La cumbia colombiana se postula para ser patrimonio nacional
La cumbia, su baile y su historia buscan ser patrimonio nacional
Tiene sonidos negros e indígenas, especialmente, y es uno de los ritmos colombianos más conocidos en el exterior. Incluye baile, canto, música y tradición.
Es la cumbia colombiana, la verdadera, de la que el investigador Guillermo Abadía Morales, en su ‘Compendio del folclor colombiano’, de 1962, dijo que es «la fusión de la melancólica flauta indígena, gaita o caña de millo, de las etnias cunas y koguis, respectivamente, y la alegre e impetuosa resonancia del tambor africano».
Agrega que también tiene «los cantos y coplas, que son aporte de la poética española, aunque adaptadas».
Sobre el baile, manifiesta que lleva «movimientos sensuales, marcadamente galantes, seductores, característicos de los bailes de origen africano. Las vestiduras tienen claros rasgos españoles: largas polleras, encajes, lentejuelas, candongas y los mismos tocados de flores y el maquillaje intenso en las mujeres; camisa y pantalón blanco, pañolón rojo anudado al cuello y sombrero en los hombres».
Todo este compendio y mucho más, ha sido avalado por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, para la postulación de la cumbia como Patrimonio de la Nación.
«Es el reconocimiento al aporte invaluable de músicos, compositores, bailarines y coreógrafos, que han hecho posible que esta manifestación cultural sea un referente de nuestro país en el mundo», dice el documento de la entidad.
Ahora, la Gobernación del Magdalena, junto con los portadores de esta manifestación, inician el «proceso de reconocimiento como patrimonio inmaterial de los colombianos», a través de la elaboración del Plan Especial de Salvaguardia (PES), que deberá presentarse al Consejo Nacional de Patrimonio (CNPC) para «buscar la inclusión en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional».
Además de haber nacido del mestizaje, consolida la identidad de los pueblos del Caribe colombiano y tiene «un conjunto de prácticas y tradiciones vinculadas a su desarrollo, como el vestuario, la fabricación de instrumentos artesanales, los rituales y las fiestas».
Sus oígenes no son muy exactos. En la época de la conquista ya se hablaba de la gaita como un instrumento que tocaban los indígenas de la zona caribe.
Del biale hay datos de las primeras décadas de 1800, que narran cómo se divertían los habitantes de las riberas de los ríos de la costa norte, especialmente el Magdalena, así como en Cartagena y Santa Marta.
Igualmente, en la reunión del Consejo Nacional de Patrimonio se aprobó el Plan Especial de Manejo y Protección del Teatro Amira de la Rosa de Barranquilla, con el fin de recuperar este Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional.