Uruguay | El FA denunció que las políticas del gobierno destruyeron 60 mil empleos y generaron 100 mil nuevos pobres
«Destruyeron 60.000 puestos de trabajo, caída de las jubilaciones, 100.000 nuevos pobres, ¿estaba bueno cambiar?»
Una doble sensación dejó en el Frente Amplio la presentación de Luis Lacalle Pou ante la Asamblea General. En el Parlamento «intentó evitar la confrontación», pero en el escrito que envió «va al choque», señalaron dirigentes a LA REPÚBLICA.
La oposición hizo su balance de la actuación del gobierno en su primer año de mandato, y criticó la «soberbia» del Ejecutivo que «eligió gobernar en soledad, sin diálogo con la oposición, ni contemplando propuestas de sus socios». «La crisis ha sido mal evaluada del gobierno, (…) las políticas llevadas a cabo conducen a la caída de jubilaciones, la pérdida de puestos de trabajo, cerraron 10.000 micro y medianas empresas y la pobreza aumentó en 100.000 personas. ¿Estaba bueno cambiar?», cuestionó el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda.
Entre los puntos del balance realizado por el FA, apuntan a cómo el gobierno hizo un manejo del país «sin dialogo» con la oposición. Se «optó por ignorar a la oposición y, con ello, a la mitad del país que esta fuerza política representa. Despreció la mano tendida y desestimó toda instancia de diálogo democrático. Por el contrario, eligió el camino de la confrontación y eludió el debate amplio en instancias parlamentarias. Con el agravante de hacerlo en tiempos de pandemia, cuando es clave la unidad nacional», señala el documento aprobado por la fuerza política.
Miranda dijo en esa línea, en la presentación que realizó el Frente Amplio y en la que estuvo LA REPÚBLICA, que el gobierno apostó por «la polarización de la sociedad, aun en pandemia», lo cual resaltó una y otra vez en el entendido.
La oposición presentó propuestas, «ideas, colaboración y diálogo», mientras que «el Gobierno construyó un relato negando los logros de los gobiernos del Frente Amplio», señala el balance. Pero además indican que el gobierno no solo no escucha al FA, sino que «es conducido por un sector de un partido político que, convencido en su vanidad, no escucha ni contempla las propuestas de la oposición ni, aún, de sus aliados coyunturales. Eso define la soberbia de un gobierno».
«El Gobierno pagó carísimo el precio de la gobernabilidad de coalición. El ejemplo más claro es el entorpecimiento de la Justicia, con la negativa al desafuero de Manini Ríos», indica.
«Es hora de hacerse cargo»
Respecto a la pandemia: la salud, crisis y respuesta de política económica y social, el Frente señala que no todo lo que sucedió «es culpa» de la llegada del coronavirus al país, y en esa línea reclama que «es hora de hacerse cargo de las decisiones políticas tomadas y que han repercutido en la sociedad».
«La crisis ha sido mal evaluada del gobierno, sus proyecciones son insuficientes. Las políticas llevadas a cabo conducen a la caída de jubilaciones, así como a la perdida de puestos de trabajo. Se destruyeron 60.000 puestos de trabajo. Se cerraron 10.000 micro y medianas empresas. La pobreza aumentó en 100.000 personas. No son números, son personas, historias de familias», indicó el presidente del FA, Javier Miranda. Ante esto, cuestionó: «¿Estaba bueno cambiar? ¿En qué quedaron las promesas de baja de impuestos, y aumento de tarifas? Se aumentó el IVA, el IRPF, el impuesto de seguridad social, las tarifas públicas -y más de una vez- por encima de la inflación».
A diferencia de lo hecho en materia sanitaria, donde el Gobierno mostró apertura al conocimiento científico, «en la respuesta económica y social a la crisis se encerró en su ortodoxia ideológica», manifiesta la fuerza política, para luego señalar que «la única política fue y es el ajuste fiscal y el recorte de políticas públicas y de participación del Estado».
La ortodoxia neoliberal, a la que apunta el FA, indican se puede notar en una concepción que propone menos Estado como sinónimo de Estado eficiente, o en el debilitamiento de las empresas públicas, a las cuales se les recorta su accionar y su capacidad de competir.
