Argentina | Una investigadora del Conicet logró medir la masa de la estrella gigante más grande de la galaxia
Una becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que forma parte del Instituto de Astrofísica de la ciudad de La Plata, logró medir la masa de la estrella gigante más caliente de la galaxia, un dato muy importante para entender sobre su desarrollo y evolución.
Gracias a imágenes obtenidas en el observatorio Las Campanas, ubicado en las montañas del desierto de Atacama, Chile, un equipo de especialistas, integrado por la científica argentina, pudo catalogar y caracterizar al astro de nombre HM1 8.
Según explicaron desde el Conicet, conocer la masa –la cantidad de sustancia que posee un objeto– de una estrella es esencial en este campo de investigación. A partir de esa información, se puede obtener la evolución que tendrá el objeto, «es decir cómo nacerá, qué fases atravesará, cuánto tiempo vivirá y de qué manera morirá».
«Haber logrado medir la masa en la estrella más grande y caliente de la que se tenga información hasta el momento en nuestra galaxia es, para un equipo del Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP, CONICET-UNLP), un logro enorme y trascendental», comentaron los investigadores.
Se conocen 139 estrellas así en la galaxia
En la Vía Láctea hay unos 100 mil millones de estrellas en total, de las cuales solo algunos miles son masivas –estrellas cuyo cuerpo es 8 veces o más la masa del Sol al nacer–. «De estas últimas, apenas 138 se conocen» y la HM1 8, estudiada por este equipo de investigación, ahora se suma a la lista como la 139.
HM1 8 está a 9 mil años luz de la Tierra. Su masa es 34 veces la del Sol y su diámetro, 10 veces mayor en relación a este. Además tiene una temperatura superficial 7 veces más alta.
Otro dato interesante sobre el cuerpo celeste estudiado es la luminosidad «que supera ampliamente la energía emitida por la estrella central del Sistema Solar: brilla 250 mil veces más».
En cuanto a su edad, las observaciones muestran que tiene unos 2 millones de años. Es decir, un tiempo que la ubica más o menos en la mitad de su vida, teniendo en cuenta que estos objetos tan masivos duran menos de 10 millones de años, muy poco en comparación a las de menor tamaño, cuya existencia alcanza varios miles de millones de años.
Somos polvo de estrellas
Las estrellas masivas son las únicas que a lo largo de su evolución pueden formar todos los elementos químicos de la tabla periódica. De ahí la importancia de conocer más sobre su desarrollo.
“Al principio, cuando surgió el universo, había solo dos gases: hidrógeno y helio. El resto de los elementos, como el calcio, el carbono, el oxígeno y más, se constituyeron con el tiempo dentro de las estrellas, para dispararse hacia el espacio cada vez que una se extinguía», grafica Gabriel Ferrero, astrónomo del IALP y también autor de la investigación.
«Por medio de ese proceso, se conformaron los átomos de nuestro cuerpo, y de ahí el dicho ‘somos polvo de estrellas’”, agregó.
Sin embargo, no todas las estrellas son capaces de producir estos elementos sino solo las más grandes, entre las que se encuentra HM1 8, ahora caracterizada como «la estrella más masiva y caliente de la que se tengan medidas precisas en toda la Vía Láctea”.