Yonhy Lescano, candidato presidencial peruano: “La crisis se debe al debilitamiento de los partidos políticos y a la corrupción”
Su fama de contestatario, rebelde, crítico del sistema político y de no alinearse con la corrupción serían las razones que explican que a casi dos semanas de que se realicen las elecciones presidenciales en Perú, el próximo 11 de abril, el candidato de Acción Popular, Yonhy Lescano, se encumbre como el favorito para ganar los comicios, con un 14% de intención de voto entre los 16 postulantes al Palacio Pizarro y apenas con un 8% de rechazo.
Esta semana terminó una gira que lo llevó por distintos sectores del país y que ayer culminó en su ciudad natal, Puno, donde le ha quitado apoyo a la candidata Verónika Mendoza, de Nuevo Perú. “Allí, hay unos 3.800 metros de altura, quizás un poquito menos. El trajín ha sido duro, pero estoy tranquilo, cuento con mucho apoyo. Gracias a Dios hay un respaldo muy contundente”, señala en conversación con La Tercera.
El político de 62 años, que dejó su escaño en 2019, cuando el expresidente Martín Vizcarra disolvió el Congreso, es una figura relativamente nueva en la política de su país, ya que se convirtió en legislador por Puno recién en 2001, cargo por el que fue reelecto en 2006, 2011 y 2016.
Lescano conoce Chile muy bien. En 1985 se trasladó a Santiago para estudiar un magíster en Derecho Privado en la Escuela de Graduados de la Universidad de Chile. Justamente, durante esta estadía conoció a su esposa, la abogada chilena Patricia Contador Durán, con la que tiene tres hijos.
“El recuerdo más bonito que tengo fue conocer a mi esposa, en la librería Andrés Bello en el centro de Santiago. Ese fue un día histórico familiar. Ella me dio la oportunidad de hablar, de conocerla y bueno, hacer nuestra familia. Tengo un recuerdo muy lindo que es muy importante para mi vida. Y además están las lecciones, las jornadas académicas que llevé en el programa de maestría en la Escuela de Graduados de la Universidad Chile cuando hice mi magíster allá. Eso fue una experiencia muy positiva”, dice.
Aunque su bandera es la lucha contra los abusos, en marzo de 2019 la prensa local publicó imágenes que presuntamente dejaban en evidencia un supuesto acoso sexual cometido por el entonces congresista contra una periodista radial, a través de un diálogo por WhatsApp de grueso calibre. En su defensa, Lescano denunció una manipulación, aunque la Comisión de Ética lo suspendió por 120 días.
¿Cómo cree que pueda tomar Perú el hecho de tener una primera dama chilena en caso de ser elegido?
No creo que sea un factor negativo, contrario a mi candidatura. Casi no se habla de eso, una que otra persona por ahí, pero casi no se habla. No es un elemento, un factor importante para poder dinamitar, para disminuir la candidatura. Y, además, con ella hemos tenido cuatro veces éxito en los procesos electorales, en mi trabajo como parlamentario. De tal manera que no es un elemento sustantivo. Ella como tiene tantos años acá, está inmiscuida en los temas peruanos y hace mucho trabajo y se vincula muy rápidamente con todos los correligionarios de mi partido y también con las personas que me apoyan. Esa relación que ella establece, que muy rápidamente engancha con las personas, ha ayudado bastante también para que no sea un asunto que pese lo suficiente para considerarlo en un proceso electoral.
¿Con quién se identifica más? ¿Con el actual Presidente Sebastián Piñera o con la expresidenta Michelle Bachelet?
Yo valoro el trabajo de ambos presidentes de Chile. Cada uno con su estilo. Pero no me veo identificado con ninguno de los dos. No tengo un factor que pese a favor de uno o de otro. Considero que son presidentes que se han conducido adecuadamente, con seriedad. Obviamente la política también tiene críticas. No los tengo como un paradigma, como un referente. Mi partido, de alguna manera, es un partido de centro, el Presidente (Fernando) Belaúnde decía yo no soy ni de izquierda ni de derecha, adelante decía el Presidente. Entonces, en ese sentido, no tengo como referentes ni a uno ni a otro presidente.
¿Cuál fue su visión del estallido social que Chile vivió en 2019?
Fue una cuestión medio extraña, porque Chile que tiene una economía fuerte y es un país que tiene cierta modernidad, y entonces tuvo una situación de esta naturaleza, un estallido que provocó muchos problemas, muchos costos desde todo punto de vista. Eso me demostraba que había cuestiones absolutamente escondidas, de injusticia, problemas de carácter económico fundamentalmente. Y creo que eso ha desnudado un poco los problemas que tenía Chile. Creo que eso tiene que obligar a Chile, como de alguna manera lo está haciendo, a cambiar las normas constitucionales, a darle una nueva refundación, a darle una nueva base para superar precisamente ese estallido social.
En caso de ser elegido Presidente, ¿existen todavía temas pendientes entre Chile y Perú?
El asunto del mar territorial ha resuelto gran parte de los problemas. Creo que eso de alguna manera ha bajado mucho la tensión. Siento como peruano que eso ha tranquilizado y ha traído mayor cordialidad y amistad entre los pueblos. Pero hay problemas pendientes. Por ejemplo, los libros que estaba devolviendo Chile, que llegó una cantidad a Perú, pero parece que hay libros que todavía no se han devuelto. Me parece que no son problemas significativos, pero son asuntos pendientes. El funcionamiento del muelle en Arica, eso también es un asunto pendiente. Desde el punto de vista conceptual, son asuntos pendientes que no pesan como para decir que ahí va a haber alguna problemática, alguna enemistad respecto a eso, pero que ahí están, esperando una solución definitiva.
¿Y la devolución del Huáscar?
