Argentina | Chubut, se nos quema la Casa Común – Por Silvia Oliviero Ghietto, especial para NODAL

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Por (*) Silvia Oliviero Ghietto

A los pobladores de El Hoyo, Lago Puelo, El Maitén y Cholila, en especial a quienes perdieron su vida, a los bosques, los ríos, la tierray la vida silvestre.

Arde la Comarca Andina Patagónica, una de las maravillas naturales de Argentina, en las localidades de Lago Puelo, El Hoyo, El Maitén y Cholila, en pocas horas la tormenta de fuego arraso miles de hectáreas de bosques nativos, más de 500 viviendas y produjo el fallecimiento de 3 pobladores.

Esto nos convoca a visibilizar las causas sociales, económicas, ambientales y culturales que originan estos eventos climáticos extremos desde una visión sistémica e interdependiente, con el objetivo de debatir las alternativas que nos permitan salir del laberinto en el que estamos.

Para ello es necesario comprender y considerar los escenarios globales, regionales y locales que determinan la ocurrencia, magnitud y frecuencia.

El impacto ambiental del estilo de desarrollo imperante hace que peligre el bienestar y supervivencia de la humanidad y es uno de los grandes desafíos del presente, pues pone en riesgo los bienes comunes del planeta: el aire, el agua, el suelo y la biodiversidad.

La evidencia sobre el calentamiento global es inequívoca y unánime. Una de sus principales causas es el aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero producidos por las actividades humanas, entre las que destacan la quema de combustibles fósiles y el cambio en el uso del suelo.

El cambio climático se manifiesta principalmente en el aumento de la temperatura media global, la alteración de los patrones de precipitación, el incremento constante del nivel del mar, la reducción dela criósfera y la acentuación de los patrones de fenómenos climáticos extremos como huracanes, inundaciones, sequias e incendios forestales.La Temperatura media global ya aumento 1,2 °C desde el inicio de la revolución industrial en 1850 y los últimos 5 años han sido los más cálidos registrados, alcanzando el 2016 un record histórico mientras que el 2019 y 2020 igualaron en el segundo lugar.

Durante el 2019 ocurrieron incendios forestales sin precedentes en Australia, California, Siberia y Amazonia, y según la FAO el 95% de estos incendios son intencionales y se entrelazan por un patrón común sustentado por la actividad agrícola- ganadera intensiva, la urbanización y la explotación de metales y combustibles fósiles.

La prestigiosa Revista The Lancet ha incorporado recientemente a los incendios forestales entre los 45 indicadores de seguimiento de los impactos a la salud humana provocados por el Cambio Climático. 

En América Latina y el Caribela temperatura promedio en del período 2000-2016 fue 0,7 °C superior al período 1901-1995 y los fenómenos climáticos extremos, como las sequías y las inundaciones, son más frecuentes.

Aun cuando las emisiones de CO2 representan el 8,3% de las emisiones mundiales, la región es particularmente vulnerable al cambio climático por sus características geográficas, climáticas, socioeconómicas y demográficas. El 23% de las emisiones son aportadas por actividades agrícola-ganaderas y el 19% por el cambio de uso del suelo producto de la deforestación.

Existen 178 regiones ecológicas que representan más del 50% de la biodiversidad del planeta. Hay un gran patrimonio forestal de 935 millones de hectáreas de bosques, que representa el 23% del total mundial. Sin embargo la riqueza natural está en riesgo debido a una compleja matriz de factores que intensifica el cambio climático. Este acentúa la pérdida de biodiversidad, altera el hábitat y favorece las especies invasoras, a lo que se suma el deterioro directo por sobreexplotación y contaminación. Por ello, se esperan consecuencias negativas paralas poblaciones que necesitan que los bienes biológicos y eco sistémicos se conserven para asegurar su subsistencia.

Los ecosistemas que las actividades humanas ya han afectado negativamente resultarán aún más afectados.La reducción de esa cobertura vegetal en la Amazonia conducirá a una disminución del 20% de la lluvia y al aumento de la temperatura en toda la Región.

