La Corte Suprema ordenó investigar a Bolsonaro por irregularidades en la compra de vacunas

Foto: vía Último Cable
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La Corte Suprema de Brasil ordenó una investigación de 90 días para establecer si Jair Bolsonaro incurrió en irregularidades en la compra de vacunas contra el COVID-19

La Fiscalía General de Brasil tendrá un plazo de 90 días para investigar las posibles irregularidades en que puede haber incurrido el presidente, Jair Bolsonaro, en negociaciones de vacunas contra el COVID-19, informó este sábado la Corte Suprema.

Ese plazo fue establecido por la magistrada Rosa Weber, miembro de la Corte Suprema que autorizó la investigación, la cual deberá establecer si el mandatario cometió prevaricación y otros delitos en las negociaciones para la compra de la vacuna Covaxin, elaborada por la farmacéutica india Bharat Biotech.

Las sospechas fueron alentadas por una comisión del Senado que intenta determinar si el Gobierno es responsable del agravamiento de una pandemia que ya mató a más de 520.000 brasileños.

En el caso de la vacuna india, el grupo parlamentario dice tener pruebas de que Bolsonaro ignoró informaciones que le fueron dadas personalmente por un diputado oficialista sobre irregularidades en el contrato de intención de compra, que fue suspendido sólo cuando las sospechas fueron reveladas por la comisión y la prensa local.

Ese documento, que contemplaba 20 millones de dosis de Covaxin, tenía un valor de 420 millones de dólares y, entre otros puntos sospechosos, había un acuerdo paralelo según el cual parte del pago debía ser recibido por una firma basada en Singapur que no figuraba en el contrato.

Además, actuaba como “intermediario” un empresario brasileño que ya está investigado por corrupción y que, en 2016, le “vendió” al Ministerio de Salud un lote de medicamentos que jamás entregó.

Si la Fiscalía halla indicios sólidos contra Bolsonaro, deberá presentar una denuncia a la Corte Suprema que, en caso de acogerla, sólo podrá iniciar un juicio con el aval de una mayoría de dos tercios del pleno de los 513 diputados.

En ese supuesto, el presidente sería suspendido de sus funciones durante los 180 días que el Supremo tendría de plazo para concluir el juicio y destituido si fuera declarado culpable.

No obstante, si la Cámara de Diputados no autorizara el proceso, el caso quedaría en nada y Bolsonaro continuaría en el poder.

La sospecha sobre la responsabilidad del Gobierno en el avance de una pandemia cuya gravedad Bolsonaro aún niega ha envalentonado a la oposición brasileña, que esta semana volvió a pedir que el Congreso inicie un juicio con miras a la destitución del mandatario y este sábado ha convocado a protestas en todo el país en apoyo a esa demanda.

La Fiscalía de Brasil denunció al ex ministro de Salud Eduardo Pazuello por omisión en la pandemia

La Fiscalía de Brasil presentó este viernes a la Justicia una denuncia contra el ex ministro de Salud del país Eduardo Pazuello por supuestas omisiones en la gestión de la pandemia y en la compra de vacunas contra el coronavirus.

En la denuncia, firmada por ocho fiscales, el Ministerio Público Federal (MPF) apuntó seis “actitudes” del ex ministro, entre ellas “omisión” y “negligencia” en las tratativas para la adquisición de vacunas, que configurarían el delito de improbidad administrativa.

Por ello, pide que Pazuello responda ante la Justicia por la “violación a los principios de la Administración” y los daños causados al patrimonio público, que suman casi 122 millones de reales (unos 24,2 millones de dólares).

“La omisión y la negligencia del ex ministro en las tratativas de las negociaciones de las vacunas salió caro a la sociedad”, destacaron los fiscales en una nota difundida a la prensa.

Agregaron que “la resistencia del ex ministro de Salud en negociar la contratación y adquisición de vacunas, con la antelación o planificación necesarias, es injustificable e irrazonable”.

Pazuello, un general del Ejército sin formación médica, estaba al frente de la cartera desde mayo de 2020, tras la caída de sus dos antecesores por divergencias con Bolsonaro sobre las estrategias de combate a la pandemia.

Infobae


Manifestantes pelo país fazem 3º ato contra Bolsonaro em 35 dias e destacam denúncias de corrupção; SP reúne 5.500, diz governo paulista

Los manifestantes realizaron este sábado (3) el tercer acto en 35 días para el juicio político del presidente Jair Bolsonaro (sin partido). Las 27 capitales registraron la ocurrencia de protestas.
Fue la primera movilización desde que se presentó una súper solicitud de juicio político en la Cámara de Diputados, el miércoles pasado (30), y luego de que nuevas denuncias de corrupción en la compra de vacunas contra el Covid-19 presionaron al gobierno federal.

