La hora de las vacunas – El País, Uruguay

1.409

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

En conferencia de prensa el lunes de noche el Presidente de la República anunció no solo la fecha de la llegada de las primeras vacunas sino un potente cronograma de vacunación que pondrá a Uruguay durante el mes de marzo como uno de los países de la región con mayor cobertura.

Atrás quedan las críticas antipatriotas de la oposición buscando horadar la posición del gobierno y del país mientras se trabajaba incansablemente por parte del Poder Ejecutivo para alcanzar este resultado.

Mañana de noche estarán llegando las primeras 192.000 dosis del laboratorio Sinovac y luego llegarán otras partidas que alcanzarán 1.558.000 dosis. A partir del 8 de marzo también comenzarán a llegar las dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech.

Lo más relevante desde el punto de vista sustantivo del combate a la pandemia vía inmunización de la población es que para marzo podremos recibir unos 2 millones de dosis, lo que permitirá que unas 30.000 personas sean inoculadas por día, 180.000 por semana, 720.000 por mes y 2,8 millones para junio.

Mucho se ha hablado medrando con la supuesta demora en el comienzo de la vacunación como si eso fuera lo importante en vez de cuándo se podría alcanzar un porcentaje relevante de la población inmunizada. Hasta el periodista de Cosse TV en la conferencia de prensa del lunes quiso hacerse el gracioso con el tema. El gobierno priorizó trabajar con seriedad en un programa de vacunación de alto impacto en un breve plazo antes que el show de la llegada de unas pocas vacunas. Este solo hecho demuestra una diferencia sideral entre un manejo del tema con el mejor interés nacional en mente frente a una oposición desmelenada, frívola, violenta y sin rumbo.

La supuesta demora en la llegada de las vacunas se debió al trabajo responsable que llevó adelante el gobierno. En primer lugar, entre la lista de supuestos países demorados en comenzar la vacunación también se encuentran Australia y Nueva Zelanda. La razón es evidente, un mejor manejo de la pandemia en los meses en que otros países se veían desbordados llevó a realizar un mejor análisis de la seguridad de las vacunas y a esperar los resultados científicos de las vacunaciones.

Algunos de los países que comenzaron a vacunar más tempranamente compraron vacunas que todavía no tenían el respaldo científico necesario. Un caso concreto y cercano es el de Brasil, que recibió a mediados de noviembre algunas dosis de Coronavac y debió esperar dos meses para comenzar a vacunar en espera de la autorización. Otro país cercano, como Paraguay, recibió algunas dosis de la vacuna rusa Sputnik V, pero solo fueron 4.000 antes que Uruguay, por lo que solo puede inmunizar al día de hoy a 2.000 personas.

Si el gobierno hubiera decidido comprar vacunas en fase experimental para satisfacer el patético espectáculo montado por la oposición y luego esas vacunas no hubieran podido ser aprobadas para su utilización, los mismos que se desgarraban las vestiduras por la demora hubieran pedido la cabeza de varios ministros. Ese es el juego de la política menor en que está embarcado el Frente Amplio desde que perdió el poder junto a lo que le quedaba de dignidad.

Mucho se ha hablado medrando con la supuesta demora en el comienzo de la vacunación como si eso fuera lo importante en vez de cuándo se podría alcanzar un porcentaje relevante de la población inmunizada.
Lo cierto es que este fin de semana comenzarán a vacunarse los vacunadores y el 1° de marzo comenzará a implementarse el plan de vacunación, en tiempo récord, demostrando el éxito de la planificación realizada. El ritmo de vacunación anunciado, la selección científica de los grupos por los que debe comenzarse y con qué tipo de vacunas y los equipos preparados para un operativo de proporciones, demuestran mucho trabajo a conciencia, mientras otros se quejaban sin tener idea de lo que hablaban.

Veremos en las próximas semanas como Uruguay se coloca junto a Chile en los primeros lugares de la región y como comenzaremos a dejar atrás la pandemia en los próximos meses. No es momento para aflojar, por el contrario, es indispensable mantener los cuidados, evitar las aglomeraciones y tratar de reducir la cantidad de casos activos. Afortunadamente indicadores claves como la cantidad de personas en CTI han venido disminuyendo, lo que es un muy buen indicio, pero todavía restan algunos meses en que los cuidados que todos conocemos son imprescindibles.

El gobierno salva con buena nota y demostrando que resiste bien las presiones para llegar a buenos resultados antes que responder de cualquier forma al griterío opositor. El país comienza un proceso de vacunación masivo que será en sí mismo un hito que demuestra una vez más que los uruguayos eligieron bien en octubre y noviembre de 2019.

El País

Más notas sobre el tema