Femicidios en Argentina | Marchas en todo el país en reclamo de políticas públicas y “contra la justicia patriarcal”

Foto: Franco Fafasuli / Infobae
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Ni Una Menos: un grito de justicia en todo el país

Por María Daniela Yaccar

“Ursula nos está viendo. Está viendo esta tremenda cantidad de gente. Nunca pensé que iba a tener que estar acá por mi hija. Hasta la sentencia no vamos a parar”, expresó Patricia Nasutti, la mamá de Ursula Bahillo, en medio de una multitud reunida frente a los Tribunales porteños en reclamo de justicia por el crimen de la adolescente y de políticas públicas para hacer frente a la violencia de género. Patricia llegó alrededor de las 18.30 junto a Adolfo, el papá de la víctima. «Le prometí a mi hija, abrazada a su cajón, después de que haya sido apuñalada y degollada por este femicidio de este policía de la provincia de Buenos Aires, que le iba a hacer justicia para que ella sea referente de todas ustedes, chicas, que están luchando», agregó Nasutti.

Un rato antes de la movilización los padres de Ursula estuvieron reunidos con el presidente Alberto Fernández. «Alberto, les guste o no -me saco la bandera política-, es un gran ser humano y se comprometió con nosotros para bastantes cambios. Ya lo van a saber, lo van a ir palpando, viendo», anunció la mujer. Contó que el Presidente le había preguntado si podía ir a su casa como había ido «el ministro (Sergio) Berni». “Estuvo a disposición en todo lo que necesitábamos”, señaló, y agregó que la llamó el Papa Francisco, quien está siguiendo la causa «todos los días». A Ursula la llamó “santa”; también “mártir”.

Mientras la única oradora de la manifestación caminaba seguía respondiendo preguntas de la prensa. En un momento se le cruzó una joven, llorando. Le dio un abrazo desesperado. «Yo traía a Ursula a ver a Rombai (a Buenos Aires) y se juntaban», la presentó. Las trabajadoras de la cooperativa Madygraf le entregaron un pañuelo y también la abrazaron.

El rabioso reclamo -que se replicó en otros puntos del país- se efectuó con banderas que se extendían a lo largo de Talcahuano, bombos, redoblantes y cánticos. Con muchísimos carteles escritos a mano y leyendas como “quiero vivir sin miedo», «reforma judicial feminista» y «a mí me cuidan las pibas». También con pasacalles, por ejemplo los de La Poderosa. Se veían muchos familiares y amigos de otras víctimas de femicidios y múltiples organizaciones sociales, sindicales, políticas y feministas que habían llegado en micros desde distintos barrios de AMBA.

Plaza Lavalle también estaba ocupada por los manifestantes e intervenida. En los bustos habían pegado fotos y carteles en torno a violadores sueltos y fiscales cómplices. En una performance, más de una docena de jóvenes se recostó desnuda, cubierta con plásticos, frente al Palacio de Tribunales. De esta manera representó a las víctimas. Los senderos de cemento que cruzan la plaza se poblaron de leyendas en aerosol (“policía cómplice”, “yuta asesina”). Un grupo de manifestantes pintó siluetas para recordar a mujeres y disidencias muertxs desde que comenzó el año. En la concentración se vendían hamburguesas y helados; tapabocas y pañuelos verdes, violetas y naranjas. Pañuelos había también con un dibujo del rostro de Ursula.

La marcha convocada por Ni Una Menos coincidía en el espacio con un acampe de familiares de detenidos de distintas cárceles que pedían por derechos. «Nos coparon la plaza», deslizó Julia, quien estaba allí por su hijo y su sobrino. «Pero yo no defiendo a violines ni femicidas, sino a jóvenes con causas armadas», aclaró.