Las revelaciones de supuestas irregularidades cobraron protagonismo en la agenda de los hechos, con pancartas, carteles y camisetas que decían «Bolsonaro corrupto» y «Tu vida vale un dólar», en referencia a una solicitud de soborno por parte de un Ministerio de Salud. oficial negociando una vacuna, según reveló Folha . En el evento de São Paulo, se esparcieron réplicas de billetes de un dólar teñidos de rojo .

Los actos se prepararon apresuradamente, luego de que las organizaciones que lideran la iniciativa decidieran anticipar la movilización . Hasta entonces, el próximo acto sería el 24 de julio , más de un mes después de la protesta del 19 de junio. La manifestación del día 24, sin embargo, se mantiene.

En São Paulo, el evento de este sábado reunió a 5.500 personas en la Avenida Paulista, según una estimación de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado. La carpeta decía que 9.000 personas participaron en la manifestación anterior, el 19 de junio.
Para efeito de comparação, a motociata que Bolsonaro realizou na capital paulista em 12 de junho reuniu 12 mil motos, também segundo a SSP, enquanto o sistema de monitoramento da rodovia dos Bandeirantes registrou 6.661 passagens de veículos naquele dia.

Segundo os organizadores das manifestações deste sábado, foram realizados 352 atos em 312 cidades do Brasil, em todos os estados e no Distrito Federal, e 35 no exterior em 16 países. Ainda conforme a coordenação, as manifestações reuniram ao todo cerca de 800 mil pessoas.

Em junho, de acordo com os organizadores, houve no total 227 atos, distribuídos em 210 cidades no Brasil e 14 cidades no exterior.

Ao comentar os protestos, o presidente da CPI da Covid, senador Omar Aziz (PSD-AM), disse à Folha neste sábado que o «gigante está abrindo os olhos». «Quando ele acordar vai ser que nem fogo acima, água abaixo, ninguém segura mais o povo.»

A deputada Tabata Amaral (sem partido-SP) e o movimento Acredito distribuíram bandeiras do Brasil no ato em São Paulo. Segundo a congressista, que participa dos protestos pela primeira vez, o objetivo é «tirar o monopólio que Bolsonaro tenta ter sobre os símbolos do Brasil».

Em São Paulo, o ato que teve início por volta das 15h foi em sua grande parte pacífico, mas houve episódios de depredação e confronto entre policiais e alguns manifestantes no encerramento.

No início da noite, um grupo ateou fogo em uma agência bancária no centro. Ao menos outra agência foi depredada, além de dois pontos de ônibus e uma vidraça da Universidade Mackenzie, na rua da Consolação, na região central. Depredadores também entraram em confronto com seguranças da estação Higienópolis-Mackenzie, da linha 4-amarela do metrô.

Segundo a ViaQuatro, concessionária da linha, oito seguranças sofreram escoriações —cinco deles foram levados para a Santa Casa.

Mais cedo durante o protesto, um grupo com cerca de 15 pessoas vestindo camisetas do PCO atacou manifestantes do grupo da diversidade do PSDB com pauladas, além de atirar ovos e tomates, afirmaram testemunhas.

Em Brasília, participantes do ato pediam que o presidente da Câmara, Arthur Lira (PP-AL), abra um dos processos de impeachment protocolados na Casa. «Lira, tira a bunda de cima do impeachment», gritavam os manifestantes.

Havia cartazes classificando o governo como corrupto, pedindo a ampliação da vacinação contra Covid-19 e lembrando familiares ou amigos que morreram por complicações decorrentes da doença.

No Rio de Janeiro, o protesto durou aproximadamente três horas. Começou por volta das 10h e ganhou mais participantes por volta das 11h30, chegando a ocupar três das quatro pistas da avenida Presidente Vargas, no centro. Apesar de aglomerações em alguns momentos, foi mais esvaziado do que o do dia 19.

Camisetas de apoio ao ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) eram vendidas no ato carioca.

No Recife, palco de forte repressão policial no protesto de 29 de maio, o ato transcorreu sem incidentes. Além de pedir o impeachment de Bolsonaro, os manifestantes na capital pernambucana empunhavam cartazes pedindo a aceleração da vacinação contra a Covid. Uma das faixas exibia a mensagem “Ninguém aguenta mais! Fora Bolsonaro e seus generais”.

Em Belém, o ato contou com a presença do prefeito Edmilson Rodrigues (PSOL). «Participei das manifestações democráticas contra a política genocida do governo Bolsonaro e em homenagem às mais de 520 mil vítimas da Covid-19 no Brasil. Por vacina para todos e todas e comida no prato do povo», disse.​

Em Porto Alegre, o protesto teve como um dos alvos a suspeita de cobrança de propina na negociação para compra de vacinas contra a Covid-19, revelada pela Folha.

«Nós todos temos um compromisso. Quando genocídios acontecem, cabe a nós que sobrevivemos sermos a memória dos que se foram. São 520 mil brasileiros e brasileiras, são pais, são mães, são avós, são filhos que não contarão a sua história», disse na concentração do protesto Manuela D’Ávila (PC do B).

