Otra masiva marcha contra las nuevas medidas y el autoritarismo de Bukele
Salvadoreños vuelven a las calles para protestar por abusos de Bukele
Por Milton Rodríguez / Ricardo Avelar
Los salvadoreños indignados volvieron ayer a las calles. Por tercera vez en menos de un mes, ciudadanos de diferentes profesiones y formas de pensar coincidieron en una multitudinaria protesta para exigir un alto a los abusos de poder del gobierno de Nayib Bukele.
Los temas principales que los aglutinaron fueron la remoción ilegal de jueces y la captura del Órgano Judicial, la consolidación del poder en torno a una sola figura, los golpes a la democracia, la imposición del Bitcoin como moneda de curso legal y el incumplimiento de las obligaciones con los veteranos de guerra.
En torno a las 8 de la mañana, centenares de personas empezaron a llegar a la céntrica plaza del Divino Salvador del Mundo, en San Salvador, desde donde marcharon hacia el Palacio Legislativo.
Si bien llegaron por distintas causas, al igual que en las protestas del 7 y del 15 de septiembre, formaron un solo grupo que exige, principalmente, que cesen los grandes abusos de poder en El Salvador.
Rechazo al autoritarismo
“Creo que presentarse a una marcha como esta es un ejercicio de nuestro derecho para decir que no estoy de acuerdo (…), estamos expresando nuestro rechazo a todas las expresiones del autoritarismo que estamos viviendo en este momento”. Así justificó ayer su presencia en la marcha el presidente de la Fundación DTJ, José Marinero.
Este jurista ha participado en las diferentes concentraciones en septiembre para protestar contra la concentración del poder, la imposición de una Sala inconstitucional que ya avaló la reelección aunque la Constitución lo prohíbe expresamente, así como la remoción de jueces.
Marinero recalcó que estos temas no competen exclusivamente a los jueces y abogados de la República. “Sin independencia judicial no hay manera de mantener el respeto de los derechos humanos” de todos los ciudadanos, explicó.
La jefa jurídica de Cristosal, Ruth Eleonora López, también asistió a la marcha y destacó la importancia de reivindicar el derecho a la protesta.
“La protesta es importante, es una forma de libertad de expresión, es una muestra de resistencia y de valentía pero además, de la convicción de la defensa de los derechos humanos de cada una de las personas que están aquí”, manifestó.
Además, explicó que una protesta como estas abre las puertas a “toda persona que se sienta vulnerada, al no existir un mecanismo institucionalizado para reclamar”. Esto, pues Nayib Bukele ha capturado casi todas las instituciones que protegen los derechos de los ciudadanos.
Stanley Quinteros, secretario general del Sindicato de Empleados y Empleadas Judiciales (SEJES), denunció que los funcionarios del gobierno “están rompiendo el orden constitucional”.
Este mismo mensaje trasladaron otros cientos de ciudadanos, que ante los constantes abusos y el riesgo de ser reprimidos u hostigados por la maquinaria estatal, eligen salir a exigir respeto a la Constitución y a la democracia.
Veteranos exigen sus derechos
Cientos de veteranos del conflicto armado también se unieron a la marcha de este jueves y exigieron que el gobierno cumpla con sus compromisos y además honre las promesas que en campaña les hizo Nayib Bukele.
Entre ellas, pensiones más altas y becas para los hijos de los excombatientes, tanto de la Fuerza Armada como del FMLN.
Este grupo, que se ha mantenido en pie de lucha y resistencia por años, demostró ayer que no sucumbirá a fin de exigir que se respeten sus derechos y su dignidad.
Además, acuerparon los mensajes de otros ciudadanos y exigieron “no a la dictadura” y “no a la Ley del Bitcoin”.
Continúa el rechazo a la imposición del Bitcoin
Otro tema importante de la marcha fue el continuo rechazo a la imposición del Bitcoin como moneda de curso legal, vigente en El Salvador desde el 7 de septiembre.
Este activo ha causado pérdidas a pequeños negocios, fallos en el uso de la aplicación y costos millonarios a los contribuyentes salvadoreños, pues con sus impuestos se compró a precio elevado y las fluctuaciones han derribado el valor del activo.