Además cuestionan la LUC y el Presupuesto, marcando una «legislación regresiva», o la insuficiencia en la respuesta a la crisis: «se ha caracterizado por una apuesta excesiva al mercado y la insuficiencia de políticas de protección social, de empleo, reactivación y apoyo a pequeños empresarios. En el mundo la tendencia ha sido a la expansión del gasto, a una política fiscal expansiva, que se expresa en que a nivel promedio mundial el déficit fiscal aumentó 8 puntos -de 3,8 a 11,8% sobre PBI- y, en los países similares a Uruguay, el aumento fue 5,5%.
En el FA se cuestiona cómo la crisis fue mal evaluado y proyecciones inconsistentes: «se subestimó la magnitud de la crisis y las proyecciones son inconsistentes. El Gobierno, durante toda la discusión presupuestal, proyectó una caída del PBI para 2020 de 3,5%. Ahora reconoce que esa caída estará en el entorno del 6%». «En el Presupuesto se previó un crecimiento para 2021 de 4,3%; ahora el Gobierno lo estima en 3,5% (manteniéndose, igualmente, por arriba de la mediana de la encuesta de expectativas del BCU, que se ubica en 3%)», remarcan en su balance.
«Incumplimiento de promesas de campaña»
El Frente señala que durante la pasada campaña electoral, tanto el sector preponderante en la actual coalición de gobierno, como sus socios, prometieron a la población, para captar su voto, no aumentar las tarifas públicas, no aumentar los impuestos, realizar un fuerte impacto en materia de vivienda, así como llevar adelante un ambicioso programa de unidades modelo para la enseñanza secundaria. Pero, pasando raya, la fuerza política indica que «la realidad del primer año de este Gobierno de coalición, rápidamente, se ha encargado de desmentir con hechos estas promesas electorales.
«¿Qué fue de la promesa de la construcción de 50.000 viviendas?», se preguntó el presidente del FA. La ministra «Moreira afirmó que eso fue dicho para mostrar lo que habría que hacer», añadió. Además cuestionó qué pasó con los 136 liceos modelos publicados en la campaña», los cuales aún no estarían en órbita.
«La única propuesta, aún en plena pandemia, parece ser la del ajuste y el austericidio. No hay un solo plan de crecimiento y desarrollo presentado», señala la oposición. «Amplios sectores empresariales empiezan a manifestar desconfianza ante la ausencia de propuestas políticas consistentes en ese sentido, para hacer frente a los desafíos de la productividad, de la competitividad, del desarrollo científico y tecnológico. Sin nuevas políticas, sólo con recortes, ¿dónde está el cambio publicitado en campaña? Las interrogantes se acumulan y hay ausencia de respuestas consistentes», cuestiona.
En tanto, mostrando la preocupación por la inserción internacional que comentan, «está a la deriva», se marca una ausencia total de estrategia en la materia: «Después del caricaturesco entierro de la «Diplomacia 5.0″, apenas se ha insinuado una improvisada diplomacia presidencial, que expresa un preocupante alineamiento con las tendencias más conservadoras y reaccionarias. Ejemplo de ello son las coincidencias con Bolsonaro y con Trump, la ruptura con la tradición diplomática uruguaya a la hora de votar el nuevo Secretario General del BID. La incertidumbre en esta materia se expresa también en los recortes presupuestales y de competencia a una agencia fundamental como ha sido Uruguay XXI».
A su vez se marca como la Cultura y Turismo «han sido ignorados. Son estos dos sectores particularmente golpeados por la pandemia. ¿Qué políticas se han implementado para su sostenimiento? Más allá de algunos anuncios aislados, la realidad es que estos dos sectores han sido sustancialmente ignorados por las políticas públicas».
Finalmente, y en la línea del trabajo que el FA destaca haber realizado el pasado año, la fuerza política volvió a presentar el plan de propuestas para que el gobierno lleve adelante, con la suspensión de desalojos, el ingreso para los hogares más vulnerables, seguro de desempleo, apoyo a las micro y pequeñas empresas, y adelanto de la inversión pública y apoyo a la inversión privada en infraestructura y vivienda.
