El gobierno argentino amplía la investigación contra Macri por enviar material bélico durante el golpe en Bolivia
El gobierno amplía la pesquisa del envío de material bélico a Bolivia
Por: Claudio Mardones
La denuncia del gobierno boliviano sobre el envío de material represivo para respaldar al golpe que derrocó a Evo Morales es la punta de un iceberg que recién asoma en la superficie. Los datos que arrojan las investigaciones internas que lleva adelante el gobierno argentino aportan una serie de indicios sobre el involucramiento de un puñado de funcionarios del gobierno de Mauricio Macri para apoyar al gobierno de facto de Jeannine Añez, que juró el 12 de noviembre de 2019, dos dias desúés del golpe y cuando al fundador del PRO le quedaban 28 días en el poder.
El disparador del escándalo internacional fue la carta que el canciller boliviano Rogelio Mayta hizo pública este jueves, donde el entonces jefe de la Fuerza Aérea Jorge Terceros Lara le agradecía al embajador argentino Normando Álvarez García la donación de material y armamento antitumulto. Fue recibido a las 4.40 de la madrugada del 13 de noviembre de 2019, mediante un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina que aterrizó en La Paz. La Cancillería estaba por entonces a cargo del ministro Jorge Faurie y su función era supervisada desde la Casa Rosada por el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, que reportaba directamente a Macri y al jefe de Gabinete Marcos Peña. Además tenía bajo su órbita a las carteras de Defensa, en manos de Jorge Aguad y de Seguridad, conducida por la actual titular del PRO, Patricia Bullrich. La secretaría que ocupaba Pompeo no existía en el organigrama de la Presidencia de la Nación hasta que Macri la creó para emular el rol del consejero de Seguridad Nacional que asesora al presidente de los Estados Unidos. Al igual que en Washington, la versión criolla también tenía injerencia en asuntos de espionaje y por lo tanto Pompeo también supervisaba a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), dirigida entre 2015 y 2019 por Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.
El Palacio San Martín estuvo a cargo de la organización del vuelo porque su misión consistió en trasladar a un grupo de diez gendarmes del grupo de élite “Alacrán” para custodiar la embajada argentina en La Paz, encabezada en ese momento por Álvarez García, que actualmente es el ministro de trabajo del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. El listado ventilado por el gobierno del presidente boliviano Luis Arce detalla el envío de municiones y armas que formalmente iban a ser utilizados por los gendarmes, pero incluye un cargamento de 70.000 cartuchos antitumulto y 100 sprays de gas pimienta.
Según un informe elaborado este sábado por el Ministerio de Seguridad, al que accedió este diario, hay “diferencias entre lo pedido y lo registrado por la Policía boliviana”, porque en los reportes de la auditoría realizada “no figuran granadas de mano ni sprays anti tumulto, que sí están en los materiales enviados por Argentina”, pero “también aparecen 70 mil cartuchos antidisturbios y la policía boliviana registra apenas 1.350 cartuchos”. En la pesquiza interna los responsables de Gendarmería de entonces sostuvieron que la diferencia fue utilizada para entrenamiento, pero en ante las consultas de este diario cerca de la ministra Fréderic sospechan que fueron a parar a manos de la policía boliviana para reprimir las masivas movilizaciones que salieron a la calle para repudiar el golpe de Estado. “Nunca paso por mis manos pedido de material para la Fuerza Aérea Boliviana” dijo Bullrich y Faurie se desligó apenas se conoció la denuncia.
Ante las consultas de Tiempo, el entorno del expresidene, de Bullrich y el exsecretario Pompeo mantuvieron silencio. En el macrismo relativizaron la veracidad de la carta de agradecimiento y la exministra aseguró en las redes sociales que todo fue para custodiar a la delegación diplomática en La Paz.
Sin embargo, por fuera de los envíos de armamento, la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, lleva adelante una investigación interna para saber si la cabecera del aparato de inteligencia utilizó a los espías que tiene en la “estación” destacada en Bolivia para recopilar información sobre dirigentes y funcionarios del MAS y aportársela a agentes de la CIA en la capital boliviana, que trabajaban activamente desde la embajada de los Estados Unidos en ese país contra la administración del presidente Morales. Los datos fueron filtrados desde enero del año pasado por el sitio estadounidense Behind Back Doors, reconocido por anticipar el golpe en ese país y ventilar datos secretos sobre la intervención del aparato de espionaje norteamericano contra el orden constitucional boliviano.