Los fenómenos climáticos extremos afectan las actividades económicas, las condiciones sociales y los ecosistemas, su efecto es el de un “choque”, aleatorio en su magnitud y ubicación geográfica, que perturba la estabilidad económica y social, que asociados a la degradación ambiental se retroalimentan.

En Argentinaentre 2000 y 2013 se incendiaron aproximadamente 18 millones de hectáreas de bosque nativo, matorrales, pastizales y plantaciones de especies exótica. Pero solo en el 2020, el año más cálido desde 1961, se afectaron 1.151931,054 hectáreas con 70000 focos de incendio localizados en 22 provincias.

En la Patagonia, el clima ha ido cambiando durante las últimas décadas, con un aumento de la incidencia y la gravedad de los incendios forestales. En especial en el occidente andinolas estaciones cálidas y secas son más largas y más frecuentes. Además, los grandes incendios forestales contribuyen al cambio climático global provocando una retroalimentación entre los incendios y el clima.

Resultados de estudios realizados en Chubut (42◦ 56 ’S; 71◦ 09’ O región Patagonia Andina) muestran que el área quemada y la ocurrencia de incendios aumentó con los niveles de riesgo de bajos a muy altos. Identifican que las actividades humanas y las variaciones climáticas son influencias fundamentales sobre los regímenes de fuego y patrones del paisaje, el aumento de la urbanización y la plantación de especies exóticas para explotación forestalexperimentada en la zona, han incrementado la exposición y vulnerabilidad de los pobladores a los incendios.

Durante los últimos meses, la región patagónica presentó un déficit de precipitaciones, acumulando 7 meses continuados con precipitaciones por debajo de sus valores medios y las estaciones de Bariloche y Esquel registraron temperaturas por encima de 7ºC en relación a las de la época. El Índice de Disponibilidad del Combustible (BUI) alcanzó durante febrero valoresmáximos históricos de los últimos 27 años.

Se reportaron 10 incendios en Neuquén, 4 incendios en Río Negro, 7 en Chubut y 1 en Santa Cruz. Esta situación creo las condiciones para el desarrollo de una serie de eventos simultáneos de comportamiento extremo, donde se vieron afectadas numerosas viviendas y se registraron víctimas fatales, con una superficie afectada de aproximadamente 28.900 ha.

Hay que señalar que estos hechos ocurrenen medio de una alta conflictividad y vulnerabilidad social, laboral, política, y una disputa creciente por un Modelo de Producción Extractivista que se pretende imponer en la provincia de Chubut.

La estructura productiva, la infraestructura insuficiente, el paradigma tecnológico dominante con escasa innovación y gran dependencia de la importación de patrones de consumo, la economía política de incentivos económicos y subsidios para favorecer las actividades productivas extractivistas y la creciente desigualdad socialconfiguran una senda de baja sostenibilidad ambiental.

Modificar estas tendencias requiere hacer transformaciones profundas en el paradigma del Modelo deDesarrollo y en las inversiones que lo hacen posible.

Por otro lado la inevitabilidad y la urgencia de la adaptación ante la mayor frecuencia de los fenómenos climáticos extremos y la trayectoria inercial de las emisiones de gases de efecto invernadero, requiere implementarpolíticasque mejoren las condiciones sociales y ambientales, como contener la deforestación, proteger la biodiversidad, elevar la resiliencia de las poblaciones,fortalecer la infraestructura crítica y aumentar la participación social en la toma de decisiones. De lo contrario vivir en Emergencia y con incertidumbre provocaran un gran sufrimiento humano.

Fuentes: “5to. Informe sobre Impactos, adaptación y vulnerabilidad”, IPCC, 2014. “Global Assessment Report on Biodiversity and Ecosystem Services”, IPBES, 2019. “Report Countdown on health and climate change: responding to converging crises”, The Lancet, 2020. “La emergencia del cambio climático en América Latina y el Caribe, CEPAL, 2020. “Fire and Climatic Change in Temperate Ecosystems of the Western Americas”, Veblen T.,Springer, 1996. “Fire Weather Index assessment and visualization”, Waidelich S, UNRN, UNCOMA, CAB, CONICET, 2019.

(*) Lic. en Química (FIQ/UNL), Docente en Ambiente UMET, UTN, UNDAV. Experta PNUMA.


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