No está en el plan de gobierno, no está en los propósitos de un futuro gobierno. Está en una propuesta absolutamente del siglo 21, donde se invocaba que se tenga en cuenta el Bicentenario que se va a cumplir para Perú el 28 de julio. A razón de eso yo dije que como un gesto de buena amistad, de buena voluntad quizás, para acercar más a los pueblos, que han tenido tantas rencillas en el pasado y tantos enojos, se podría devolver el Huáscar. En 1965, un senador de la Democracia Cristiana, Tomás Pablo pidió al gobierno chileno devolver el Huáscar. También el miembro de Inti-Illimani, el señor Jorge Coulón Larrañaga lo pidió. Además, la exalcaldesa de Santiago Carolina Tohá también hizo un pedido en este sentido. Y estuvo de acuerdo en que se podía. Y el ministro de Defensa en ese entonces (Jaime) Ravinet también se pronunció en ese sentido. Ahí hay antecedentes que estaban en la línea de que haya un gesto entre Chile y Perú, a razón del Bicentenario. Fue un pedido cordial que se hizo a efecto de ver si el gobierno chileno lo considera o no. Si no están de acuerdo, nosotros seguimos con nuestro trabajo. Fue una propuesta personal. No me voy a enojar (si no lo devuelven).
De salir elegido, ¿cómo piensa hacer frente a la pandemia?
Yo he hecho un pedido al Presidente (Francisco) Sagasti, que se pida a los laboratorios que si no levantan o no declaran la moratoria sobre las patentes, que al parecer no están dispuestos a eso, porque eso podría representar algún tipo de factor económico. Entonces que traigan aquí los laboratorios de América Latina sus fórmulas para hacer las vacunas, traigan su tecnología, que no nos van a regalar, nosotros la vamos a pagar, pero eso va a permitir hacer vacunas mucho más rápido, no vamos a estar esperando hasta diciembre. Entonces, en la pandemia hay que enfrentar de esa manera que se vacune lo más rápido posible de utilizar todos los mecanismos legales que tienen las normas internacionales. Incluso la Organización Mundial de la Salud ha pedido que se declare la moratoria de las patentes de las vacunas. Porque se está muriendo la gente.
¿Cree que la constante crisis política que vive Perú ha jugado en desmedro para enfrentar la pandemia?
Qué duda cabe. Sí, pues eso ha retrasado mucho la contratación, el seguimiento, la continuidad, las medidas que se debían tomar para enfrentar la pandemia y contratar las vacunas. Porque una crisis política de esa envergadura, de cambiar varios presidentes nos ha dado como resultado esta situación de retraso no solamente en la pandemia, sino en otras materias.
¿A qué atribuye esta crisis permanente que vive Perú?
Hay una situación de debilitamiento de los partidos políticos. Segundo, la situación de corrupción. No se olvide que en mi país tenemos seis expresidentes investigados por corrupción, los últimos seis expresidentes. Eso, lamentablemente, trae consecuencias. Entonces nosotros hemos estado luchando contra eso, para que la democracia no se vaya a mellar, no se vaya a descomponer, porque eso nos va a traer más problemas. Hemos estado luchando contra eso y hemos tomado medidas correctivas. Desde Acción Popular, que es mi partido, hemos hecho una lucha sin cuartel. Hemos tenido resultados positivos manteniendo la democracia y eso es lo más importante. Ahora hay que fortalecerla con el proceso electoral que se va a dar el 11 de abril.
¿Cómo ven el rol de la oposición?
En realidad el fujimorismo está venido a menos porque no hay un respaldo como tenía antes. Ahora está luchando para ubicarse en segundo lugar. Yo no sé si los sondeos representan una situación real o no. A veces hacen cálculos para beneficiar a determinados grupos políticos. Ojalá que (el fujimorismo) participe ahora aprendiendo del pasado, que comiencen a rectificar las cosas, porque el Congreso que fue disuelto, ellos fueron los principales autores y partícipes de la crisis institucional. Se hizo mucho daño al país. Ojalá que en este proceso electoral el fujimorismo comience a evaluar de manera distinta su participación en el proceso electoral y en el trabajo político que le corresponde
De ganar la elección, ¿cuáles serán los principales focos de su gestión?
La educación, la salud, la agricultura y la tecnología digital. Me parece que en eso yo voy a tener que invertir mucho dinero si soy presidente, voy a tener que fortalecer la educación pública y he dicho que voy a comprar un satélite de telecomunicaciones que es fundamental para que se pueda plasmar ese objetivo, que sea una realidad el internet para los chicos y para los estudiantes, para los jóvenes del Perú. Voy a ser un inversor fuerte en educación, el 6% del PIB. También tengo que invertir en salud. Los hospitales no tienen plantas de oxígeno, están algunos viejos, se tienen que reconstruir las postas médicas y los centros médicos, que es donde se hace la atención primaria de salud. Vamos a comenzar a invertir muchísimo con recursos públicos.
¿Cómo pretende hacer frente a la migración venezolana?
Perú siempre he sido muy respetuoso de los tratados humanitarios. Ha sido muy acogedor con las personas que están en problemas, que han estado con migraciones, que no viven su país. Nosotros pensamos que hay muchos venezolanos en el Perú que viven adecuadamente, desde el punto de vista que realizan actos lícitos, no provocan problemas. Son personas honradas, pero hay un grupo de venezolanos que hacen actos ilícitos, son bandas. Han causado una serie de problemas en el Perú. Creo que eso hay que revisarlo para tomar decisiones. A esas personas hay que sacarlas del país. Ellos tienen que ser respetuosos de las normas y no provocar los problemas que tenemos. Entonces, a esos elementos antisociales extranjeros hay que sacarlos.