Bolivia inicia la construcción del reactor nuclear de investigación más alto del mundo
Bolivia inició este lunes la construcción de su primer reactor nuclear con fines pacíficos, considerado el más alto del mundo, que es parte de un centro especializado en energía nuclear que se prevé funcione en 2024 en la ciudad de El Alto.
«No existe un reactor de estas características a esta altura sobre el nivel del mar», enfatizó el presidente boliviano, Luis Arce, en un discurso en el acto de «vaciado» del primer hormigón del reactor nuclear de investigación.
Justamente, ese acontecimiento contó con la presencia del ministro de Hidrocarburos y energía, Franklin Molina, el embajador de Rusia en Bolivia, Mikhail Ledenev, y ejecutivos de la empresa rusa Rosatom, socios para esta tarea.
Una ofrenda a la Pachamama o Madre Tierra fue la que precedió la ceremonia del vaciado de cemento de la plataforma que hicieron decenas de obreros y donde se espera opere el reactor.
Arce señaló que la construcción del reactor es el «tercer componente» del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (Cidnt) que se construye en la segunda mayor ciudad de Bolivia, compuesto por los complejos Ciclotrón-radiofarma y Preclínica además del Multipropósito de Irradiación Gamma.
El primero de estos complejos «permitirá producir radiofármacos para los enfermos de cáncer», mientras que el segundo servirá para tareas agroproductivas como el combate de plagas y el mejor rendimiento de productos del campo, precisó Arce.
La instalación del reactor permitirá «realizar estudios nucleares sin precedentes a 4.000 metros sobre el nivel del mar» en áreas como la minería, recursos hídricos, agrícolas y otros, afirmó el mandatario boliviano.
Por su parte, el primer vicedirector de Desarrollo y Negocios Internacionales de Rosatom, Kirill Komarov, resaltó que el proyecto «es único por su capacidad técnica» y «por su ubicación geográfica» en altitud.
«En 2024 este centro va a abrir sus puertas», manifestó el ejecutivo de la empresa rusa y dijo que «es necesario capacitar 500 especialistas de alto nivel», algo que se hace ya con varios bolivianos que estudian especialidades nucleares en universidades de Rusia.
El proyecto de la construcción del Centro de Investigación Nuclear en El Alto nació en 2016 con acuerdos bilaterales entre Bolivia y Rusia y no fue hasta un año después que se firmó un contrato por unos 351 millones de dólares para el desarrollo del proyecto, rememoró el ministro boliviano de Hidrocarburos y Energía.
Una ley promulgada en diciembre de 2017 establece que la construcción del Cidtn es de «interés y prioridad nacional» y de «carácter estratégico».
Bolivia reanuda este proyecto tras varios meses de suspensión por la pandemia y la crisis política y social que afrontó el país a fines de 2019.
A parte de esta labor, la estatal argentina INVAP es adjudicataria de la construcción de tres centros de medicina nuclear en las ciudades bolivianas de La Paz, El Alto y Santa Cruz, destinados al tratamiento del cáncer, con una inversión de unos 165 millones de dólares.