Entre los presentes estaba el papá de Natalia Melmann, Gustavo. Llevaba una foto de su hija –secuestrada, violada y asesinada por policías locales en 2001, en Miramar– colgada del cuello. «La comunidad feminista plantea un alerta nuevamente. No se puede seguir con más de 40 mujeres asesinadas en lo que va del año, y menos en manos de agentes de fuerzas de seguridad. Y menos después de tantas denuncias realizadas. Se tienen que tomar más medidas territoriales que lleguen hasta el domicilio de la persona que sufre violencia. Hay un gran cambio en cuanto al crecimiento de la lucha en los últimos cinco años, pero no hay respuesta del Estado ni de la Justicia. Las mujeres cada vez que denuncian firman su sentencia de muerte», analizó el hombre. «Después de 20 años no todos los que participaron de la muerte de mi hija están presos. Las historias se repiten. Las fuerzas de seguridad no son juzgadas como corresponde», concluyó.

También marchaba Reina González, mamá de Araceli Ramos, asesinada en 2013 por un exprefecto. El se encuentra detenido, pero «en pabellón de evangelistas, con privilegios, por ser ex de la fuerza». Araceli había ido a buscar trabajo y terminó muerta, por eso Reina estaba muy movilizada por la reciente noticia de la violación en Once. «Para que el juicio avanzara tuvimos que vender la casa. Quedamos en situación de calle. El Estado ausente, como siempre. No soy de ir a marchas, pero lo de Ursula me llegó demasiado al fondo… como decir, basta, ya está», manifestó.

«Hacés la denuncia y se te burlan. A mí me pasó. En el juicio los del Servicio se me burlaban en la cara. Mi otra hija tenía 12 años en el tiempo que pasó lo de la hermana. Los psicólogos los pagué yo. La tenés que remar solo», cuestionó Reina, empleada doméstica. «Estoy de pie pero no porque quiero: tengo una hija de 12 años. Hace cuatro años que no voy al cementerio. No entregué el certificado de defunción. No entiendo todavía por qué murió mi hija. Muchas veces intenté quitarme la vida.» Mónica, madre de Aracelli Fulles, otra joven asesinada, exigió «una reforma judicial». «Va a hacer cuatro años del femicidio de mi hija y están todos sueltos. Tienen que dejar de matar a nuestras hijas», sentenció.

De la marcha participaron Movimiento Sur, Las Rojas, Unidas y la Izquierda, el Movimiento Evita, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, La Poderosa, la CTA, ATE, el Frente Popular Darío Santillán, Mumalá, Nuevo Encuentro, Kolina, Unidos y Organizados y el Movimiento Popular La Dignidad, entre otras organizaciones. Además, se veían muchas jóvenes «sueltas».

«Ya no podemos luchar solas. Es momento de que los hombres recapaciten, que se cuestionen sus costumbres, porque los que nos matan son ellos. Hay 6 mil efectivos denunciados por violencia de género sólo en la Bonaerense. Acá (en la marcha) hay muchos hombres. Espero que estén por una causa», planteó Cecilia Bianchimano (23), estudiante de Geografía, de Villa Martelli. «Estamos cansadas de tener miedo», repetían las jóvenes, quienes además resaltaban que «ninguno de los mecanismos (del Estado) que debía cuidar a Ursula» la protegió.

En lo que va de 2021, el observatorio Ahora Que Sí Nos Ven registró 43 femicidios: uno cada 26 horas. En seis casos los agresores pertenecían a fuerzas de seguridad (cuatro policías, dos militares). El observatorio de Mujeres de la Matria Latinoamericana detectó 38, de los cuales el 12 por ciento fue perpetrado por uniformados o ex uniformados. Ese fue uno de los ejes de la convocatoria de Ni Una Menos. La problemática se registra en uno de cada cinco femicidios. La idea de marchar surgió luego del crimen de Ursula. En los últimos días fueron asesinadas más mujeres: Mirna Palma, docente formoseña de 44 años –la mató un policía retirado–, y Silvia Rojas y Silvana Natalia, en Santiago del Estero. Asimismo, permanece desaparecida Ivana Módica en La Falda, hace ya siete días. Su pareja, Javier Galván, piloto de la fuerza aérea provincial, es el principal sospechoso.

