México | Ariadna Bahena, activista de la consulta popular: “Este momento es histórico porque se pone sobre la mesa la importancia de la democracia participativa”

Por Luciana Mazzini Puga, de la redacción de NODAL

Este domingo los mexicanos y las mexicanas votarán por primera vez una consulta popular a nivel nacional impulsada por Andrés Manuel López Obrador para definir si se enjuicia a expresidentes por diversos delitos.

Si bien el presidente había propuesto nombrar en la consulta a los cinco exmandatarios -Carlos Salinas de Gortari (PRI), Ernesto Zedillo (PRI), Vicente Fox (PAN), Felipe Calderón (PAN) y Enrique Peña Nieto (PRI)-, la Corte decidió sacarlos de la pregunta que, finalmente, será así: ¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminada a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.

Ariadna Bahena, militante feminista y activista nacional por la consulta popular, dice que con este ejercicio se busca “empezar a nombrar que existen redes criminales en los tres niveles de poder en nuestro país”. Además asegura que se busca “establecer garantías de no repetición y marcar un precedente donde podamos exigirle a los representantes actuales cuentas claras de las decisiones que están tomando”.

¿De qué delitos se acusa a los expresidentes y por qué es tan importante que se realice la consulta popular?

La consulta habla del juicio a expresidentes y de procesos de esclarecimiento de las decisiones tomadas por los actores políticos del pasado. Los motivos giran en torno a los delitos de lesa humanidad, como las represiones, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado de comunidades enteras, el despojo de tierras de nuestros pueblos originarios, la venta de estos territorios a las transnacionales, la posición de asumir las deudas de los empresarios, la consolidación de políticas neoliberales que ha limitado a la ciudadanía a acceder a sus derechos como la salud, la educación, trabajo, vivienda, entre otras. Buscamos nombrar los agravios y los crímenes cometidos por los expresidentes, exgobernadores, expresidentes municipales y exlegisladores y empezar a nombrar que existen redes criminales en los tres niveles de poder. También buscamos evidenciar la violencia que sufrimos las mujeres y los feminicidios desatados por una supuesta guerra contra el narcotráfico que provocó sumergir a todos nuestros municipios, estados y comunidades en una violencia absoluta.

Además, es el primer ejercicio bajo la Ley Federal de Consulta Popular. Nos permite a la ciudadanía aglutinarnos en torno a la exigencia de justicia social, realizar procesos de memoria histórica que no hemos tenido y nombrar los agravios y los crímenes que se han sucitado en nuestra historia, pero también el ir nombrando la resistencia y la lucha que ha dado el pueblo mexicano.

Este proceso, además, va en torno a establecer garantías de no repetición y marcar un precedente donde podamos exigirle a los representantes populares actuales cuentas claras de las decisiones que están tomando, y también decirles a los del futuro que no vamos a permitir nunca más que se tomen decisiones sin que se nos consulte. Es histórico este momento porque se está poniendo sobre la mesa la importancia de la democracia participativa en nuestro país y también se está fortaleciendo el poder popular y comunitario.

¿Qué proyecciones se pueden hacer en torno al resultado y lo que sucederá después?

Debemos aclarar primero que el Instituto Nacional Electoral (INE) ha sido parcial ya que ha puesto muchas limitaciones, candados y escalones para que se pueda llevar adelante este ejercicio democrático y, por lo tanto, eso es lo que puede limitar la participación de la ciudadanía. Se ha reducido el número de casillas para que podamos participar: normalmente en un proceso ordinario de votación para elegir a nuestros representantes populares hay aproximadamente 144 mil casillas a nivel nacional y en esta ocasión solo tendremos 57 mil.

También, el INE restringió la participación de las y los mexicanos que viven en el exterior. Los migrantes, que son aproximadamente 20 millones, no van a poder participar. Son directamente agraviados y víctimas de estos gobiernos neoliberales.

Las proyecciones desde el Comité Promovente es que, independientemente del número de personas que participemos, la consulta popular ya ganó porque logró movilizarnos a miles de mexicanos y mexicanos en las calles y a tomar la discusión sobre los diferentes agravios que hemos vivido como pueblo. Nos ha permitido evidenciar que el Instituto Nacional Electoral no está a la altura para promover y defender un ejercicio democrático que es su principal tarea y nos ha permitido evidenciar que la organización popular y comunitaria tiene que ser permanente.

Nuestra proyección es que posterior al 1º de agosto continuaremos organizadas y organizados para seguir defendiendo los procesos democráticos y seguir exigiendo justicia social. Estamos muy orgullosos del nivel de discusión y participación que ha habido a nivel nacional y seguiremos defendiendo este tipo de ejercicios porque pretendemos consolidar cada vez más la democracia participativa en nuestro país.

¿Cuál crees que será el impacto que tendrá este proceso en la región?

Creo que el impacto viene de la región para acá. México se está sumando a procesos que la región misma ya ha tenido. Ya ha habido comisiones de la verdad y procesos de consulta popular en otros países como en Chile, Guatemala, Colombia, Argentina. Nosotros estamos aprendiendo mucho de la experiencia latinoamericana y, precisamente, al llevar a cabo este proceso en México también puede ser de ayuda para otros países hermanos que aún no han emprendido estas acciones. Permitirá ver que la organización popular es lo suficientemente fuerte para exigir justicia.

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