en un proyecto de reforma constitucional que no es una prioridad para los peruanos le acabaron pasando factura».
El giro reformista también acabó mal
Castillo se decantó entonces por la abogada y activista Mirtha Vásquez como jefa del gobierno en octubre del año pasado.
Su designación, como el nombramiento de Pedro Francke como ministro de Economía, se interpretó como un giro hacia la moderación y un intento de transmitir un mensaje de estabilidad institucional al país y a los inversores internacionales.
Según Ramiro Escobar, «en los meses de Vásquez hubo una gestión aceptable pese a que también hubo turbulencias».
Pero esa tregua duró poco y terminó con la renuncia del ministro del Interior Guillén el pasado 28 de enero por sus desavenencias con el jefe de la Policía.
El abrupto final de la gestión de Vásquez supuso además el alejamiento de algunas de las fuerzas de izquierda moderada que hasta ahora habían apoyado a Castillo como única posibilidad frente a la «derecha golpìsta» con la que identifican al fujimorismo y otras fuerzas, lo que hace aún más difícil la posición actual del presidente.
Castillo defendió en una entrevista con CNN sus giros y aparentes cambios de criterio con el argumento de que como presidente ha estado en un proceso de «aprendizaje», pero a los que hasta ahora habían sido sus aliados parece habérseles agotado la paciencia.
Chaparro asegura que «la cadena de errores de Castillo lo ha dejado tan aislado políticamente que se ha generado una situación insostenible».
No es un problema nuevo
Sin embargo, la inestabilidad en la política peruana no empezó con Castillo.
La prueba está en que es el quinto presidente de Perú en cuatro años.
Hernán Chaparro señala que «nunca hay consenso entre el Ejecutivo y el Legislativo, y eso genera una crisis de gobernabilidad tras otra».
Pero para el analista, el problema de fondo estriba en que «los partidos se han convertido en máquinas electorales que manejan intereses personales y esto ha provocado una gran distancia ciudadana».
Este sábado, sin ir más lejos, se han convocado manifestaciones de protesta contra el gobierno, aunque se da la paradoja de que ese gobierno ya es historia, y las encuestas muestran que los peruanos creen que en su país la corrupción es uno de los principales problemas.
Qué pasará ahora
El pulso entre Castillo y el Congreso se mantiene.
En el mensaje en que anunció su nuevo cambio de gobierno, el presidente ni siquiera mencionó los escándalos de Valer y atribuyó al Congreso haber provocado la última crisis institucional.
La pregunta ahora es quiénes formarán su próximo gobierno y cómo convencerá al Congreso de que les dé el visto bueno.
Castillo anunció que abrirá ese gobierno a todas las fuerzas políticas, pero a estas alturas hay serias dudas de que logre recabar los apoyos necesarios.
Y sobre él, como sobre todos los mandatarios peruanos de los últimos años, pende la amenaza de la vacancia, un proceso por el que los congresistas pueden terminar prematuramente el mandato del presidente.
Escobar, sin embargo, matiza: «no se sabe si el sustituto de Valer va a tener los votos para la confianza, pero eso no significa que una vacancia contra Castillo los fuera a tener».
«No olvidemos que la vacancia implica nuevas elecciones y el riesgo para los congresistas de perder sus curules», acota.
Aunque el experto indica que Castillo puede enfrentarse a un fiscal más severo que el Congreso. «La calle ahora lo marca muy de cerca».
Y en la memoria colectiva permanece el recuerdo de las protestas que en noviembre de 2020 obligaron a dimitir a Manuel Merino solo cinco días después de haber jurado el cargo.
Sea como sea, solo hay una cosa que los peruanos pueden dar por segura: «Mucha inestabilidad».
Vladimir Cerrón: «Muchos alacranes a quienes el Presidente dio su confianza han volteado la cola y lo están picando»
El secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, llamó «alacranes» a los funcionarios públicos a los que el presidente Pedro Castillo otorgó su confianza y que ahora, después de abandonar sus cargos, han cuestionado al Gobierno, «generando inestabilidad política».
«Muchos alacranes a quienes el Presidente dio su confianza han volteado la cola y lo están picando, «alimentando la inestabilidad política». Usted lo sabía, se lo dijimos, se lo volvemos a decir, lo volverán a picar, ¿hasta cuándo? hasta que aprenda a identificarlos», señala Cerrón Rojas.
Muchos alacranes a quienes el Presidente dio su confianza han volteado la cola y lo están picando, "alimentando la inestabilidad política". Usted lo sabía, se lo dijimos, se lo volvemos a decir, lo volverán a picar, ¿hasta cuándo? hasta que aprenda a identificarlos.
— Vladimir Cerrón (@VLADIMIR_CERRON) February 5, 2022
Esto coincide con lo dicho por el mandatario. «Rechazo que algunos exfuncionarios a quienes otorgué toda la confianza para formar parte de mi gobierno, hoy formulen declaraciones irresponsables alimentando con ello la inestabilidad y la incertidumbre política».
Como recordamos, Mirtha Vásquez renunció a la Presidencia del Consejo de Ministros e indicó que el presidente tenía «asesores en la sombra». El exsecretario Carlos Jaico también señaló que el mandatario estaba en senda de errores debido a que no hacía caso a las advertencias de malos asesores.
Además, el mensaje parece señalar lo dicho por los ministros Roberto Sánchez y Hernando Cevallos, quienes rechazaron la designación de Héctor Valer en la presidencia del Consejo de Ministros. «La designación de la PCM no refleja el compromiso del Gobierno», dijo el titular de Salud.