Nicaragua | Detienen al quinto candidato presidencial opositor y Argentina y México convocan a sus embajadores
Policía Nacional captura a Miguel Mora
Por Walkiria Chavarría
La Policía Nacional de Nicaragua detuvo la noche del domingo a Miguel Mora, el aspirante a la presidencia de Nicaragua del Partido Restauración Democrática (PRD).
«El día de hoy domingo 20 de junio de 2021, fue detenido el ciudadano Miguel Mora Barberena, quien es investigado por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización», señala una nota de prensa de la Policía Nacional.
Mora es el quinto precandidato a la presidencia del país en ser detenido por las autoridades nicaragüenses.
Previo a su captura, fueron detenidos en diferentes operativos los aspirantes Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro, respectivamente.
La Policía Nacional procedió con su captura de conformidad con el artículo 1 de la Ley No. 1055 “Ley de Defensa de los Derechos del pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz”.
Según información del medio 100% Noticias, el cual dirigió en su momento Mora, su casa de habitación fue allanada la noche del domingo por agentes policiales para proceder con su detención.
En fotografías que hizo circular este medio, se pudo observar varias patrullas en las afueras de su vivienda así como vidrios rotos de las puertas.
Hasta ahora se desconocen más detalles de la detención y el allanamiento.
Se trata de la segunda ocasión en la que el Gobierno del presidente Daniel Ortega procede con su captura, la primera vez fue el 21 de diciembre de 2018 cuando se ordenó el allanamiento al medio de comunicación 100% Noticias. Mora fue liberado en junio de 2019 bajo la denominada «Ley de Amnistía».
«Nuestra posición debe ser la misma: resistir cívica y pacíficamente, las brasas lejos de lo que algunos piensan no están en nuestras manos. Libertad para todos los presos políticos», dijo Mora varias horas antes de ser detenido.
Miguel Mora es el precandidato a la presidencia de Nicaragua del Partido Restauración Democrática (PRD), movimiento que perdió su personalidad jurídica tras una resolución del Consejo Supremo Electoral.
La eliminación de su personalidad jurídica ocurrió por la impugnación que introdujeron a la entidad electoral líderes evangélicos afiliados al partido quienes dijeron sentirse “traicionados” con las alianzas que estaban pactando con organismos opositores, haciendo alusión a la Coalición Nacional.
Tras perder su estatus legal, el presidente del partido, Saturnino Cerrato, anunció la salida de dicho partido de la Coalición.
Pese a la pérdida de su personalidad jurídica, el PRD argumentó que Mora seguía siendo su precandidato, mientras seguían los procedimientos de recuperación de su estatus legal.
Mora señaló que no se inscribiría en el método de selección de precandidato único de la Alianza Ciudadanos por la Libertad (CxL), el cual, de momento, está suspendido.
Nicaragua: Argentina y México convocaron a sus embajadores
Por Melisa Molina
El gobierno argentino le ordenó a su embajador en Nicaragua, Mateo Daniel Capitanich regresar al país debido a «las preocupantes acciones políticas legales» que lleva adelante el presidente de ese país centroamericano, Daniel Ortega y que para la Casa Rosada «han puesto en riesgo la integridad y libertad de diversas figuras de la oposición, activistas y empresarios nicaragüenses». La decisión y el anuncio se tomó en conjunto con el gobierno del mexicano Andrés Manuel López Obrador que convocó a su embajador Gustavo Alonso Cabrera Rodríguez. Desde la cancillería argentina se aclaró que una de las razones para el llamado de los embajadores se produjo una vez que el gobierno nicaragüense no aprobó la solicitud de Capitanich de visitar a los detenidos. La decisión tampoco implica un cambio en la posición de la Argentina y México con respecto a la abstención ante la propuesta de la OEA de condenar al gobierno de Ortega.
En el mundo diplomático el llamado a consulta de un embajador es la expresión de molestia e inquietud de un país (la Argentina y México en este caso) con respecto a las acciones que toma el gobierno de un tercer país (Nicaragüa). De todas formas, en la cancillería argentina sostienen que esta decisión no cambia la posición con respecto a la «no a la injerencia –sea el país que sea– y no a la violación de los DDHH». De hecho, el comunicado emitido por ambas cancillerías dice que «se mantendrán atentos a la evolución de los acontecimientos relacionados» con Nicaragua y «seguirán promoviendo inequívocamente el pleno respeto y promoción de los derechos humanos, las libertades civiles y políticas». Incluso destacan la disposición a promover «el diálogo para que sean las y los propios nicaragüenses quienes superen esta situación por la vía pacífica, respetando la división de poderes, el respeto a las minorías y las garantías constitucionales».