Tras el encuentro con Nasutti, Fernández convocó a los gobernadores de todo el país, mediante una carta, a «llevar adelante las medidas y las transformaciones que son necesarias» para «construir una Argentina unida contra las violencias de género». En el mensaje, mencionó la creación del Consejo Federal para el Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios, anunciada el fin de semana. El Colectivo de Mujeres y Disidencias Autoconvocadas envió este miércoles al mandatario una carta en la que advirtió, a casi seis años del surgimiento del movimiento Ni Una Menos: «No podemos tolerar ni una muerte más de mujeres e identidades feminizadas». En sintonía con la manifestación, las críticas apuntaron, sobre todo, al sistema de justicia, que «ha demostrado desentenderse del problema, descreer de la palabra de las víctimas, minimizar sus denuncias, desatender sus pedidos de ayuda y protección». El Colectivo pidió la declaración de la emergencia nacional; coordinación entre el Poder Judicial, fuerzas de seguridad y municipios; y un sistema de alerta temprana que reúna las denuncias; entre otras cosas. En la movilización, la mamá de Ursula definió al caso como «un antes y un después» para el feminismo.

Página 12


En todo el país se marchó por Úrsula y para pedir el fin de los femicidios

Miles de personas marcharon en las provincias hasta la sede de los Tribunales para reclamar justicia por el femicidio de Úrsula Bahillo, en el marco de una protesta nacional, y exigieron mayor atención judicial a las denuncias presentadas por víctimas de violencia de género en cada distrito, así como medidas concretas que eviten más crímenes de ese tipo.

Las movilizaciones más numerosas, según los reportes de las corresponsalías de Télam, se dieron en las ciudades de La Plata, Córdoba, Rosario, Mendoza y Mar del Plata, donde a la consigna de la manifestación de hoy se sumaron los pedidos de justicia por femicidios registrados en cada una de esas jurisdicciones y casos sin resolver, como la desaparición de la cordobesa Ivana Módica,

En La Plata, cientos de mujeres, trans, travestis y no binaries de la capital bonaerense y las ciudades de Berisso y Ensenada marcharon hasta los Tribunales platenses y la Casa de Gobierno provincial en reclamo de medidas de protección para las víctimas en situación de violencia de género y que eviten los femicidios.

«Estamos cansadas de que nos maten todos los días», dijo a Télam Laura Granillo, del colectivo Las Rojas, mientras sostenía un cartel donde se leía «Ni una menos. Justicia por Úrsula» y marchaba hasta el edificio de los tribunales platenses, en las calles 7 y 58.

Aseguró que «la fiscalía es un lugar de impunidad, donde dejan en libertad a los femicidas, donde nunca escuchan a las mujeres» y por eso, dijo: «Necesitamos un Ministerio de Mujeres de la Provincia que vaya a donde están las mujeres, que esté en cada barrio, en cada lugar de trabajo. Sabemos que la policía no es un lugar para hacer denuncias, porque son las fuerzas de represión, las que desaparecieron a Facundo Astudillo Castro».

Granillo adelantó que «seguimos organizadas, el Patriarcado no terminó, y vamos de cara a una gran movilización por los derechos de las mujeres».

María Laura Bretal, de la ong Las Azucenas. explicó a Télam que «salimos a exigir respuestas, la realidad cotidiana da cuenta del aumento de los femicidios y travesticidios, que ocurren uno cada 22 horas y cada vez son más las jóvenes desaparecidas para explotación sexual».

"la fiscalía es un lugar de impunidad, donde dejan en libertad a los femicidas" fue uno de los reclamos

«La violencia patriarcal es constante y la Justicia está ausente», reclamó y graficó que «es posible que la gran solución sea una ´perimetral´ al agresor, o un ´botón antipánico´ a las víctimas».

Criticó que «no es posible que se siga llevando a las mujeres víctimas con sus hijos, hijas a ´refugios´ que son depósitos, mientras al violento se lo deja que siga su vida en la calle» .

En Mendoza, decenas de manifestantes se reunieron esta tarde en los Tribunales para repudiar el femicidio de Bahillo y exigir Justicia por otros asesinatos de mujeres ocurridos en la provincia de Mendoza, entre ellos el de la adolescente Florencia Romano, ocurrido en diciembre último.

En diálogo con Télam, Silvia Fernández, integrante del colectivo Ni una Menos en Mendoza, indicó que se sumaron a la convocatoria nacional y destacó que «al pedido de Justicia por Úrsula hemos sumado los femicidios ocurridos en Mendoza».

