Bolsonaro rechaza comisión que investiga su manejo de la pandemia: “El dictador no soy yo”

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Bolsonaro, contra comisión que investigará al Gobierno: «El dictador de Brasil no soy yo»

Por Pablo Giuliano

El presidente Jair Bolsonaro rechazó este martes ser el dictador de Brasil, al acusar a los gobernadores e intendentes de haber causado la crisis económica con sus cuarentenas contra el colapso hospitalario, en una reacción a la creación de una comisión parlamentaria para investigar el rol del Gobierno contra el coronavirus, decisión que debe ser refrendada el miércoles por el Supremo Tribunal Federal.

«El dictador de Brasil yo no soy», afirmó Bolsonaro, que acusó a la máxima corte de haberle dado supuestamente autoridad a gobernadores e intendentes para decidir sobre cuarentenas y toques de queda.

Al hablar ante seguidores en la puerta del Palacio de la Alvorada, el mandatario expuso sus quejas ante los pedidos de empleo y ayudas sociales de las personas que fueron a visitarlo.

«Hay gente quejándose porque se terminó el empleo. Yo no fui el que cerró los comercios. Yo tampoco fui el que te obligó a quedarte en tu casa. Yo hago mi parte», afirmó el ultraderechista.

Bolsonaro protagonizó otro escándalo el domingo luego de que el senador Jorge Kajurú divulgara una conversación en la que el jefe del Estado le indica que es necesario crear otra comisión para investigar a gobernadores e intendentes y acelerar los pedidos de destitución de jueces de la corte no alineados con el Gobierno.

La semana pasada, el juez del Supremo Tribunal Federal Luis Barroso aceptó un pedido de 31 senadores para crear una comisión que investigue al Gobierno, sobre todo en la muerte de pacientes por falta oxígeno en enero en Manaos, capital del estado de Amazonas, ya que el Ministerio de Salud habría sido advertido una semana antes del colapso.

Este miércoles la corte votará -se espera una aprobación por amplia mayoría- pero el Gobierno negociaba ponerle algunos límites de tiempo y lugar al inicio e los trabajos.

El titular del Senado, Rodrigo Pacheco, del derechista Demócratas y aliado de la agenda económica bolsonarista, afirmó que la comisión será instalada aunque sin fecha de inicio, sobre todo porque parte del oficialismo no quiere que las reuniones sean remotas.

Pacheco dijo al diario económico Valor que «no es tiempo para hablar de juicio político, ni de jueces ni del presidente», con el argumento de la emergencia sanitaria que vive el país, con el promedio diario de muertes más alto del mundo: 3.124.

Tuvo, sin embargo, una mala noticia para el presidente: no podrá haber una comisión que investigue a gobernadores no bolsonaristas ya que eso es potestad de los parlamentos regionales.

La comisión fue votada esta tarde por el Senado: tendrá 11 titulares y 7 siete suplente y 90 días para hacer su investigación. En 10 días las bancadas deberán elegir a sus representantes.

En total, Brasil tiene 354.617 fallecidos de Covid-19 y los principales estados afectados están en confinamiento desde el inicio de marzo, aunque esta semana Rio Grande do Sul, Rio de Janeiro, Santa Catarina y San Pablo redujeron restricciones pese a que todos tienen más del 80% de ocupación hospitalaria.

San Pablo, con una población similar a la Argentina, superó los 83.000 muertos.

Bajó en dos semanas una ocupación del 93% en las camas UTI para Covid-19 al 88% debido a la fase de emergencia del confinamiento, que esta semana volvió a la fase roja con autorización de clases presenciales con el 35% de aforo.

El gobernador Joao Doria inauguró el decimotercer hospital de campaña abierto en la segunda ola, agravada por la predominancia de la variante P1 o de Amazonas.

La vacunación iniciada el 17 de enero comenzó a tener más escollos en el camino, según admitió el ministro de Salud, Marcelo Queiroga.

El funcionario afirmó a los periodistas que 1,5 millón de brasileños no fueron a aplicarse la segunda dosis: en Brasil se administran la china CoronaVac, de Sinovac y la anglo-sueca de AstraZeneca-Oxford.

«Hay 1,5 millón de personas con la segunda dosis atrasada», dijo Queiroga, quien explicó que AstraZeneca tiene mayor eficacia cuando hay un intervalo de tres meses, mientras que con la de CoronaVac lo recomendado es esperar entre 21 y 28 días para la segunda dosis.

En Brasil, fueron administradas 31,2 millones de dosis al 14,75% por ciento de la población, aunque apenas el 3,49% (7,3 millones de personas) recibió las dos dosis, de acuerdo a la información de las secretarías de Salud estaduales agrupados por el consorcio de los grandes medios de comunicación.

El ministro Queiroga recordó que el Plan de Inmunización de Brasil prevé aplicar hasta diciembre más de 500 millones de dosis ya adquiridas.

«Pero no quiero ponerme metas, no soy astrólogo», dijo al admitir que no sabe -por no contar con las vacunas contratadas- cuándo el país podrá inmunizar diariamente a un ritmo de 2,4 millones por día, en un país de 216 millones de habitantes.

El Gobierno de Brasil anunció que recibirá 800.000 dosis de Pfizer como parte del plan global Covax que impulsa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria aprobó la Pfizer y a vacuna de Janssen, aunque carece de ellas por el momento.

Está pendiente de aprobación la rusa Sputnik V, contratada por gobernadores e intendentes y que tiene como aliada a la farmacéutica brasileña Uniao Quimica, que posee dos plantas para fabricarla en Brasilia y en Guarulhos, San Pablo.

Hasta el momento, ocho de cada 10 vacunas son de CoronaVac, importadas del laboratorio chino Sinovac Life Science y envasadas por el paulista Instituto Butantan.

Por otra parte, el Gobierno apuesta que el laboratorio federal Fiocruz fabrique 20 millones de vacunas de AstraZeneca mensuales a partir de mayo.

Télam


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