«Ningún país festeja un ajuste fiscal en medio de una situación crítica»
Uno de los senadores que dijo presente en la Huella de Seregni, fue el líder de Fuerza Renovadora, Mario Bergara, quien respecto a la rendición de cuentas del gobierno, indicó que en el Frente Amplio «tenemos una evaluación diferente de lo hecho». «El presidente recorrió un montón de aspectos que están marcados por la necesidad del combate a la pandemia. No hace más que confirmar que los recursos que volcó el estado uruguayo fueron insuficientes, en el marco de un país en el que en el año se perdieron más de 60.000 puestos de trabajo, se cerraron más de 10.000 micro y pequeñas empresas y en el entorno de las 100.000 personas han caído nuevamente en la pobreza», dijo.
A su vez cuestionó cómo el gobierno festejó el cierre de las cuentas públicas, un déficit menor a lo que preveía, un gasto dl fondo Covid que fue menor, y eso «para nosotros no es festejo en medio de una crisis económica y social motivada por la pandemia», dijo. «Lo que ningún país hace, festejar un ajuste fiscal en medio de una situación crítica. Los países vuelcan recursos, y lo que se hizo en Uruguay fue insuficiente, tanto es así que varios socios de la coalición de gobierno han empezado a reclamar medidas más contundentes, porque si hay algo que no fueron las medidas fueron contundentes», señaló.
«Nadie pueda estar eufórico cuando tenemos cifras alarmantes»
El senador del PCU, y recientemente elegido vicepresidente de la Cámara, Óscar Andrade también estuvo en la sede del Frente Amplio para presentar el balance del año del gobierno. «Nosotros pensamos que es clave cambiar el rumbo, quedó marcado en la presentación: por ejemplo el gobierno celebra haber cambiado el régimen de alquiler si garantía. Entiende que es un aporte. Nosotros decimos que antes de esta ley, un 28% de las personas alquilaba sin garantía, y lo único que les cambió esta ley a estas 200.000 personas es que le pueden alquilar una finca ruinosa, los pueden desalojar en una semana, amplia la informalidad concentrada en el más pobre». «Pero pasa esto, mismo tema. Para el gobierno es un avance, para nosotros es un terrible retroceso en el acceso a la vivienda», indicó.
A su vez añadió: «Hay temas de interpretación política donde tenemos una valoración distinta. No aplaudimos cortar derechos laborales. Parece olvidar el decreto que él mimos firma sobre el decreto del derecho de huelga, que complementa la LUC dónde prácticamente la prohíbe». «Lo otro, no creo que nadie pueda estar eufórico cuando tenemos cifras alarmantes de desempleo, cuando tenemos una circunstancia acalambraste desde el punto de vista social, y donde se sostienen cifras durísimas como 140.000 cayendo en la pobreza. Entonces no parece ser el momento de la euforia, sino de la preocupación», comentó.
«Las medidas anunciadas son insuficientes y llegan muy tarde»
El senador del MPP, Charles Carrera dijo por su parte que el gobierno «continúa sin dar una respuesta contundente para los miles de uruguayos que están atravesando enormes dificultades frente a la crisis que vivimos (100.000 nuevos pobres; 60.000 empleos perdidos; más de 10.000 micro empresas cerradas), y 6% caída del PIB». «Siempre vamos a acompañar medidas que signifiquen apoyo a la gente. Las medidas anunciadas son insuficientes y llegan muy tarde», reflexionó.
En particular, «el apoyo a pequeñas empresas y las transferencias para las ollas populares fueron propuestas por el FA tiempo atrás haciendo oídos sordos a las mismas. Se necesitan políticas públicas permanentes para atender la situación de la pobreza», dijo, para luego agregar: «sería relevante conocer en detalle las obras que se encuentran dentro de los 1.200 millones de dólares y qué impacto tendrán en la generación de empleo. En estos días estaremos citando al Ministro de Transporte para que explique al respecto. Según lo anunciado se visualizan muchas inversiones privadas que serán bienvenidas, pero la inversión pública también será imprescindible para la recuperación económica», sentenció.