Asesinan a tres personas LGBT+ en una noche en Honduras

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Tres personas diversas identificadas como Jonathan Gabriel Martínez (31), César Gustavo Zúñiga y María Fernanda Martínez (18) fueron asesinadas la noche de ayer en varios puntos de Honduras.

Jonathan Martínez y César Zúñiga, una pareja homosexual, fueron asesinados en la colonia La Sabana del sector Ticamaya, en el noreste de San Pedro Sula, en el norte hondureño. Mientras tanto, María Martínez murió a balazos en La Libertad, Comayagua, en el centro del país.

Con las tres muertes de ayer llegan a 405 las personas LGBT+ asesinadas desde el 2009 hasta hoy, según el Observatorio de Muertes Violentas de Cattrachas.

La primera víctima del 2022 fue Thalía Rodríguez en Tegucigalpa, Francisco Morazán. Luego, una mujer lesbiana fue asesinada en Choloma.

A estos crímenes se suman ahora las dos víctimas homosexuales en San Pedro Sula, departamento de Cortés, y la joven muerta violentamente en La Libertad, Comayagua. En total, en Honduras han sido asesinadas cinco personas diversas en lo que va de 2022.

Iban vestidos de policías

Según pobladores de Ticamaya, hombres vestidos de policías asesinaron a tiros a Jonathan Martínez y a su pareja, César Gustavo Zúñiga, en un negocio de bebidas alcohólicas propiedad de Martínez.

En el mismo hecho murió German Nufio Hernández, quien se presume que era cliente del expendio.

«Soy fuerte, pero no tengo valor de verte»

La misma noche que mataron a los tres hombres en San Pedro Sula, murió de varios balazos María Fernanda Fer Martínez en la colonia Bella Vista del municipio de La Libertad, Comayagua.

Karla Maribel Martínez dio a conocer en redes sociales la muerte violenta de su hija María Fernanda, quien años atrás se unió a una caravana de migrantes que se dirigía a Estados Unidos. Solo pudo llegar a México antes de que la deportaran porque era menor de edad.

«Pensé que eras la que me iba a ver así», escribió Karla, «pero me tocó a mi pequeña. Duele tanto. Soy fuerte, según yo, pero no he tenido el valor de verte. Me alegra saber que había muchas personas que te querían y me lo han demostrado. Solo me queda decirle gracias a cada uno de ustedes, Dios les bendiga hoy, mañana y siempre».

«Justicia y clemencia para Fer, que ya no haya más muertes innecesarias como esta. Era una persona muy joven. El sistema siempre se ensaña con lxs menores y eso es lamentable», dijo el director de la organización humanitaria Casa de Luz en Tijuana, Irving Mondragón, quien conoció de cerca a Fernanda cuando ella pasó por México de camino a Estados Unidos.

Karla continuó su emotivo mensaje en redes hablando sobre la aventura de su hija cuando intentó emigrar. «Fuiste bien aventurera. Muy pronto estaremos juntas. María Fernanda Martínez, te amo siempre».

Karla confesó que no siente «odio y rencor» por el asesinato de María Fernanda. También les deseó bendiciones a quienes la mataron. «Era una niña… 12 tiros y de remate le tiraron una piedra en su cabeza».

María Fernanda estaba a punto de cumplir 19 años, agregó su mamá en el «post». «Vuela alto, mi pequeña».

Condenan crímenes

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) condenó las muertes violentas de las tres personas LGBTI+.

«Expresamos nuestra solidaridad con los familiares de las víctimas», escribió Oacnudh en sus redes sociales. «La Oficina expresa su preocupación frente a los ataques, amenazas y hostigamiento que enfrentan las personas LGBTI en el país. El Estado hondureño debe garantizar la verdad, justicia y reparación por estos crímenes y la no repetición de los hechos».

Entretanto, desde Ciudad de México, la organización de ayuda a migrantes Casa Frida publicó en Twitter: «Desde México, Honduras y la región enfrentamos la que quizás es la mayor crisis de violencia y crímenes de odio por orientación sexual y/o identidad de género en 2022 que expone la cruda realidad ante la falta de voluntad política».

Para el defensor y psicólogo hondureño experto en migración, Osman Lara, los crímenes como el de Fernanda, Jonathan y César provocan aún más olas de desplazamiento forzado de personas diversas del país.

“Actualmente, de tres a cinco personas LGBTIQ+ viajan a diario desde San Pedro Sula rumbo a Estados Unidos y con el incremento de los crímenes de odio, muchxs se cuestionan si realmente salir del clóset es seguro en un país como Honduras”, señala.

Honduras es uno de los peores países de Latinoamérica para ser una persona de la diversidad sexual. Desde septiembre de 2021, la violencia agudizó después de que el expresidente Juan Orlando Hernández, unido con líderes del fundamentalismo religioso y políticos, utilizara mensajes para promover LGBTIQ+-odio en el marco de las elecciones generales pasadas.

“Para Juan Orlando, las personas diversas somos enemigos de la patria y no nos quieren”, señala Lara. Desde entonces, las agresiones, crímenes y ataques en diferentes medios de comunicación han sido más recurrentes, según denuncias de más de 30 organizaciones.

En contraste con el discurso del 12 años del gobierno nacionalista, la nueva presidenta de Honduras, Xiomara Castro, prometió en su toma de posesión que las personas LGBTI+ tendrían “un lugar y atención precisa” dentro de su gobierno.

El nuevo gobierno de centroizquierda que lidera la primera presidenta del país tendría que investigar estas primeras tres muertes. Además debe cumplir la sentencia de la Corte IDH que condenó a Honduras por el asesinato de Vicky Hernández y otrxs en el marco del golpe de Estado del 2009. El Estado hondureño tiene que hacer una serie de reparaciones y reconocimientos para las personas trans y LGBT+ en el país.

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