En ese sentido, mencionó el femicidio de la adolescente Florencia Romano (14), en diciembre en el departamento mendocino de Maipú, y recordó «que hubo un llamado al 911 que alertó que había una nena gritando y no accionó» a la tiempo que destacó que » si hubiese accionado el 911, hoy Florencia estaría viva».

Tras días de búsqueda Florencia fue hallada muerta en una acequia y por el crimen detuvieron a Pablo Arancibia (33), quien la había contactado a través de las redes sociales, mientras que la policía no le dio debido curso al llamado de alerta de un vecino fue imputada por abandono de persona.

En la manifestación en Mendoza también hubo reclamos por el femicidio de Paula Toledo (19), ocurrido en 2003 en San Rafael , cuyo juicio se desarrolló días atrás con una condena de 11 años para el imputado por abuso sexual agravado pero no por el crimen, y por el femicidio de Mercedes Zarate (28) en enero en Luján de Cuyo, entre otros.

En Rosario, unas 500 personas se reunieron en los Tribunales Provinciales de Balcarce al 1600, convocadas por el Comité Feminista ante la Emergencia Sanitaria Rosario y expresaron: «Estamos hartas de las violencias que se ejercen sobre nuestros cuerpos, hartas de que quienes tienen que proteger nuestras vidas sean cómplices y ejecutores de la violencia patriarcal y machista».

En esa línea, denunciaron «la responsabilidad del Estado, en el abandono de Úrsula ante los reiterados pedidos de ayuda».

Y, repudiaron «la complicidad de la policía con el femicida Martínez y el accionar represivo sobre sus familiares, amigos y vecinos».

"La violencia patriarcal es constante y la Justicia está ausente"

En Jujuy la movilización del colectivo de mujeres también exigió justicia por Marina Patagua (46), asesinada el último fin de semana por su expareja en la capital provincial.

Las activistas que se congregaron frente a la gobernación de Jujuy pidieron cárcel común para el Juan Carlos Martínez (44) quien le asestó varias puñaladas a su expareja, al tiempo que también exigieron la destitución del juez Pablo Pullen Llermanos, quien el 21 de enero otorgó la libertad al femicida denunciado en múltiples oportunidades por la víctima.

«Sin jueces con perspectiva de género no hay Ni una menos», «El Estado es responsable» fueron algunas de las premisas de las mujeres que se convocaron de manera masiva por las calle céntricas de San Salvador de Jujuy.

«Lamentablemente arrancamos el año con otra muerte más, en este caso con responsabilidades muy claras, ya que tenemos un juez Pullen Llermanos que liberó al femicida y ahora las hijas de Marina Patagua están organizando el entierro de su madre», enfatizaron las manifestantes.

En ese marco requirieron la «destitución inmediata» del magistrado y también que se la emergencia por violencia de género declarada en la provincia, «sea real porque queremos saber cuánto presupuesto se destina en el Ministerio Público de la Acusación (MPA) para atender los casos».

"Sin jueces con perspectiva de género no hay Ni una menos"

En San Luis, en tanto, las manifestantes marcharon con la consigna «Basta de Justicia Patriarcal y de represión policial» por el microcentro puntano e hicieron concentraciones en la plaza central y frente al Poder Judicial para reclamar una reforma de la justicia local y el esclarecimiento de la muerte de Florencia Magali Morales en una comisaria de Santa Rosa en el noroeste provincial, en marzo 2020.

Asimismo, hubo manifestaciones en las ciudades sanluiseñas de Villa Mercedes y Villa de Merlo con una gran convocatoria.

En Salta, también una nutrida marcha recorrió, con carteles y pancartas, las calles del centro y las manifestantes reclamaron «la declaración por la emergencia en violencia contra las mujeres» en todo el país.

En un comunicado leído en el acto central, señalaron que “una ola de femicidios azota al país. Llevamos 41 casos, siendo Salta la que presentó el primero del año, Graciela Flores, que también contaba con varias denuncias radicadas y que tampoco fue escuchada”, tras lo que indicaron que “nos movilizamos por justicia para Úrsula y por las que ya no están”.

