Santos Saavedra Vázquez, líder del movimiento rondero: «En Perú se está consumando un golpe de Estado»

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Mientras se suceden nuevas manifestaciones masivas, Santos Saavedra Vázquez, líder del movimiento rondero, clave para que Pedro Castillo fuera electo presidente, advierte por qué no es proclamado: «El objetivo es crear las condiciones para que el Congreso llame a nuevas elecciones». El rol de la OEA.

El extendido movimiento rondero emerge como un colectivo de relevancia en el escenario político y social del Perú de estos días, en que el presidente electo, Pedro Castillo, vencedor por escaso margen frente a Keiko Fujimori, aún no fue proclamado por la Justicia en sintonía con los reclamos de la derecha y el poder económico. Para Santos Saavedra Vásquez, presidente de la Central Única Nacional de las Rondas Campesinas (CUNARC), directamente “se está consumando un golpe de Estado”. El titular de la organización que representa a “más de dos millones” de campesinos, denuncia que se pretende impedir “la instalación de un gobierno popular”, algo histórico en el país.
Los ronderos surgieron en l década del ’70 como una necesidad de proteger la integridad y los bienes de campesinos con “rondas” de vigilancia. Hoy conforman una estructura con divisiones distritales y de base, con estatutos reconocidos y hasta con un particular sistema de “justicia” propio. Son uno de los principales actores del reclamo por el reconocimiento a la victoria del maestro de Perú Libre oriundo de la región rural de Cajamarca.

-¿Cómo surge la relación con Pedro Castillo?
-Es un ciudadano que ha sido un rondero de base. Todo aquel ciudadano o ciudadana que habita una zona rural es rondero, es un deber. Pues él lo ha sido, pero no ha destacado como dirigente, sino a nivel sindical del magisterio.

-¿Pero se lo considera un representante del sector?
-Ah, lógico, sí, al margen de que no lo hayamos proclamado nosotros desde las rondas, ya desde la primera vuelta vimos que por identidad, siendo un hermano, un campesino, un agricultor, un maestro, un humilde; el único campesino que estaba en esa contienda era él. Y el movimiento rondero inmediatamente asumió una posición de respaldar esa candidatura.

-¿Este colectivo cobra relevancia en la escena social y política actual?
-Por supuesto. Una línea es la importancia en sí misma hacia dentro, que nos eleva la moral, que nos hace sentir más fuerte nuestra identidad por estar en este proceso de lucha. Y para otros sectores sociales también es de un saludo, de respeto a nuestra organización. Pero para los grupos de poder económico, los partidos de la derecha, los ciudadanos que habitan en la capital, nos discriminan con racismo, nos insultan. Ahorita estamos en la capital y somos vistos como si no fuéramos ciudadanos como si el candidato electo, que es campesino, no valga, nuestro voto no valga.

-¿Cómo se preparan frente a esta situación?
-Lo que está pasando es que se está consumando un golpe de Estado acá. Nosotros fuimos a las urnas y hemos elegido al presidente Castillo. Pero resulta que hasta ahora no hay proclamación, el jurado nacional está obedeciendo a los pedidos de la parte perdedora y está dilatando demasiado el tiempo. No hay inidicios de que puedan dar su credencial al presidente antes del 28 de julio. Estamos denunciando que nos quieren llevar a un fraude, quieren evitar la instalación de un gobierno popular, buscando que se llegue al 28 sin tener la credencial y que el Congreso pueda convocar a nuevas elecciones. Esa es la salida para ellos. Por otro lado hace tres días que estamos siendo atacados por grupos de pandilleros enviados por el fujimorismo para abrir una escalada de violencia.

-¿Si Castillo logra asumir, cuál va a ser el rol del movimiento rondero?
-Primero va a ser fortalecer nuestras organizaciones de base, estar a la altura del contexto político ya que tendremos gobierno de pueblo. Además, ayudar al proceso de cambio, impulsar el debate por la nueva Constitución. También identificar y sancionar a aquellos funcionarios que pretendan usurpar los recursos del pueblo, ser duros en la fiscalización para que no se vuelva a repetir lo pasado.

La pelea también se da en la calle

Las organizaciones políticas y sociales reunidas en el recientemente creado Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad, entre las que se encuentra el movimiento de ronderos, encabezaron ayer una movilización multitudinaria y un paro nacional para el 6 de julio “para exigir que no se vulnere la voluntad popular”.
En tanto las fuerzas de derecha que buscan por todos los medios, rozando la sedición y el golpismo, le pidieron a la Organización de Estados Americanos una auditoría sobre el proceso electoral. Por primera en mucho tiempo la OEA de Luis Almagro no se alineó con la derecha y a través de su misión de observación electoral expresó que las elecciones se realizaron “con apego a la ley y a los reglamentos vigentes” y que el sistema peruano otorgó “las garantías del debido proceso”. El final sigue abierto.

Tiempo Argentino


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