La reproducción del racismo en la educación superior en Colombia – Por Anny Ocoró Loango y Milena Margoth Mazabel

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Por Anny Ocoró Loango y Milena Margoth Mazabel*

El acceso de estudiantes indígenas y afrodescendientes a las instituciones de educación superior es aún minoritario, y se ve fuertemente condicionado por el racismo presente tanto en estas instituciones como en la sociedad en general. Esta problemática no es reciente, sino que se sumerge en las tramas de la histórica desigualdad estructural de Colombia.

Durante siglos, los pueblos indígenas y afrodescendientes han luchado contra el racismo y la discriminación para restituir la humanidad que el poder colonial les retiró, y para transformar y descolonizar la sociedad de las prácticas racistas que niegan y afectan su existencia. También es importante mencionar que desde el siglo XIX hasta la Constitución Política de 1991, el Estado colombiano mantuvo bajo la potestad de la iglesia católica la educación de las poblaciones rurales indígenas y negras. La agenda educativa que este dispuso, a través del formato evangelizador para estas poblaciones, nació con una clara impronta racista. Antes de la Constitución de 1991, los pueblos indígenas y afrodescendientes no tenían participación en la construcción del modelo educativo. Por el contrario, fueron excluidos e invisibilizados bajo un discurso civilizatorio racista que los consideraba “salvajes”, incapaces de tomar decisiones y de aportar al desarrollo del país. Esta política de Estado pretendía “civilizar” a estos grupos para “integrarlos” a la sociedad nacional, desconociendo y subvalorando su diversidad cultural y su propia humanidad.

Al día de hoy, pese al reconocimiento como sujetos de derechos colectivos, individuales y territoriales del que gozan los pueblos indígenas y afrodescendientes en Colombia, los niveles de pobreza y desigualdad que estos pueblos presentan son muy superiores comparados con la población nacional total. En efecto, la proporción de afrodescendientes en condiciones de pobreza crónica es más del doble que para los no afrodescendientes, y se incrementa para el caso de los hogares encabezados por mujeres (Banco Mundial, 2018). De acuerdo con el Banco Mundial (2018),en Colombia los niveles de escolaridad en la educación primaria son aproximadamente 64% para afrodescendientes, frente a 83% para los no afrodescendientes, de los cuales sólo el 30% logra completar la educación secundaria. En el nivel terciario, sólo el 5% logra finalizarlos estudios, lo que representa un porcentaje muy inferior al promedio general de la población, que es del 14%. El ingreso a la educación superior es de 14.3%, también por debajo del total nacional que corresponde a 18.8%. En la formación de posgrados, los valores se ubican en 1.8%, respecto de 2.8% nacional (DANE, 2018).

En cuanto a los pueblos indígenas, según cifras actualizadas por el Censo del DANE (2018), el 41,1% de las personas de estos pueblos tiene educación primaria, el 37% logró acceder a la educación secundaria y media, y el 13,3% no tiene ningún nivel educativo. En el acceso a la educación superior, estos porcentajes descienden en forma considerable, ya que sóloel 6.7% de estos grupos logra acceder a estudios universitarios, mientras el total de la población nacional alcanza el 18.8%. En el área de posgrados, el porcentaje es de 0.6% respecto de 2.8% del porcentaje nacional. Estos datos son un claro indicador de la situación estructural de desigualdad que vive Colombia. Si bien, en la última década, en la agenda de las políticas públicas y de la educación superior, ha ganado notoriedad la importancia de promover el acceso de los pueblos indígenas y afrodescendientes en la educación superior, y se han dado algunos progresos relacionados con la implementación de cupos especiales, o de acciones afirmativas para estos pueblos en algunas universidades del país, las condiciones de vida de estas poblaciones no han mejorado en forma significativa como consecuencia del orden social racista.

El racismo genera diferentes violencias contra los pueblos indígenasy afrodescendientes, vulnera en forma sistemática sus derechos fundamentales, los pone en una situación de desventaja histórica y de desigualdad estructural, y tiene graves impactos sobre la vida, los cuerpos y los territorios de estas poblaciones. Al mismo tiempo, al reafirmar posturas eurocéntricas y racistas que silencian las epistemologías y la historia de estos pueblos, la educación ha sido uno de los principales instrumentos de reproducción del racismo. Desafortunadamente, las universidades convencionales tampoco han escapado a esto; estas también han contribuido a invisibilizar la historia, los saberes y la cultura de estos pueblos. El racismo afecta las trayectorias educativas de los/as estudiantes indígenasy afrodescendientes que acceden a la educación superior, quienes muchas veces recorren este trayecto en medio de estereotipos que ponen en duda su calidad académica e intelectual. Los/as estudiantes indígenas y afrodescendientes deben enfrentar violencias racistas y discriminatorias y prejuicios que afectan su subjetividad y terminan por horadar su capacidad de agencia en estos espacios.

Retos y desafíos

Uno de los principales retos y desafíos para las universidades es reconocer la existencia del racismo y el modo en que se reproduce en su interior.Es fundamental que estas instituciones cuenten con datos estadísticos con perspectiva étnico-racial, que permitan evaluar y dar seguimiento a las trayectorias educativas de los/as estudiantes indígenas y afrodescendientes. La falta de datos con perspectiva étnico-racial es un obstáculo importante, puesto que, más allá de la información aportada por los censos o por las encuestas de hogares, Colombia no ha logrado avanzar en mediciones específicas y regulares sobre la situación de estas poblaciones.

Finalmente, se requiere de transformaciones estructurales que democraticen la educación superior en todos los aspectos: acceso, garantía de permanencia y graduación, políticas curriculares que articulen con los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas y afrodescendientes, entre otras cuestiones. Es muy importante que al interior de las instituciones de educación superior se generen políticas y programas para combatir las prácticas racistas, y se fortalezca la formación de los/as docentes desde una perspectiva intercultural y antirracista que aporte a la construcción de sociedades más equitativas y justas.

Referencias

Banco Mundial. (2018). Afrodescendientes en América Latina. Hacia un marco de inclusión. Grupo Banco Mundial. Oficina Regional para América Latina y el Caribe. Washington: Banco Mundial.

Departamento Administrativo Nacional de Estadística- DANE (2018). Población en Colombia. Recuperado de: https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/demografia-y-poblacion/censo-nacional-de-poblacion-y-vivenda- 2018/cuantos-somos.

Ocoró Loango, Anny y Mazabel, Milena Margoth (2021). “Racismo en la educación superior: un análisis desde la perspectiva de los pueblos indígenas y afrodescendientes en Colombia”. En: Universidad (UDUAL). núm. 87 (enero-marzo, 2021). DOI: https://doi.org/10.36888/udual.universidades.2020.87

*Es Doctora en Ciencias Sociales y Master en Ciencias Sociales con Orientación en Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO – Argentina). Actualmente forma parte del equipo docente del Diploma y la Especialización en Currículum y Prácticas Escolares en Contexto (FLACSO – Argentina). También se desempeña como docente de grado y posgrado en la Universidad del Salvador (USAL) y en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Ha publicado varios artículos en revistas académicas sobre afrodescendientes y políticas educativas con perspectiva étnico – racial en América Latina.
**Indígena del Pueblo Kokonuko. Asesora jurídica del Consejo Regional Indígena del Cauca. Consultora en la organización Earth Rights International (eri).


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