Volver al Ciadi – La Hora, Ecuador
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Ecuador ha demostrado ser un país abierto a asumir nuevos acuerdos. En muchas ocasiones esta buena disposición ha conducido a que el país sea un orgulloso pionero en medidas que, al principio, parecían arriesgadas.
En la abolición de la esclavitud y de la pena de muerte, la inclusión del voto femenino y la creación de un sistema de seguridad social, el Estado ecuatoriano fue de los primeros de la región en proceder. Desafortunadamente, suele exhibir una marcada tendencia a no cumplir los compromisos con el mismo entusiasmo con que los suscribe.
En cuestiones que se prestan para reclamos referentes a la soberanía nacional, como tratados limítrofes o acuerdos con organismos multilaterales, es común también que un gobierno nuevo reniegue de los compromisos adoptados por el anterior. Y en más de una ocasión, esto condujo al país a estelarizar una suerte de danza errática, en la que entra y sale de acuerdos, alianzas u organismos según el ánimo del gobernante de turno, con el consiguiente desprestigio del Estado ante la comunidad internacional. Esa ha sido la dinámica imperante ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial.
Es necesario que el regreso del Ecuador al Ciadi, si tiene que darse, se dé completamente apegado al marco legal y con la plena consciencia de la clase política sobre los compromisos que conlleva; para que dure. La palabra del país debe comenzar a valer.