Argentina | Fernández tras la reunión con la titular del FMI: “Negociar con firmeza es recuperar soberanía”

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Por Marina Artusa

“Negociar con firmeza es recuperar soberanía”, dijo el presidente Alberto Fernández al salir de la reunión que mantuvo ayer con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en Roma.

El presidente, que está participando en la cumbre de mandatarios del G-20, consideró que fue un “buen encuentro”el que mantuvo con Georgieva en la embajada argentina en Roma sobre la renegociación de la deuda argentina.

Fernández, que llegó más de 15 minutos tarde a la cita, aspira, además, a que se reduzcan o supriman las sobretasas que se aplican a los países que, como la Argentina, exceden el cupo que les correspondería en los préstamos que toman.

En el encuentro con la titular del FMI, Fernández estuvo acompañado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.

“Fue una reunión constructiva donde seguimos buscando construir entendimientos”, dijo Guzmán al canal TN a la salida del encuentro. El ministro ya había mantenido una cena con Georgieva el viernes, apenas aterrizó en Roma, de la que también participó la reina Máxima de Holanda.

“Discutimos la situación económica en la Argentina y el compromiso entre el equipo económico y el staff del FMI para continuar trabajando para encontrar un camino a seguir en nuestra relación”, dijo Georgieva al salir de la embajada argentina.

El Gobierno argentino apunta a la renegociación de la deuda de US$ 44.000 millones que mantiene el país con el FMI y esperar lograr el apoyo de los líderes del G20 para reducir o suprimir las sobretasas que se aplican al préstamo otorgado a aquellos países que superan las cuotas de crédito. En el caso de Argentina, representan 900 millones de dólares por año.

Kristalina Georgieva sale de la embajada argentina luego del encuentro con el presidente Alberto Fernandez. Foto: Victor Sokolowicz

Kristalina Georgieva sale de la embajada argentina luego del encuentro con el presidente Alberto Fernandez. Foto: Victor Sokolowicz

El presidente Fernández y Georgieva se volvieron a ver luego de cinco meses, cuando se reunieron también aquí, en Roma, durante la gira que Alberto Fernández realizó por algunas capitales europeas –Madrid, París, Roma y Lisboa- en busca de apoyos para su renegociación con el FMI.

Esta vez, la cita en la embajada argentina, que duró una hora y media, le impidió al presidente llegar a tiempo a la visita a las termas de Diocleciano que el primer ministro italiano y anfitrión de este G-20, Mario Draghi, organizó para agasajar a sus pares.

La buena noticia para la Argentina en este G-20 es que, en el documento final que los presidentes y jefes de Estado tendrán que aprobar hoy, se logró introducir el término “sobrecargos”, palabra que desvela al gobierno de Alberto Fernández en su apuesta por lograr la reducción o supresión de las sobretasas, según confirmó el canciller Santiago Cafiero.

El ministro de economía Martín Guzmán sale del encuentro con Kristalina Georgieva en la embajada argentina. Foto: Victor Sokolowicz

El ministro de economía Martín Guzmán sale del encuentro con Kristalina Georgieva en la embajada argentina. Foto: Victor Sokolowicz

Más temprano, en su discurso frente al plenario del G-20, Fernández ya había hablado de la deuda que Argentina tiene con el FMI y sostuvo que “es un claro ejemplo de lo que está mal”.

“La deuda externa que mi Gobierno heredó con el Fondo Monetario Internacional y que hoy estamos afrontando es un claro ejemplo de lo que está mal: única en la historia por su monto y por sus condiciones de repago, aprobada para favorecer a un gobierno en la coyuntura, acaba condenando a generaciones que impávidas el destino que le ha sido impuesto”, cuestionó el presidente argentino.

“El presidente hizo hincapié en la necesidad de reveer la arquitectura financiera internacional que hoy es un obstáculo más que una herramienta que promueva el desarrollo”, dijo Cafiero sobre la intervención de Alberto Fernández en el primer encuentro del trabajo de esta cumbre y en las reuniones bilaterales que mantuvo con los mandatarios de Alemania, Angela Merkel; de Francia, Emmanuel Macron, y de España, Pedro Sánchez.

