AMLO pidió perdón al pueblo maya por el exterminio y los abusos a lo largo de la historia
Ofrecemos las más sinceras disculpas al pueblo maya: AMLO
Al encabezar la ceremonia de petición de perdón por agravios al pueblo maya, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, expresó que “por un imperativo de ética de gobierno, pero también por convicción propia, ofrecemos las más sinceras disculpas al pueblo Maya por los terribles abusos que cometieron particulares y autoridades nacionales y extranjeras”, tanto en el conquista, la época colonial y tras la independencia.
En el acto que se celebró en el Museo de la Guerra de Castas, en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, y frente a los gobernadores de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, así como el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei como invitado, López Obrador recordó que en 1849, tras el inicio de rebelión de los mayas yucatecos, parte de la opinión pública era, “aunque parezca increíble”, favorable a acabar con la población indígena.
Incluso, en medios de comunicación se pedía la conformación de cuerpos del Ejército dedicados a su exterminio. Mientras que las posturas más moderadas pedían una aculturación para desaparecer a los pueblos originarios, apuntó al leer un artículo publicado ese año.
Todos los pueblos han sufrido la exclusión, racimos y masacres, lamentó el tabasqueño, pero subrayó que los mayas y los yaquis fueron los peor tratados y víctimas de la mayor crueldad.
En la dictadura de Porfirio Díaz, explicó, también se despojó de sus tierras a comunidades indígenas para favorecer a particulares nacionales y extranjeros. “La ideología dominante de entonces, sostenían que los indígenas debían trabajar como peones, y ser entregados como la tierra, el agua, el petróleo o los bosques, a los llamados hombres de negocios, para conseguir así el ansiado progreso del país”.
El Jefe del Ejecutivo hizo una relatoría de varios de los hechos que han sufrido las comunidades mayas, y la represión desde los gobiernos en ese momento. “En la guerra contra los Yaquis y los Mayas, oficiales de alto rango recibían medallas al mérito militar como gratificación por sus infamias”, indicó.
Uno de esos casos fue Victoriano Huerto, quien por consumar una matanza fue ascendido a general de brigada, caso similar al de Aureliano Blanquet. Posteriormente ambos ordenaron el asesinato del presidente Francisco I. Madero.
“En Quintana Roo sólo se acaparó la tierra, pero no se produjo nada, había algunos campamentos de corte de madera, pero la mayor parte del territorio estaba abandonado; los terratenientes porfiristas ni siquiera conocían sus propiedades”, agregó.
El mandatario llamó a que el esplendor actual de la región no haga olvidar que aquí viven los descendientes de quienes padecieron “las más inhumanas de las injusticias: la guerra de exterminio”.
Aunque todavía hay mucha pobreza en esta región, expresó que “no podemos decir que el presente es como el pasado oprobioso porfirista, porque ahora hay libertades, son públicas, notorias, se expresan sin censura y hay, sobre todo, una nueva voluntad de hacer justicia para el bien del pueblo, como en los tiempos de la Revolución mexicana. Tan es así, que por eso estamos aquí ofreciendo perdón y exponiendo que jamás vamos a olvidar a los pobladores del México profundo”.
Debido a la veda electoral, omitió explicar los programas gubernamentales enfocados a esta región.
Visita a México | Giammattei habla de recuperar la memoria histórica
El presidente Alejandro Giammattei está en México como parte de una visita oficial de dos días que tiene como objetivo fortalecer las relaciones bilaterales.
Giammattei se encontró con su homólogo, Andrés Manuel López Obrador, en la península de Yucatán. En ese lugar ocurrió un para un evento histórico: el Estado mexicano pidió disculpas al pueblo maya por los agravios sufridos desde la conquista española hasta nuestros días.
Mensaje de Giammattei
Giammattei ofreció un discurso en el acto, en el que agradeció a su par la invitación a un evento para la “recuperación de la memoria histórica y la reconciliación de los pueblos originarios”. Aprovechó para invitarlo a la celebración del bicentenario de la independencia.
“Estos momentos permiten fortalecer los vínculos de hermandad entre nuestros pueblos… Retomar nuestra historia nos permite analizar el presente y darnos cuenta que nos seguimos enfrentando ante la pérdida de vidas humanas, ahora a causa del crimen organizado, la exclusión social y falta de desarrollo”. Alejandro Giammattei, presidente de Guatemala
En nombre del pueblo de Guatemala quiero agradecer la invitación del presidente de México, @lopezobrador_, para participar en la ceremonia "Fin de la Guerra de Castas: Petición de perdón por los agravios a los Pueblos Mayas”.
— Alejandro Giammattei (@DrGiammattei) May 3, 2021
Por su parte, López Obrador destacó la importancia de escuchar, atender y respetar a todas las personas. “Pero dándole preferencia a los más necesitados, en especial a los mayas e indígenas de todas las culturas de México”.
“Estamos aquí ofreciendo perdón. El pueblo maya cuyo pasado es orgullo, y en el presente es signo de identidad para México y Guatemala”. Andrés Manuel López Obrador, presidente de México
Petición de perdón por agravios al pueblo maya. Fin de la Guerra de Castas, desde Quintana Roo. https://t.co/dZZk5TGMbd
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) May 3, 2021
Hablarán sobre migración
Está previsto que mañana, Giammattei y López Obrador se reúnan en la capital mexicana. Los mandatarios abordarán temas de interés común, entre ellos el aumento del flujo migratorio con dirección a Estados Unidos.
Giammattei viajó México acompañado del canciller Pedro Brolo y de Patricia Letona, secretaria de Comunicación Social de la Presidencia.