De acuerdo a esa versión el pedido formulado por los agentes estadounidenses fueron cumplidos por la AFI en Bolivia e incluían información para vincular a los funcionarios de Morales con el narcotráfico. “Estamos averiguando qué información se pidió de acá y qué información volvió”, aseguraron a Tiempo cerca de la inteventora Caamaño, aunque la pesquiza comenzó ahora cuando los datos llevan un año de circulación pública.
Mientras avanzan los investigaciones internas en Seguridad, Defensa, Relaciones Exteriores y la AFI, la incógnita gira en torno al rol de Macri. En el PRO le bajan el precio a la denuncia, pero las decisiones fueron adoptadas durante los ultimos días de su gestión y algunos exinquilinos de la Casa Rosada reconocen que “es muy difícil” que el expresidente no supiera porque estaba muy comprometido con el derrotero de Añez, convencido de que el gobierno de Morales había terminado para siempre. Con esa certeza fue uno de los primeros en reconocer el gobierno de facto a partir de los pedidos del Departamento de Estado norteamericano.
En el Gobierno piensan lo contrario. “Esta claro que la decision fue del más alto nivel, porque nadie ejecuta una decision de este tipo en un gobierno que se esta yendo con una presión muy fuerte. Cuando te estas yendo no te sirven ni café. Esto se decidió al mas alto nivel”, dijo a Tiempo el ministro de Defensa Agustín Rossi.
Por fuera de las acusaciones hay indicios que confirman el nivel de compromiso de la administración de Macri con la cuestión boliviana. Tiempo accedió a un cable de la embajada argentina en La Paz del 30 de julio de 2019. La pieza forma parte del trabajo que lleva el Equipo de Investigaciones Políticas (EDiPo) sobre Bolivia y cuenta el contenido de una reunión encabezada en la embajada norteamericana en La Paz, por el entonces subsecretario adjunto para el Hemiserio Occidental Mike O’Reilly. La cena contó con los representantes de la Organización de los Estados Américanos, que fue clave en desconocer el resultado de las elecciones del 20 de octubre de 2019. También participaron los embajadores de Perú, Brasil y Argentina. El informe revela que O’Reilly “indicó que en la visión de su gobierno resultaba importante que los países relebvantes de la subregión y concretamente los tres limítrofes que se encontraban en la mesa, recurrieran a los multiples recursos que poseen, para atraer a Bolivia de forma tal de concretar el total aislamiento venezolano en el subcontinente”. Además “pidió la participacion de los tres paises como parte de un mecanismo de presión”, porque “hay multoples herramientas para que Bolivia se aleje de Venezuela ante el temor de resentir las relaciones con sus vecinos y de esta manera seguir el camino del aislamiento internacional”. Para lograrlo, detalló el funcionario norteamericano, recomendó “reducir la cooperacion internacional y bajar el nivel de la agenda bilateral”, pero también les pidió “que levantaran la voz respecto de la transparencia del acto electoral en ciernes, porque EEUU carecía de recursos eficaces en Bolivia como los que tenían los países limítrofes en la región”.
El documento diplomático desnuda que los pedidos de Washington llegaron a ser transmitidos por medio de un funcionario de alto nivel que recomendaba restarle credibilidad al comicio y sus resultados, cuando todavía faltaban tres meses para su realización. Morales duró veinte días en el poder después de esas elecciones, en las que buscó una nueva reelección a pesar de las críticas y advertencias para que no lo hiciera. El golpe se concretó el 10 de noviembre y el Hércules C-130 llegó a La Paz tres días después, cuando los pedidos ya no solo eran de Washington, sino también de Añez, que también logró pertrechos de Ecuador y Brasil.
Gobierno apunta a los expresidentes Macri y Moreno por la autorización de envío de gases a Bolivia
Por Marco Antonio Chuquimia Huallpa
Los expresidentes de Argentina y de Ecuador, Mauricio Macri y Lenin Moreno respectivamente, fueron señalados de haber autorizado el envío de los pertrechos antimotines a Bolivia en 2019. El Canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, pidió investigaciones en los respectivos países.
Desde Argentina hubo una respuesta sobre ese pedido, pero no así de Ecuador.
“Este tipo de disposiciones de material no lo decidía un capitán de gendarmería, un subalterno de Ecuador o Argentina, este tipo de cosas se han definido en los más altos niveles de los gobiernos, es a nivel presidencial”, subrayó el canciller en la estatal Bolivia Tv.