“La discusión de la deuda no debe ser un ancla para la recuperación de la Argentina. Es necesario llegar al mejor acuerdo posible para que no se detenga la recuperación de la Argentina”, dijo el canciller en un encuentro con periodistas argentinos.

En el encuentro bilateral con la canciller Angela Merkel, que se está despidiendo de su cargo, Merkel le presentó a Olaf Scholtz, su posible sucesor.

Y aunque Alemania no se comprometió a votar a favor de la posición argentina en la reunión del board del Fondo Monetario Internacional prevista para diciembre –voto que tampoco garantizó Francia aunque sí el español Pedro Sánchez-, el canciller Cafiero confirmó que “se terminó de cerrar la financiación de la represa Chihuido, en el Sur”. El presupuesto es de 2.200 millones de dólares y participarán empresas nacionales.

Con la vista fija en la aprobación del documento final que incluye el tema de las sobretasas, el presidente Alberto Fernández participó ayer por la noche, junto a la primera dama, Fabiola Yañez, en la cena que el presidente italiano, Sergio Matarella, dio en su residencia del Palazzo del Quirinale.

Está previsto que hoy, en el último día de la cumbre, hable en dos paneles: los dedicados al financiamiento para la recuperación y al financiamiento para la transición energética.

Clarín


Ante el G20, Alberto Fernández le apuntó duro al FMI por la deuda: «No hay inocentes en esta historia»

Por Julián Guarino

El presidente Alberto Fernández participa del decimosexto encuentro de los jefes de Estado de los países miembros del G20 entre los cuales se encuentra la Argentina. En su discurso, criticó a la actual estructura del sistema financiero global. Pero, sobre todo, al FMI.
 
“El actual sistema, que prioriza a la especulación por sobre el desarrollo de los pueblos, debe cambiar. La deuda externa que mi gobierno heredó con el Fondo Monetario Internacional y que hoy estamos afrontando es un claro ejemplo de lo que está mal: única en la historia por su monto y por sus condiciones de repago, aprobada para favorecer a un gobierno en la coyuntura, acaba condenando a generaciones que miran impávida el destino que le ha sido impuesto”, dijo el mandatarioAdemás sentenció: “No hay inocentes en esa historia. Son tan responsables los que se endeudaron sin atender las ruinosas consecuencias sobrevinientes, como los que dieron esos recursos para financiar la fuga de divisas en una economía desquiciada”.“Que nadie se confunda. No vengo a renegar del capitalismo. Vengo a alzar mi voz contra los que han sometido al capitalismo de la producción y el trabajo a la lógica de la especulación financiera. La ética social debe darle contenido a la economía. El G20 debe involucrarse en esa tarea sabiendo que tanta injusticia social rodea nuestras vidas”, dijo.

Además señaló que con la pandemia, “vimos como la desigualdad se profundizaba”. “Nuestra templanza está a prueba. Quienes renegamos de un mundo en el que la riqueza se concentra y la pobreza hunde a millones, debemos fortalecer nuestras convicciones. Es hora de convocar a una reflexión colectiva. Es tiempo de que nuestras almas se involucren tanto como nuestros cerebros”, sostuvo el mandatario argentino.

“Millones de hombres y mujeres viven en la pobreza. Esa población sufriente habita, en su inmensa mayoría, en países en desarrollo. En el marco de la pandemia, estas disparidades estremecen. Casi el 80 % de las vacunas producidas se aplicaron en países de altos ingresos. En cambio, más del 60 % de la población de nuestra región aún no tiene completado su esquema de vacunación. La vacuna aún no es un bien global. Ese triste panorama se patentiza cuando vemos que se restringe la movilidad de las personas según haya sido la vacuna a la que pudieron tener acceso”, señaló ante los líderes del G20.

En esa línea, continuó: “La globalización iba a convertir al mundo en una “Gran Aldea”, la casa común de la que habla el Papa Francisco. Nacía la esperanza de una comunidad integrada y una convivencia pacífica. Los resultados fueron otros. La codicia de los poderosos condenó al olvido a millones de “aldeanos”. El financiamiento internacional debe fijar nuevas reglas para poder igualar nuestras sociedades, con impactos positivos y enfrentando el cambio climático.

Ámbito


 

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