Colombia | Comunidad sorda lleva más de 20 días exigiendo inclusión educativa

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Van 21 días protesta de jóvenes sordos en la Universidad de Antioquia

Ya van 21 días de protesta de por lo menos 20 jóvenes sordos señantes quienes se encuentran en un campamento al interior del campus de la Universidad de Antioquia y quienes piden acceso a la educación en esa institución.

María Camila Parra, de 21 años, sueña con ser una profesional en deportes de la U. de A. pero no lo ha podido lograr porque la institución no tiene un examen de admisión adecuado para una sorda señante (que se comunica por señas) como ella.

“Es claro que la Universidad de Antioquia le ha dado muchas oportunidades a muchas personas y a nosotros como personas sordas no se nos ha permitido ingresar. Hay algunas universidades que sí pero mi sueño es entrar a esta universidad y por ende es un derecho mutuo que nos pertenece como sordos, como comunidad el poder estar aquí por el bienestar de todos los demás”, dijo la joven quien se encuentra al interior de la ciudad universitaria esperando una respuesta por parte de las directivas para que se apruebe y se diseñe un examen de admisión para los sordos.

Aunque el rector, John Jairo Arboleda había anunciado su disposición para que esto sea realidad, solo el pasado 11 de marzo el Consejo Académico de la U. de A. aprobó en primer debate el acuerdo que establece las directrices que regirían el examen que los aspirantes de esta población deberán presentar para convertirse en estudiantes de la Alma Máter.

Sobre la aprobación en primer debate de este acuerdo académico, la vicerrectora de Docencia, Lina María Grisales Franco, señaló que esta decisión representa un avance en el proceso, que abre las puertas para que muy pronto los jóvenes bachilleres usuarios de la LSC (Lengua de Señas Colombiana), puedan acceder a programas de pregrado ofrecidos por la Universidad y, así, acercarse al conocimiento desde otros puntos de vista.

“Para la Universidad representa la posibilidad de aprender juntos, con la comunidad sorda, sobre la inclusión educativa y el reconocimiento de derechos”, dijo Grisales Franco, quien señaló también que en términos de inclusión esta aprobación abre caminos para flexibilizar los currículos de formación, así como sus didácticas.

El próximo jueves 25 de marzo será el segundo debate definitivo en el que se aprobaría el examen de admisión y las condiciones de accesibilidad de los jóvenes que quieran estudiar en la U. de A.

Sin embargo, los jóvenes que están protestando no están conformes con las respuestas que les han dado al respecto y persisten con el campamento el cual está ubicado en el bloque administrativo de la ciudad universitaria.

Para Anderson Valle, activista de este movimiento de sordismo (lucha por los derechos de esta comunidad) el ambiente es positivo y favorable con los resultados de ese primer debate del Consejo Académico, pero se espera una respuesta que vaya dirigida a quienes están protestando.

“Debe haber una repuesta desde la universidad para la comunidad sorda señante con relación a un video accesible en lo relacionado con ese primer debate y en segunda instancia solicitamos como colectivo una carta con unas condiciones para que lo firmara como compromiso de parte de la universidad”, dijo.

En esa petición, los jóvenes dicen que debe estar explícitamente que la comunidad sorda señante ingrese como estudiantes a la universidad de Antioquia y que se haga un examen de admisión para el siguiente semestre académico.

La comunidad sorda también hará una denuncia por la presencia de policía y del Esmad ocurrida el pasado 11 de marzo, cuando los jóvenes pasaron su campamento ubicado en las afueras de la portería de la avenida Ferrocarril hacia el interior del campus.

Mientras esta situación avanza, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, anunció que no habrá intervención de la policía en esta protesta, la cual considera justa y que para eso la Secretaría de No Violencia está haciendo gestiones.

Igualmente, Quintero Calle anunció que en las tres instituciones universitarias adscritas al municipio que son el ITM, Pascual Bravo y Colegio Mayor de Antioquia tendrán examen de admisión para la comunidad sorda de la ciudad, aunque ya el ITM había hecho un piloto en 2020.

El Tiempo


La rebelión de la comunidad sorda en la Universidad de Antioquia

Aunque la comunidad sorda de Medellín lleva 17 días acampando a las afueras de la Universidad de Antioquia, la lucha para tener garantías de acceso a la U ajusta más de 15 años.

La pandemia y el riesgo de contagio no han sido impedimento para que se mantengan firmes en esta manifestación pacífica que inicia su tercera semana.

El campamento comenzó el pasado domingo 21 de febrero, Día Internacional de las Lenguas Nativas. Su reclamo, como lo afirma Anderson Valle Rúa, reconocido líder de la comunidad sorda en la ciudad, es que “si bien la lengua de señas hace parte del campus, las personas sordas aún no pueden acceder a este. Estamos exigiéndole a una universidad pública que nos permita acceder lo más rápido posible”.