Hasta ahora el Gobierno de Luis Arce solo hacía referencia a las dos administraciones, como las autoras del envío de ese tipo de material a Bolivia en 2019, pero no señalaba directamente a los dos mandatarios como lo hizo ahora el Canciller boliviano.
La ministra de Seguridad de Argentina, Sabina Andrea Frederic, informó desde el vecino país que el gobierno de Alberto Fernández impulsa una investigación. Afirmó que hasta ahora solo se conoció el reporte preliminar y que esta noche deben hacer conocer el informe final de la salida de una unidad de elite de la gendarmería argentina y los pertrechos que fueron embarcados la noche del 12 de noviembre de 2019.
“Lo que salió de la Argentina no pudo salir sin una decisión presidencial, para que estas municiones puedan salir de Argentina se requería de una autorización ejecutiva, por eso comparto lo que está formulando el Canciller de Bolivia. En Argentina estamos comprometidos con la investigación, repudiamos las acciones de (Mauricio) Macri y vamos a investigar hasta que se sepa la verdad”, dijo la autoridad argentina en el mismo programa.
Desde su residencia en España, el expresidente argentino rechazó las sindicaciones, sin mencionar el envío de personal de seguridad y pertrechos policiales, dijo que su país envió “ayuda humanitaria” y luego recordó que en ese entonces dieron asilo en la embajada argentina a funcionarios de Evo Morales e incluso a sus familias.
Mayta recordó que en la nota de Argentina no solo se menciona los pertrechos policiales que describió el general Gonzalo Terceros en su declaración, sino que hay otro tipo de material que está descrito en ese documento que no figura en la carta del militar boliviano.
Añadió que ese nivel de articulación la realiza “gente a la que no se le podía rechazar la llamada” y habían articulado en pocos días todo el plan.
Desde su perspectiva, lo que hubo en Bolivia fue terrorismo de Estado porque eran las fuerzas de seguridad las que perseguían a todo aquel ciudadano que expresaba simpatía por el MAS y de inmediato le iniciaban un proceso judicial por terrorismo, en clara alusión a los procesos que abrió el exministro Arturo Murillo.
“Adicionalmente se pudo advertir en un cerco mediático porque se violaban derechos humanos, se masacraba, pero esos casos, a buena parte de nuestra sociedad, no se le mostraba, no se mostraba esos abusos, entonces eso es lo queda acá como una cuestión absolutamente preocupante”, añadió.
Alberto Fernández: Estoy muy avergonzado; Luis Arce: Ustedes no tienen nada que avergonzarse
Por Edwin Condori
Los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Bolivia, Luis Arce, ratificaron la noche de este domingo sus lazos de amistad al presentar la película “Juana Azurduy”, que se transmitió en los canales estatales de ambos países, y aprovecharon la ocasión para volver a referirse al envío del “material bélico” de parte del gobierno de Mauricio Macri a la administración de Jeanine Áñez durante la crisis de 2019.
“Mientras miremos la película, tomemos conciencia de que somos hermanos y hermanas indisolublemente unidos, que nada nos puede separar y que debemos seguir trabajando junto en esta América Latina, donde la democracia, tantas veces asediada y maltratada, como ustedes han vivido no hace mucho tiempo, (…) tenemos que cuidarla todos los días. Yo sé que la Argentina de aquellos días no se portó bien con los bolivianos y estoy muy avergonzado porque el gobierno de entonces no se haya portado bien”, dijo Fernández.
Sin embargo, remarcó que tiene la “tranquilidad” de saber que siempre estuvo al lado del Estado Plurinacional. Por eso “ayudé a todos los bolivianos que pude y trabajé por la vida de Evo (Morales) y de tantos compañeros perseguidos en Bolivia, (a quienes en 2019) los recibimos aquí como lo que es Argentina: una casa para cualquier boliviano”, indicó.
Arce agradeció toda esa cooperación del gobierno de Fernández y aseguró que entiende la preocupación de su colega, después de que el pasado jueves el canciller boliviano, Rogelio Mayta, presentó ante los medios de comunicación una carta de agradecimiento enviada el 13 de noviembre de 2019 por el entonces comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Gonzalo Terceros, al también entonces embajador de Argentina en Bolivia Normando Álvarez García y en la que se detalla que el vecino país mandó al Estado Plurinacional “material bélico de agentes químicos”.