En el ministerio que conduce Felipe Solá advirtieron que no hay un plazo preestablecido, con respecto al tiempo que estará Capitanich en la Argentina. «Pueden volver rápido o quedarse meses», dijeron. Por otra parte advirtieron que en caso de ordenar el retorno de los diplomáticos, ambos embajadores lo harán al mismo tiempo. Esto es, el movimiento realizado y los que se vendrán serán consensuados entre los gobiernos de Argentina y México.
El pasado 15 de junio, en el marco de la OEA, los gobiernos mexicano y argentino se abstuvieron en la votación propuesta por este tema y en una declaración conjunta expresaron que su posición se debía al respeto «al principio de no intervención». Al mismo tiempo que manifestaron su preocupación por los acontecimientos ocurridos en Nicaragua con la detención de varios dirigentes políticos de la oposición, incluso algunos precandidatos presidenciales. En ese contexto, ambas representaciones diplomáticas habían sostenido que «no estamos de acuerdo con los países que, lejos de apoyar el normal desarrollo de las instituciones democráticas, dejan de lado el principio de no intervención en asuntos internos, tan caro a nuestra historia».
Tras la abstención, Fernández le pidió al embajador Capitanich que realice una visita a los presos políticos en Nicaragua y el canciller de dicho país, Denís Moncada, lo rechazó. A partir de ello, Solá conversó con su par mexicano, Marcelo Ebrard, y luego de una charla que habrían tenido Fernández y López Obrador, el presidente argentino llamó al su canciller y el domingo por la noche ambos países consensuaron la decisión del llamado de los diplomáticos y el documento conjunto. «Esa una de las razones. Son elementos que se van sumando ya que tampoco cesaron las detenciones de opositores. Por eso pasamos a una segunda etapa, que es el llamado a consulta», marcaron fuentes de Cancillería.
Argentina y México llaman a consultas a sus embajadores en Nicaragua. pic.twitter.com/VEnqDi2jHM
— Casa Rosada (@CasaRosada) June 21, 2021
Las diferencias con Almagro
«Siempre trabajamos en la misma línea, solo que como nos abstuvimos en la votación de la OEA, eso se leyó como que no estábamos siendo lo suficientemente fuertes en las críticas, pero en realidad nuestro fundamento para abstenernos fue claro: queríamos que se revisen las detenciones de opositores y que se atienda la situación, pero no estábamos de acuerdo con la injerencia en el sistema electoral nicaragüense», explicaron desde Cancillería para reforzar los fundamentos que ambos países dieron al expedir en su voto.
Lo cierto es que Argentina no votó de forma positiva, en gran medida, porque el gobierno de Fernández no confía en el secretario general de la OEA, Luis Almagro, a quien no consideran imparcial sobre todo luego del rol que cumplió ante el golpe de Estado en Bolivia y que terminó con el mandato del entonces presidente Evo Morales. Antes de la votación Solá conversó con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, para que, en lugar de la OEA, colabore ante la situación la CIDH, pero eso no fue posible. Ante la negativa, Argentina decidió la abstención, al igual que Honduras, Belize y Dominica. A favor se pronunciaron 26 países y en contra Nicaragua, San Vicente y Granadinas y Bolivia.
Nicaragua no le rinde cuentas a nadie
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada Colindres, declaró la noche del lunes que las instituciones del estado nicaragüense “no tienen por qué rendir cuentas a ningún gobierno extranjero”.
El canciller Moncada denunció además que Estados Unidos ha hecho una política de estado de las prácticas de la mafia criminal de los años 30 en Chicago y New York, encabezadas por Al Capone y John Dillinger. “Es decir, explicó, el gansterismo como política de estado para apropiarse de las riquezas de los recursos naturales y energéticos de los países”.
En una entrevista realizada por Tatiana Pérez, de la cadena venezolana de televisión Telesur, el canciller Moncada reiteró que “Nicaragua es un estado libre, independiente, soberano y con autodeterminación; no somos colonia de nadie ni estamos subordinados a ninguna potencia imperial”.
“Nosotros siempre decimos que somos muy respetuosos de la Carta de la Organización de Naciones Unidas, del Derecho Internacional y del principio de No Injerencia en los asuntos internos de otros estados. Nosotros exigimos reciprocidad porque somos cumplidores de esos principios y nos inmiscuimos en los asuntos internos de otro Estado”, resaltó el ministro.
“Las instituciones en Nicaragua funcionan en el marco de este Estado soberano, independiente y libre”, retieró.
