Argentina | El gobierno comienza una intensa agenda para renovar el reclamo sobre las Islas Malvinas

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Por Claudio Mardones

El inicio de este año impone una agenda clave para el Gobierno por el 40°aniversario de la Guerra de Malvinas. El 2022 será determinante para la cultura malvinera. Comenzará este lunes, con un inédito acto oficial para conmemorar los 189 años de la usurpación británica de las islas. Continuará con un programa de actividades que durará todo el año, a lo largo de todo el país, pero también contará con momentos diplomáticos y políticos de alto calibre, como la posible presencia del presidente Alberto Fernández en la próxima sesión que realizará a fines de junio el Comité de Descolonización de la Organización de Naciones Unidas.

La cita anual será en Nueva York y en el Palacio San Martín no aportan precisiones sobre la eventual presencia del Presidente en ese encuentro. Allí, frente a los representantes británicos, quien represente al país volverá a ratificar el interés argentino por retomar las negociaciones por las islas, pero en cumplimiento de las resoluciones del Comité de Descolonización que reconoce los derechos de soberanía de Argentina sobre las islas y le reclama a las partes que retomen las negociaciones lo más pronto posible. Para llegar a ese momento todavía quedan seis meses por delante.

La señal de largada se concretará este lunes con un acto que habitualmente no se realiza en cada comienzo de año. En esta oportunidad participarán distintos funcionarios, entre ellos el secretario de Malvinas, Guillermo Carmona. Algunas fuentes hablan de la presencia del canciller Santiago Cafiero y del Presidente, pero no hubo confirmación.

La tensión con Londres por Malvinas subió de tono antes de Navidad, cuando el primer ministro Boris Johnson, aprovechó el saludo que envía todos los años a los isleños y le incluyó una chicana para la Argentina. “Será un año en el que todos podríamos recordar debidamente el aniversario de la invasión, ocupación y liberación de nuestras islas”, lanzó el mandatario británico para referirse a los 40 años de la guerra. “Hay una cosa que permanece absolutamente inalterada: el compromiso del Reino Unido con las Falklands y su pueblo”, aseguró Johnson en una arenga que busca equilibrar la zozobra que viven los isleños desde que el Reino Unido dejó la Comunidad Europea. El principal impulsor del Brexit también reivindicó que la Federación Internacional de Tenis de Mesa, reconoció «ante las ruidosas protestas de algunos sectores, la soberanía inviolable de los jugadores de tenis de mesa de las Falklands».

El encargado de responderle fue el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona. “¿Vale el festejo por la admisión en un ente de derecho privado?” cuando “en los organismos internacionales el colonialismo británico siempre pierde por goleada”, escribió el funcionario desde su cuenta de Twitter para enumerar los reconocimientos de la soberanía argentina que ya hicieron la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Tribunal de Justicia Internacional (TJI). “Cuando faltan las razones aparece la retórica militarista”, remarcó Carmona y acusó a Johnson de “jactarse de una victoria militar que el derecho internacional no reconoce como título de soberanía”.

El origen: la expulsión violenta del gobernador Luis Vernet

El evento de este lunes fue pensado para hacer foco en el 3 de enero de 1833, cuando una corbeta de la Marina Real Británica amenazó al por entonces gobernador de las islas, LuisVernet, designado por el gobierno de Buenos Aires. Fue advertido de afrontar un ataque superior y los británicos le exigieron la rendición. Cuando Vernet fue expulsado, el jefe de la nave, con el apoyo de otro buque de guerra, dejó a uno de los pobladores de Puerto Soledad a cargo de la bandera británica. Era un irlandés que había sido contratado por Vernet y había sobrevivido al primer ataque sufrido por las autoridades argentinas en Malvinas a fines de 1831: un buque de guerra norteamericano atacó el puerto como represalia a las infracciones que Vernet le había impuesto a buques de cazadores de lobos marinos procedentes de Estados Unidos.

El repaso por esas cicatrices de la historia será el comienzo del año de actividades sobre Malvinas. El epicentro será entre el 2 de abril, cuando comenzó la recuperación militar de las islas y el 10 de junio, fecha de la caída de las tropas en Puerto Argentino. La conmemoración de los hechos de 1833 serán el comienzo de las agenda «Malvinas 40 años», que anunció Fernández en el día de la soberanía nacional. Será desarrollada mediante una mesa de ocho ministerios que sumó al gobierno de Tierra del Fuego.

En el Palacio San Martín explicaron que la idea es que las conmemoraciones vayan más allá de las dos fechas emblemáticas. «Ha sido concebido de manera federal y desde una perspectiva multidiensional, porque la cuestion Malvinas involucra y moviliza no sólo a distintas áreas del gobierno, sino a toda la sociedad desde lo diplomático, lo político y lo parlamentario», detallaron en el área que lidera Carmona, al frente de la mesa interministerial por el aniversario.

La agenda política

En diciembre, la previa de los 40 años, estuvo marcada por los ofrecimientos del Gobierno a Londres para reestablecer los vuelos que conecten a las islas con el continente para trasladar a quienes quieren regresar. Según la información que maneja la Cacillería, en su mayoría son trabajadores pesqueros que provienen de Chile. El Foreign Office le dejó la respuesta al gobierno de las islas, que la Argentina desconoce. El punto será parte de los planteos que llevará adelante la administración de Fernández durante este año, aunque sabe que los isleños no quieren recibir vuelos de Aerolíneas Argentinas en la base militar de Mount Pleasant. Hasta el comienzo de la pandemia sólo recibían los vuelos semanales de Latam, que salían de Santiago de Chile, hacían escala en la ciudad trasandina Punta Arenas, luego en Río Gallegos y concluía en el aeropuerto que opera la fuerza aérea británica, ubicado a 43 kilómetros de Puerto Argentino.

El 2021 que concluyó con la estrategia de reestablecer los vuelos arrancó con señales inquietantes en el Mar Argentino. A mediados de febrero el submarino nuclear norteamericano USS Greeneville navegó frente al límite de las aguas argentinas y recibió apoyo en Malvinas por parte de un avión de la marina británica. La información se conoció por la cuenta oficial de Twitter del Comandante de las Fuerzas Submarinas del Atántico de la Armada norteamericana (@Comsublant) y fue repudiada en primer lugar por el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella.

Se presume que el submarino nuclear participó de un ejercicio organizado por los dos países miembros de la OTAN y que el Greeneville venía de participar del ejercicio «Cruz del Sur», donde también navegó el buque USCG Stone, de la Guardia Costera norteamericana que no amarró en Mar del Plata porque la Cancillería le advirtió que no podría ejercer tareas de patrullaje en las aguas argentinas.

Tiempo Argentino

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