Em Maceió, manifestantes carregaram um caixão no ato contra Bolsonaro. Uma faixa foi estendida com dizeres “Fora Bolsonaro. Por vacina no braço e comida no prato”.

Manifestantes também foram às ruas de Ribeirão Preto (SP) neste sábado pedindo impeachment, vacinação em massa e a não privatização dos Correios. Eles utilizaram máscaras e ao menos um voluntário distribuía álcool em gel, mas houve aglomerações em alguns momentos.

Em Campinas (SP) e em Franca (SP), grupos saíram em passeata pelas ruas, enquanto em Tatuí (SP) os manifestantes fizeram uma carreata com centenas de veículos decorados com balões e bandeiras, a maioria na cor vermelha.

As manifestações foram convocadas por movimentos sociais e partidos de esquerda, que têm buscado ampliar a adesão de alas da direita e do centro contrárias a Bolsonaro. Embora não seja a posição majoritária, parte dos líderes resiste à entrada de novas cores ideológicas.

Os organizadores atribuem a diminuição no número de atividades ao prazo curto que tiveram para preparar a nova rodada. De maio para junho, a quantidade de atos tinha quase dobrado.

Partidos como o PT do ex-presidente Lula —hoje o maior adversário de Bolsonaro para as eleições de 2022—, o PSOL e o PC do B estão envolvidas na organização desde maio, em conjunto com frentes como a Povo sem Medo, a Brasil Popular e a Coalizão Negra por Direitos, que reúnem centenas de entidades.

No lado dos mobilizadores, uma das principais novidades foi a entrada do diretório municipal de São Paulo do PSDB, anunciada ao longo da semana por seu presidente, Fernando Alfredo. O diretório nacional do partido, no entanto, manteve a decisão de não participar ativamente da convocação.

Setores ou dirigentes de siglas como PSL, PV e Avante decidiram endossar os atos, uma novidade em relação a junho. Já estavam nessa situação: PDT, PSB e Rede Sustentabilidade. O Cidadania é o único partido mais ao centro que decidiu, em ato do presidente nacional, Roberto Freire, apoiar os protestos.

A avaliação geral é a de que o presidente da República perdeu de vez um fundamento estruturante de seu discurso, o de que seu governo não tinha casos de corrupção —embora a tese já fosse contestada a partir de investigações de ministros e de filhos por suspeitas da prática de “rachadinha”.

Grupos à direita, como o MBL (Movimento Brasil Livre) e o VPR (Vem Pra Rua), que capitanearam manifestações contra governos do PT e em favor da Operação Lava Jato, até aqui se mantiveram fora da convocação, apesar de assinarem pedidos de impeachment de Bolsonaro.

Folha de S. Paulo


Lula: diante das revelações, CPI pode pedir ao STF a interdição de Bolsonaro

O ex-presidente Lula, em entrevista ao jornal O Liberal, do Pará, neste sábado (3), afirmou que a CPI da Covid pode culminar em um pedido ao Supremo Tribunal Federal (STF) pela interdição de Jair Bolsonaro.

«Se for verdade as denúncias de corrupção na compra das vacinas, se for verdade as denúncias do gabinete paralelo, se for verdade todas as coisas que tão falando contra o governo e contra ministros do governo, eu acho que a CPI pode pedir à Suprema Corte a interdição do Bolsonaro ou pode, com base no relatório da CPI, [lançar] mais um pedido de impeachment», disse Lula.

A CPI tem feito revelações que cada vez mais aumentam a pressão sobre o governo federal. No sábado, cerca de 800 mil pessoas em 312 cidades do Brasil, além de 35 cidades de 16 países do exterior, saíram às ruas para pedir a queda de Bolsonaro.

Brasil 247


Militares de Manaus se negam a vacinar pessoas com cartazes contra Bolsonaro

Várias denúncias começaram a surgir nas redes no final da tarde da última quinta-feira (02) dando conta que, em Manaus, integrantes das forças armadas estão se negando a vacinar pessoas que chegam aos postos de saúde com frases e cartazes com teor político, especialmente contra o presidente Jair Bolsonaro (Sem Partido). A Secretaria Municipal de Saúde (Semsa), que tem apoio logístico das Forças Armadas (Exército, Marinha e Aeronáutica) no processo de vacinação, confirmou ao site Vocativo o recebimento destas denúncias.

A Prefeitura de Manaus afirmou através de nota que é totalmente contrária a qualquer tipo de atitude discriminatória, em todos os sentidos, inclusive as de cunho político. A Semsa também afirmou que a orientação às equipes de vacinação é no sentido de bem acolher e atender a todos que procuram seus postos, com atenção e respeito, e que não compactua com nenhuma forma de preconceito (leia a íntegra na Revista Forum).

Brasil 247

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