El canciller Moncada explicó a profundidad las razones por las cuales han sido detenidos un grupo de individuos, que están siendo investigados por el Ministerio Público por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, e incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, todo lo cual viola la ley 1055 que tipifica los delitos de traición a la Patria.
“Nuestras instituciones –el Ministerio Público y los jueces– son las competentes por ley para investigar e impartir justicia, y no tienen por qué rendir cuentas a ningún gobierno extranjero, a ningún bloque de gobiernos extranjeros o a ningún imperio como el de Estados Unidos”, enfatizó Moncada Colindres.
Agregó que “Nicaragua es un estado libre, independiente, soberano y con autodeterminación; no somos colonia de nadie ni estamos subordinados a ninguna potencia imperial. El Estado nicaragüense actúa conforme a su Constitución Política, a las leyes, a la función coordinada y armoniosa de su institucionalidad”.
Los detenidos por traición
El canciller nicaragüense también comentó algunas reacciones internacionales sobre esas detenciones y ratificó que “no son por causas políticas”, sino “por indicios en la comisión de delitos especificados claramente en las leyes de Nicaragua”.
“Quienes están siendo procesados, hay que dejarlo claro, no son candidatos presidenciales, son directivos de organismos no gubernamentales que reciben financiamiento del gobierno de Estados Unidos y de la Unión Europea, y lo destinan precisamente para desestabilizar el país”, aclaró Moncada.
También comentó la decisión de los gobiernos de México y Argentina de llamar a sus respectivos embajadores a sus capitales para realizar consultas. “Somos muy respetuosos de los asuntos internos de cada Estado y de la decisión soberana que tomen sus gobiernos. Si Argentina y México están convocando a sus embajadores, están en su derecho”, declaró.
Sin embargo, aclaró que “nosotros reiteramos: no admitimos injerencias externas en los asuntos internos de Nicaragua que corresponde resolverlos al pueblo nicaragüense, a sus autoridades, a su gobierno, a sus instituciones”.
“Por consiguiente reiteramos: respeto mutuo en las relaciones internacionales, respeto al derecho internacional y respeto a que cada país, cada Estado, resuelva los asuntos internos en el marco del Estado de Derecho que tiene cada país y de la voluntad soberana de cada uno de los pueblos de América Latina y del Caribe”, enfatizó.
Las prácticas mafiosas yanquis
En cuanto a las represalias que con frecuencia aplica el Gobierno de Estados Unidos, sin importar quien esté en la presidencia de ese país, el canciller Moncada recordó que “es un imperio que vive de la agresión a países libres, soberanos e independientes; de la invasión a otros países, de destruir la unidad de esos Estados, de provocar cienes de miles de muertos. Basta recordar Libia, Siria, Irak, Vietnam, en fin, tantos países que han sido víctimas de esa actividad imperial destructiva”.
“Realmente Estados Unidos lo que hacen es retomar aquellas viejas prácticas de los años 30 los jefes mafiosos Al Capone en Chicago y John Dillinger en New York y en las ciudades importantes de ese país, y convertir eso en una especie de política de estado. Es decir, el gansterismo como política de estado para apropiarse de las riquezas de los recursos naturales y energéticos de los países”, anotó.
Añadió que “esa es la razón de ser de los imperios y por eso nosotros decimos que las medidas unilaterales son violatorias del Derecho Internacional, de la Carta de Naciones Unidas, de la soberanía, de la independencia y de la autodeterminación de los pueblos. Las condenamos, las rechazamos”.
“Rechazamos esas medidas unilaterales, arbitrarias, ilegales e inhumanas, que perjudican y obstruyen el derecho al desarrollo de los pueblos, y obstruye la agenda 2030 que fija los objetivos de desarrollo sostenible en este planeta”, confirmó Moncada, al referirse a las agresiones contra Cuba, Venezuela, Bolivia y otros países del mundo.
A su juicio, lo que pretende Estados Unidos “es derrotar, paralizar el avance y el desarrollo de los países que vamos progresando, caminando, luchando por restituir los derechos de los cuales han sido históricamente excluidas las grandes mayorías. La lucha de nuestros gobiernos es por el bien común”.
“Estados Unidos, otros países y otras potencias, quieren utilizar todo su aparataje, todos sus tentáculos, tanto del poder mediático como sus poderes económicos y políticos, para desestabilizar a nuestros gobiernos, pueblos y sociedades, y evitar que avancemos por una ruta correcta, justa, de derechos sociales, de libertades, de derechos fundamentales de forma integral, de democracia participativa, activa de nuestra población y no democracia de élites como la que ellos ejercitan”, denunció el canciller Denis Moncada.