“Entiendo la preocupación que tienes, pero ustedes no tienen nada que sentirse avergonzados; tu gobierno, el gobierno del pueblo argentino, se ha portado siempre bien con nosotros los bolivianos; agradecemos todo lo que han hecho por Evo, por Álvaro (García Linera, quienes junto a otras exautoridades se refugiaron en Argentina durante el gobierno de Áñez); agradecemos todas las gestiones que hicieron para poder darles a ellos lo mejor que tenían ustedes y creo que todos nos hemos sentido muy hermanados e identificados con ese gobierno tuyo Alberto”, subrayó.
Añadió que ambos pueblos tienen “la misma sangre porque vienen de lo mismo” y tienen las mismas costumbres y luchas. Por tanto, “estamos seguros que siempre vamos a contar con el pueblo argentino y lo que ocurrió lamentablemente es algo que evidentemente nos ha preocupado mucho a nosotros, una ayuda que no se debería dar jamás a ningún gobierno golpista por ningún otro gobierno; sin embargo, yo creo que hay instancias legales que seguramente van a tomar cartas en el asunto porque esto va mucho más allá del 12 de julio (el día de la amistad entre Argentina y Bolivia), esa amistad, esa hermandad que nos une”, enfatizó.
Fernández respondió a Arce que está “enormemente agradecido” por esas palabras y ratificó su “compromiso de siempre con todo el pueblo boliviano”.
También, “sabes de mi compromiso con vos, porque eres mi amigo y sé qué persona eres, sabes cuánto valoro lo que eres (…) y recordemos siempre que somos hermanos, que no nos dividan, vivamos siempre en nuestras democracias, respetemos siempre la voz de nuestros pueblos”, apuntó.
Evo acusa a expresidentes de Argentina y Ecuador ser parte del «golpe»
Los expresidentes de Argentina, Mauricio Macri y de Ecuador, Lenin Moreno, fueron señalados por el líder del Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales de ser parte del supuesto golpe de Estado al enviar material bélico al país en noviembre de 2019.
La exautoridad aseguró, aunque no mostró pruebas de sus acusaciones, que ambas administraciones alineadas a la derecha actuaron bajo el mando del gobierno de Estados Unidos. Advirtió que ya no se puede permitir que sean parte de estas acciones y alertó a los movimientos sociales de Latinoamérica.
«Esta noticia desde Argentina, desde el Estado no es una noticia periodística, es una prueba más del golpe de Estado financiado por gobierno de la derecha. Igualmente, si recordamos, por ejemplo, a Ecuador enviando material bélico, el expresidente (Lenin Moreno)», dijo el exmandatario en su programa Evo es Pueblo de Kawsachun Coca.
La semana pasada, el presidente Luis Arce hizo referencia a las dos administraciones gubernamentales, como las autoras del envío de ese tipo de material a Bolivia en 2019 y ser cómplices del gobierno de transición de Jeanine Áñez.
Desde España, el expresidente argentino rechazó las acusaciones, aunque no mencionó el envío de personal de seguridad y material antidisturbios para el resguardo de su Embajada en Bolivia, dijo que su país envió “ayuda humanitaria” y luego recordó que en ese entonces dieron asilo en la embajada argentina a funcionarios de Evo Morales e incluso a sus familias.
En ese contexto, el canciller, Rogelio Mayta, pidió a las autoridades competentes de cada país que investiguen estos hechos, consideró que la salida de los materiales no fue autorizado por un subalterno, sino por una autoridad jerárquica del Ejecutivo.
“Este tipo de disposiciones de material no lo decidía un capitán de gendarmería, un subalterno de Ecuador o Argentina, este tipo de cosas se han definido en los más altos niveles de los gobiernos, es a nivel presidencial”, subrayó el canciller en la estatal Bolivia Tv.
En la asamblea
Por otra parte, Morales sugirió a la Asamblea Legislativa investigar estos hechos, aseguró que existen los indicios suficientes para develar las causas e identificar a los responsables del «golpe de Estado».
Entre tanto, el diputado del MAS Juanito Angulo, anunció el sábado que pedirá que se conforme una comisión mixta en la Asamblea Legislativa para investigar el presunto envío irregular del “material bélico“ a Bolivia en el gobierno del expresidente argentino Mauricio Macri.
“El día lunes vamos a realizar todas las acciones y, si es posible, vamos a formar una comisión de diputados y de senadores, para que se pueda dar un seguimiento pertinente a esta causa”, adelantó el legislador.