Nicaragua | Carlos Fonseca Terán, dirigente del FSLN: “Somos conscientes de que las detenciones son contraproducentes”

3.797

Por Alberto López Girondo

Secretario de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista de Liberación Nacional, Carlos Fonseca Terán es hijo de uno de los fundadores del FSLN. Es también un activo militante de la causa nicaragüense en un momento en que ese país centroamericano está en el ojo de la tormenta. Esta semana, el titular de la OEA pretendía suspender a Nicaragua por la detención de dirigentes opositores al gobierno de Daniel Ortega, pero su deseo se redujo a una condena. Argentina y México se abstuvieron de votar.

“Todos fueron detenidos por delitos penados por las leyes nicaragüenses”, afirma Fonseca Terán a Tiempo. “Algunos por violar la ley aprobada en diciembre que establece como traición a la patria la petición de acciones de gobiernos extranjeros que afecten a Nicaragua a sus instituciones y ciudadanos, como en este caso son las medidas de agresión que EEUU ha estado aplicando a nuestro país y que ellos llaman sanciones”, agrega.

Las sanciones se basan en normativas que extienden la jurisdicción estadounidense, como la Nica Act, de 2018 -luego de la crisis de abril de ese año calificada como intento de golpe por el gobierno- y una que se votaría este martes, Renacer, que amplía motivos para castigar a funcionarios, una suerte de extensión de la Ley Global Magnitski.

“Otros fueron detenidos por lavado de dinero, como un banquero, o Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Chamorro, que ha reconocido que recibe dinero para su fundación de agencias de EEUU y europeas de trayectoria desestabilizadora como USAID, la Fundación Soros o la Oxfam”, detalla Fonseca Terán.

-¿No resultan contraproducentes esas detenciones, que generan rechazos en el exterior al punto de que algunos tildan al gobierno de dictadura?

-Por supuesto que políticamente es contraproducente. Sin embargo, esa no puede ser una razón para no aplicar la ley. Nosotros tenemos que respetar nuestro propio estado de derecho y por eso estamos dispuestos a pagar los costos que sea necesario. Si por una consideración política de tipo coyuntural no aplicamos una ley en un tema que tiene que ver con la estabilidad, la autonomía y la autodeterminación se estaría generando un daño estratégico de largo plazo en aras de un rédito político. Estamos conscientes de que políticamente no nos conviene hacer lo que estamos haciendo, sin embargo tenemos que hacerlo precisamente porque la motivación no es política. Por otro lado, en encuestas de la oposición como algunas pedidas por nosotros no hay ni uno solo de los detenidos que llegue ni cerca a tener los porcentajes que tiene de respaldo nuestro presidente.

-Si no eran tan influyentes ¿no les están dando una entidad que no tenían?

-La ley era para evitar que ellos continuaran en esas actividades que han insistido y a nosotros nos parece que lo han hecho adrede para provocar esta situación. Al saber que no tienen posibilidades, buscan cualquier manera de deslegitimar las elecciones.

-Hay quienes dicen que Nicaragua está en la mira por el proyecto para hacer un canal interoceánico con capitales chinos.

– Hemos dicho que no renunciamos a nuestro derecho a construir el canal, pero debido a lo que se dio en el año 2018 se nos dificultó mucho más la gestión vinculada a los fondos necesarios para la puesta en práctica. Estamos conscientes de que una de las razones del recrudecimiento de la agresividad que siempre tuvo EE.UU. contra nosotros es precisamente la construcción del canal interoceánico. Nuestra historia entera está marcada por nuestra ubicación geográfica, que debería ser una bendición y se ha convertido en una maldición.

-¿Cómo está la situación económica, tras un año y medio de pandemia?

-Desde que el FSLN regresó al gobierno, en 2007 el país había crecido a un promedio de 4,5%. A raíz de 2018 se inició un decrecimiento hasta que este año comenzó a recuperarse a nivel de un 3%, a pesar de dos huracanes fuertísimos que embistieron a nuestro país y la pandemia. En el manejo de la pandemia logramos mantener un equilibrio: nuestro país no se puede dar el lujo de paralizarse económicamente, porque la característica de nuestro modelo es que incluye un papel protagónico de la economía popular autogestionaria como parte del proceso de socialización de la propiedad y la democratización de la economía. Tenemos un modelo sanitario muy participativo que nos ha permitido enfrentar de manera muy exitosa el coronavirus, a pesar de que la oposición ha estado empeñada en un discurso que genere zozobra. Médicos voceros de la derecha habían pronosticado una cantidad apocalíptica de contagios y muertes en base a su postura de ir a una cuarentena estricta que no se produjo. La tasa de mortalidad es menor al promedio de la región y la de EEUU (registra 188 muertos en total y 8000 contagios). La inversión en salud paso de 32 dólares per cápita en el 2006 a 72 dólares y llevamos construidos 18 hospitales desde 2007, con un acceso universal a la salud.

-¿Esperan algún cambio con la administración Biden?

-No tenemos esperanzas ni expectativas positivas. Nunca ha venido nada bueno de EEUU. Sabemos que peor que Trump difícilmente haya. Pero eso no significa que haya expectativas, aunque es posible una política algo más racional con respecto al mundo.

Tiempo Argentino


VOLVER

Más notas sobre el tema