Valle trabaja desde hace cuatro años en Vicerrectoría de Docencia de la Universidad de Antioquia, con el equipo de ‘Sordos en la U’, y hace parte de la Red de Sordo Señantes de Antioquia.

Su caso es excepcional: estudia ciencia política en la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), institución que le garantiza el servicio de intérprete durante las clases y para la traducción de sus lecturas. Además, cuenta que si bien “al inicio era difícil el tema de contrato de los intérpretes, la UPB se fue asesorando y se construyeron las metodologías adecuadas”.

Valle hace parte del grupo de personas que asesoraron el ‘acuerdo académico’ que garantizará el ingreso y la permanencia de las personas sordas a la Universidad de Antioquia.

Sobre esto, Marcela Ochoa, directora de Bienestar Universitario de la UdeA, le manifestó a EL TIEMPO que desde noviembre del año pasado se presentó dicha propuesta a la oficina jurídica de la universidad.

Ahora solo falta la aprobación del Consejo Académico de la universidad, quienes van a debatir este acuerdo en una sesión que se realizará este jueves 11 de marzo y en un segundo encuentro que será decisorio.

Además, Ochoa aseguró que tan pronto el Consejo Académico lo apruebe, “empezamos con todo el proceso para que en la próxima convocatoria se contemple a esta población”.

Y dijo que estos avances para el ingreso de personas sordas no son “producto de una negociación. Es un proceso que ya se venía dando en la universidad” y que si bien la propuesta es que no sea limitado el acceso, “la convocatoria dependerá de los programas que estén facultados para recibir a la población sordo señante”.

Proceso de admisión

A inicios del 2014 se realizó un primer diseño de la prueba de admisión para personas sordas. Este fue liderado por el programa ‘permanencia con equidad’ de la Vicerrectoría de Docencia de la Universidad de Antioquia y se basó en consultar experiencias previas en otras instituciones de educación superior del departamento y el país.

Esto sirvió como insumo para lo que sería la propuesta o ‘acuerdo académico’ actual que se va a debatir por el Consejo Académico y que se empezó a gestar en el 2018 por el Comité de Inclusión de la UdeA.

La prueba de admisión, como lo explica Marcela Ochoa, concibe el mismo nivel de complejidad que tiene el examen actual y “es una propuesta que surge desde la misma red de sordos, la cual fue validada por expertos en el tema y profesores de educación especial de la misma universidad”.

Los componentes serían comprensión lectora y razonamiento lógico, con la particularidad de que la primera estaría dividida en dos fases: comprensión de lectura en Lengua de Señas Colombiana (LSC) y “producción”, la cual evaluará las competencias argumentativas y propositivas de quienes presenten el examen.

La segunda sería traducida a través de unos vídeos que, de acuerdo con la explicación de Ochoa, le permitirá a los y las aspirantes comprender las preguntas que se hacen del tema.

Adicional a lo anterior, esta propuesta del Comité de Inclusión incluye no sólo el diseño de la prueba (guías de inscripción, acompañamiento antes y durante la prueba) sino que aborda las condiciones para garantizar la permanencia, además de los ajustes de diseños curriculares y las metodologías de aprendizaje.

Así mismo, se contemplan algunas condiciones asociadas con un egreso adecuado de las personas sordo señantes admitidas.

16 años buscando garantías

En el 2004 se graduó la primera cohorte de personas sordas de bachillerato de Medellín. Al siguiente año comenzaron a insistir con las posibilidades de ingreso a la Universidad de Antioquia, como relata Anderson Valle.

Esto se convirtió en una búsqueda insistente de la comunidad sorda que, por esta y muchas otras razones, se ha fortalecido en la ciudad.

Otro antecedente corresponde al 2013. En ese año, desde el comité juvenil de la Asociación Antioqueña de Personas Sordas (ASANSO) se realizó un plantón en el Parque de las Luces para exigir garantías de acceso a la educación.

Y es hasta el 2017, cuando nace el equipo de ‘Sordos en la U’, que la Lengua de Señas Colombiana hace presencia en la Universidad de Antioquia a través de la formación en esta lengua y el ingreso de personas sordas como contratistas.

Sobre la permanencia en el campamento, Valle afirma que “si el comité, el 11 de marzo, tiene algún acuerdo de aprobación, nos iremos. Si no, seguiremos allí”.

Además, hace énfasis en que la comunidad sorda “como acto simbólico de reconocimiento, lucha, resistencia desde su identidad, lengua y cultura, ha ratificado su postura de quedarse en el campamento”.

El Tiempo


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