Mayas piden una comisión de memoria, reconocimiento y justicia
Para conmemorar el 120 aniversario del fin oficial de la Guerra de Castas en Yucatán, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en nombre del Estado mexicano, pidió perdón a los pueblos mayas por más de 500 años de opresión, discriminación, injusticias y despojo de sus territorios.
En representación del pueblo maya, Ana Karen Dzib Poot consideró importante el reconocimiento de la responsabilidad del Estado ante estos agravios. “Reconocemos su humildad, un paso histórico para la reconciliación nacional”, dijo, pero al mismo tiempo pidió, entre otras cosas, crear una comisión de la memoria para el reconocimiento y justicia del pueblo y se les reconozca como sujetos colectivos.
Acompañado del presidente de Guatemala, Alejandro Eduardo Giammattei, los gobernadores de Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán, López Obrador hizo un recuento histórico de las afrentas que, desde la invasión española, el llamado periodo independiente, el porfiriato y los sucesivos gobiernos del siglo XX infringieron a los pueblos mayas, muchas veces en nombre de un pretendido progreso económico.
La ceremonia tuvo lugar en el Museo Guerra de Castas, en el municipio Felipe Carrillo Puerto (antiguamente Chan Santa Cruz, donde tras la aparición de una Cruz Parlante se reagruparon los mayas tras su supuesta derrota). Afuera protestaba un grupo de ciudadanos, cuyos gritos se alcanzaban a escuchar en la transmisión oficial, al tiempo que el presidente recordó el inicio en 1847 de la rebelión de los mayas de Yucatán y cómo hubo medios de la época, entre ellos El Universal, El Globo, El Siglo XIX y El Monitor Republicano, que abiertamente pedían su aniquilación. Leyó un fragmento de este último, publicado el 6 de junio de 1849:
“Todas las personas –afirmaba esta editorial– sensatas –decía– convienen en la necesidad de que desaparezca la raza indígena, numerosísima en nuestro país y la más atrasada, por desgracia, en la carrera de la civilización”.
El mandatario reconoció que en los pueblos mayas hay aún mucha pobreza, pero según él no puede decirse “que el presente es como el pasado oprobioso porfirista, porque ahora hay libertades, son públicas, notorias, se expresan sin censura”, y sobre todo hay voluntad para hacer justicia.
El presidente Giammattei se refirió a la situación actual, incluida la pandemia, pues mantiene en la marginación y la exclusión social a los pueblos mayas que ahora, además, pierden vidas humanas por conflictos con el crimen organizado y son obligados a dejar sus lugares de origen y migrar.
Perdón admitido
Ana Karen Dzib Poot destacó que esta fecha es importante en el pensamiento maya por ser día de la cruz, un símbolo de luz y fertilidad, representa la ceiba sagrada y la creación de su pueblo, encarna lo femenino y masculino, el nacimiento y la muerte, la sequía y la lluvia, y es, asimismo, símbolo de la resistencia y la lucha mayas.
Dijo que con la llegada de los invasores les llegaron despojos, guerras, enfermedades, esclavitud, tragedia y desde entonces viven en una nación que los ha ignorado, reprimido y esclavizado, aun en nuestros días, y han sobrevivido con dignidad.
Por ello consideró importante el reconocimiento de la responsabilidad del Estado ante estos agravios: “reconocemos su humildad, un paso histórico para la reconciliación nacional”, pero al mismo tiempo pidió: la creación de una comisión de la memoria para el reconocimiento y justicia del pueblo y se les reconozca como sujetos colectivos. Un plan de desarrollo para atender las necesidades más apremiantes del pueblo maya, y el reconocimiento a su dignidad, para que no se repitan las injusticias, la exclusión y la discriminación que aún viven.
“Por el bien de todos, primero los pobres. Por el bien de la nación, primero los indígenas”.
…Y rechazado
Por su parte, Carlos Chablé Mendoza, el cronista de Noj Kaaj, Felipe Carrillo Puerto, dirigió una carta pública al presidente López Obrador en la que le reclama en principio haber organizado el evento a puerta cerrada y no en algún centro ceremonial maya masewal (máasewáal).
Luego una serie de lo que juzga inexactitudes, desde la fecha, el sitio del evento, pues la ciudad fue colonial y no el lugar donde se inició la guerra:
“El gran levantamiento maya, conocido como Guerra de Castas, inició en julio de 1847, o sea hace 174 años, y nunca hubo armisticio, ni acuerdo de paz efectivo”.
El 3 de mayo se celebra a la Santísima Cruz, pero no el fin de la guerra, pues en 1933, en Dzulá, hubo enfrentamientos entre mayas y el ejército mexicano, y también en 1979 en Chemax. Por ello le resulta incomprensible que se le otorgue al ejército la construcción y ganancias de los últimos tramos del llamado Tren Maya y del aeropuerto que se hará en Tulum, en lugar de “querer resarcir los daños sufridos por el pueblo maya durante la conquista, colonización y Guerra de Castas”.
Le recuerda al presidente su petición de perdón a España y al Vaticano (que no sólo no la han concedido, sino que se ha tensado la relación bilateral, como publica el semanario Proceso esta semana), para señalar que, al pedir perdón como mandatario, en representación del Estado mexicano, se asume como heredero de todo lo negativo y peor del colonialismo y neoliberalismo.
En ese sentido, la deuda es enorme y está pendiente saldarla. Más aún, se siguen cometiendo despojos y se dan casos en los que se trata como invasores a quienes nacieron y viven en territorios por los que pasará la ruta del Tren Maya:
“Así que no basta que el Estado mexicano pida perdón, pues existen todavía secuelas de la invasión, conquista y colonización que deben ser reparadas… Se requiere restituir, resarcir los recursos naturales, materiales y humanos de los que fue despojado el pueblo maya peninsular”.