Chile | Eduardo Ocampo, candidato a diputado: «Los Pandora Papers dan cuenta de una corrupción política, empresarial y ambiental desde la cabeza misma del Ejecutivo»

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Entrevista a Eduardo Ocampo Castillo, candidato a diputado por el Partido Comunista y el pacto Apruebo Dignidad

Contexto de Nodal
Desde el 19 de octubre una comisión legislativa analiza la acusación constitucional contra Sebastián Piñera por los Pandora Papers. Esas filtraciones revelaron que en 2010 la familia del presidente vendió el megaproyecto Minera Dominga a su amigo Carlos Délano a través de un paraíso fiscal en las Islas Vírgenes. Además, la transacción tenía como condición que la zona donde se emplazara el proyecto no sea declarada reserva natural, lo que Piñera garantizó durante su primer mandato. Se estima que en la primera quincena de noviembre la Cámara de Diputados vote si se destituye al presidente, para pasar luego a debatirse en el Senado.

Por Denise Godoy, de la redacción de NODAL

Mientras avanza la investigación contra Sebastián Piñera en el Congreso por los Pandora Papers, y a menos de un mes de las elecciones presidenciales, NODAL conversó con Eduardo Ocampo Castillo, candidato a diputado por el Partido Comunista y el pacto Apruebo Dignidad, quien analiza el impacto del escándalo del presidente, el panorama preelectoral y el ascenso de la ultraderecha.

¿Qué expectativas hay en torno a la acusación constitucional contra Piñera que se debate en el Congreso tras las revelaciones de los Pandora Papers? ¿Cree que se podría llegar a la destitución del presidente?

En el caso de Piñera, las revelaciones de los Pandora Papers dan cuenta de una corrupción política, empresarial y ambiental desde la cabeza misma del Poder Ejecutivo. En concreto, una demostración más de que el presidente-empresario usa las instituciones públicas para su beneficio y patrimonio.

La acusación constitucional tiene mayores opciones de aprobarse que la que se presentó en medio del estallido social. Hoy Piñera no es un factor de unidad entre las derechas y los poderes empresariales que sostienen el modelo político y económico, dado que no le garantiza estabilidad al tiempo que se ha ido quedando crecientemente aislado. No es descartable que legisladores de derecha se sumen a un voto opositor que tiene algún nivel de consenso ya que no pocos de esos liderazgos buscan sus reelecciones en noviembre, al mismo tiempo que crece [José Antonio] Kast, desde la ultraderecha, y no les conviene quedar asociados a los escándalos de Piñera. Es decir, la suma de estos factores, Piñera en solitario que no garantiza estabilidad al modelo y una derecha en reconfiguración en pleno momento electoral, si bien no aseguran el éxito de la acusación, pueden ponerla más cerca de una mayoría que impliquen la destitución de Piñera, lo que sería inédito. De todos modos, no es descartable que haya algún tipo de salvataje bajo el ya tradicional pretexto del «cuidado de las instituciones» que acostumbran los defensores del neoliberalismo por derecha y centroizquierda. El cuadro está bastante abierto.

¿Qué impacto está teniendo este escándalo en el escenario electoral y en el candidato del oficialismo Sebastián Sichel?

En el país ya existe una visión extendida de que Piñera sirve a sus propios intereses. En eso no ha sido sorpresa. Sí, ha sido un nuevo golpe para un sector que ya viene debilitado desde el estallido social del 2019 y losprocesos electorales posteriores. Sobre Sichel, hoy es una candidatura que ha dejado de ser competitiva y va pasando a ser más bien testimonial, sin mayores posibilidades de pasar a segunda vuelta. Cabe señalar que Sichel es un artefacto producido desde La Moneda y los grandes grupos empresariales como una fachada de renovación en medio de la crisis del sector. Se ha posicionado como independiente, centrista, relevando una biografía supuestamente vinculada a la pobreza, siendo además ex militante demócrata cristiano, pero rápidamente quedó demostrado su alineamiento con el modelo económico y político y los poderes concentrados que lo sustentan. Sichel se ha debilitado con los Pandora Papers pero ya venía en desplome dada su oposición férrea a un nuevo retiro de fondos de los fondos de pensiones, demanda que tiene gran apoyo popular, lo que a ojos de la mayoría lo pone del lado de estas desprestigiadas empresas. Luego se conoció que había recibido financiamiento de las principales empresas del gas licuado.

¿Cómo evalúa el marcado ascenso en las encuestas del candidato de ultraderecha José Antonio Kast a menos de un mes de las presidenciales?

El ascenso de Kast obedece a múltiples factores. Uno de ellos es que logra crecer en medio de la crisis de las derechas, dado el deterioro del gobierno y de su coalición, y del desplome definitivo de su candidato Sichel. Kast logra convocar a los votantes conservadores en lo cultural, social, político y económico, que perciben a Piñera y Chile Vamos como una derecha débil y arrinconada por el empuje de distintas expresiones transformadoras que en Chile se han abierto paso con gran fuerza durante los últimos años. Además, hay franjas importantes de la sociedad que claman «orden» en medio de procesos de conflicto y cambio (las protestas callejeras, los flujos migratorios, el proceso constituyente, entre otros). En eso el abanderado de ultraderecha ha logrado interpretar algunas de esas sensaciones y temores, creciendo y asentando su espacio político y electoral.

Es muy preocupante, dado que representa la negación de los avances civilizatorios en materia de derechos humanos. Para el candidato hubo «gobierno militar» y no dictadura, busca la salida de Chile de los instrumentos internacionales en la materia y, frente a los casos impunes de violaciones a los DDHH en la revuelta de 2019, se pone sistemáticamente del lado de los agentes estatales, insiste en el uso de fuerza militar en territorios de pueblos originarios, propone salidas a la situación migratoria calcadas a las de Trump, defiende a ultranza el modelo económico y niega los derechos de mujeres y disidencias bajo la etiqueta de «ideología de género», como ya es conocido en el continente.

En cualquier caso, a pesar de su crecimiento, lo que representa aún es minoritario y Apruebo Dignidad (alianza política de partidos y movimientos por la superación del neoliberalismo, con participación del Frente Amplio, Partido Comunista e independientes), es la fuerza mejor perfilada en el escenario presidencial y parlamento, y que cuenta en su interior con importantes grupos de activistas y militantes vinculados a los diversos procesos de transformación democrática.

Gabriel Boric es el aspirante a La Moneda en mejor pie. Para muchas y muchos existe la plena convicción de que el aprendizaje colectivo representado por la revuelta popular, la apertura del proceso constituyente y la articulación que hoy se consolida en Apruebo Dignidad, son elementos decisivos para un triunfo democrático en noviembre y la derrota de la ultraderecha. Y en eso estará el empeño de las izquierdas y movimientos sociales en las semanas que siguen, donde Chile puede tener, de forma inédita, un gobierno por transformaciones estructurales que supere el pacto establecido en torno a la Concertación y la derecha en función de la defensa y profundización de un modelo de injusticias y desigualdades.

– Eduardo Ocampo Castillo es Licenciado en Ciencias Políticas y Administrativas. Candidato a diputado del distrito 26 por el Partido Comunista y el pacto Apruebo Dignidad.

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