Colombia | Ana Erazo, concejala de Cali: “El mundo entero está evidenciando la grave violación a los DDHH que estamos viviendo”
Por Luciana Mazzini Puga, de la redacción de NODAL
El 28 de abril, centrales sindicales y sectores populares de Colombia iniciaron un Paro Nacional que, tras 13 días de protestas, parece no tener fin. Lo que se inició como una movilización contra la reforma tributaria planteada por el presidente Iván Duque, desencadenó en un estallido social marcado por una brutal represión ordenada por el gobierno uribista.
Diversos organismos internacionales condenaron el uso indiscriminado de la fuerza, y Cali, epicentro de las movilizaciones y la represión, pasó a estar en boca de todo el mundo. Para profundizar sobre estos aspectos y sobre cómo impacta este paro en las elecciones presidenciales del 2022, NODAL dialogó con Ana Erazo, lideresa social y concejala de Cali por el Polo Democrático Alternativo.
¿Cuáles son las razones del estallido social y qué sectores se están movilizando?
Si bien la movilización del 28 de abril estaba convocada por el paquetazo de la reforma tributaria, lo que vemos en este momento es una expresión de la continuidad de lo que fue el 21 de noviembre del año pasado, que era una movilización que recogía todo el paquetazo neoliberal del gobierno de Iván Duque. Lo que se suma ahora es la agudización de la crisis social y económica que demarca la pandemia y la vulneración de derechos humanos. Es una situación en la que hay muchos sectores juveniles, vecinos y vecinas que ya estaban cansados de las políticas de este gobierno uribista.
Entonces, el 28 de abril se convoca para la reforma tributaria pero termina llevando a un estallido social, sobre todo por las inconformidades que tienen los jóvenes que llevan años aguantando estas condiciones pero que hoy se deciden a transformar sus realidades. Son jóvenes que no tienen acceso a la salud, a la educación, que no tienen empleo. Colombia tiene más de 20 millones de personas que se consideran en pobreza extrema, y, ante esa situación y ante el sentir que no tienen nada que perder, han salido a las calles.
¿Cómo se explica un nivel de violencia estatal tan fuerte y explícito?
Frente al nivel de violencia estatal, lo que vivimos desde el 28 de abril fue una continuación de la estrategia de terror orquestada el 21 de noviembre de 2020, en el que se intenta deslegitimar la protesta social a partir de lo que ellos llaman el «vandalismo». A razón de la contención de ese vandalismo, el gobierno local llama al nacional para que a partir de la fuerza pública sean contenidas las movilizaciones. Esto genera una situación de confrontación directa contra la institucionalidad policial por parte de quienes están en la movilización, sumado a un odio generacional de los jóvenes contra los abusos históricos de la policía. También están las expresiones de fuerzas de grupos armados que estamos viendo en la ciudad, que son civiles que han llegado a disparar a los puntos de concentración y que nosotros llamamos exparamilitares. En estas situaciones tiene gran responsabilidad el gobierno nacional.
¿Qué impacto tiene políticamente la repercusión internacional que está teniendo este nivel de violencia policial?
Las implicaciones políticas que está teniendo el gobierno nacional tiene que ver con que el mundo entero está evidenciando gracias a las redes sociales y a los medios alternativos la grave violación a los derechos humanos que estamos viviendo. Hay más de dos mil casos reportados de abuso policial, casos de violencia basados en género, mujeres agredidas sexualmente, más de mil personas desaparecidas y más de 35 personas asesinadas. Las repercusiones que trae es que, por ejemplo, en la Cámara Baja de EEUU se consideren situaciones como que no se remitan recursos a Colombia por la violación de los derechos humanos. Sin embargo, queremos seguir haciendo los llamados para que también desde otros lugares más jurídicos como la Corte de La Haya o la CorteIDH fijen su mirada sobre Colombia y haya una ayuda más humanitaria para el rescate de los derechos humanos.
¿Cómo influye este paro en las elecciones presidenciales del 2022? ¿Puede impactar en un cambio de rumbo político para Colombia?
Es necesario hacer una lectura más global de lo que implica el uribismo no solamente para Colombia sino para el mundo entero. Creo que una de las situaciones que pudiésemos estar viendo al generar mayor tensión y mayor desorden público por parte de las fuerzas públicas, es que se genere algún tipo de situación de estado de conmoción y ello llevase también al aplazamiento de las elecciones presidenciales, es decir, el querer ganar las urnas antes del 2022. Ese puede ser un escenario en el cual nosotros y nosotras no podemos caer, necesitamos generar una salida política y democrática a este paro nacional, con ganancias justas para la gente para poder crear las condiciones que nos permitan la democracia en el 2022. Es necesario que toda la población que hoy vemos en las calles tenga una mayor conciencia hacia el voto en las próximas elecciones y que toda la ganancia política que hoy se tiene en las revueltas populares conlleve a tener mejores condiciones de gobierno hacia el año próximo.