Tras caminar desde la Plaza 9 de Julio hasta la Jefatura de Policía de Salta, pidieron al Gobierno provincial “la aplicación de políticas públicas concretas”.

Télam


Colectivo de Mujeres pide declarar la «emergencia nacional por violencia de género»

El Colectivo de Mujeres y Disidencias Autoconvocadas propuso este mièrcoles declarar la «emergencia nacional por violencia contra las mujeres y disidencias por razones de género» y que haya «una coordinación efectiva y real entre el Poder Judicial, las fuerzas de seguridad y los municipios» en el marco de la marcha por el femicidio de Úrsula Bahillo en la localidad bonaerense de Rojas.

A través de una carta dirigida al presidente Alberto Fernández, firmada entre otras por Estela de Carlotto, Nora Cortiñas, Rita Segato y Claudia Piñeiro, pidieron además una «capacitación sistemática en la temática para todxs las y los operadores que intervengan en la atención de los casos».

Además solicitaron la puesta en funcionamiento de «un sistema de alerta temprana donde se reúnan todas las denuncias hechas tanto en comisarías como en sedes judiciales, para que se les dé un seguimiento eficaz y se monitoreen las respuestas estatales».

Pidieron también «complementar el sistema de botones antipánico con tobilleras para el denunciado» ya que «no queremos más que sea la víctima la que tenga que demostrar una y otra vez que su agresor viola una y otra vez la restricción perimetral» .

La «implementación de sanciones a funcionarios judiciales o de fuerzas de seguridad que incurran en errores graves y manifiestos en su tarea de proteger a las víctimas» fue otra de los puntos de la propuesta del Colectivo.

La organización también propuso al Presidente «la incorporación de la perspectiva de género en la futura reforma judicial» y el efectivo cumplimiento de la Ley de Educación Sexual en todas las instituciones educativas del país «de manera urgente».

Por último proponen la «administración del correcto despliegue y funcionamiento de los dispositivos que refieren a la Red Federal de Patrocinio Gratuito» ya que existe «desamparo de las víctimas a nivel jurídico por su nivel socioeconómico».

El Colectivo precisó que la violencia de género «es un problema estructural del país que se profundizó con la pandemia» e indicaron que no pueden «tolerar más la muerte de mujeres e identidades feminizadas» por lo que pidieron que el tema sea «una prioridad del Gobierno nacional y de las administraciones provinciales y municipales».

Télam


Crearán el Consejo Federal para la Prevención y Abordaje de Femicidios y Travesticidios

El presidente Alberto Fernández convocó este miércoles, mediante una carta, a todos los gobernadores del país a trabajar mancomunadamente y a poner todos los esfuerzos “para llevar adelante las medidas y las transformaciones que son necesarias y a construir así, una Argentina unida contra las violencias de género”.

“Seamos protagonistas de los cambios que hacen falta para transformar esta sociedad machista en una sociedad libre de violencias por motivos de género”, sostiene en la misiva el Jefe de Estado, gestada a raíz del femicidio de la joven Ursula Bahillo, ocurrido el 8 de febrero en la ciudad bonaerense de Rojas y por el que está detenido su ex pareja, el policía bonaerense Matías Martínez.

Más adelante, Fernández subraya que desde el Estado nacional “proponemos la creación del Consejo Federal para la Prevención y Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios, para coordinar y articular con los distintos organismos involucrados de la Nación, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires un abordaje integral, eficaz, articulado en materia de prevención, investigación, sanción, asistencia y reparación de las violencias extremas por motivo de género”.

Añade que el Estado “es responsable de garantizar la prevención, la asistencia, sanción y reparación de las violencias de género, pero a la vez necesitamos de todos y todos los/as argentinos/as para llevar adelante el cambio cultural que erradique las violencias machistas en cada uno de los ámbitos de nuestras vidas”.

En ese contexto, Fernández sostiene que en estos días se viven, una vez más, momentos de dolor por el femicidio de Ursula “que se suma a los cientos que año tras año tienen como víctimas a las mujeres y travestis de nuestro país”.

El presidente menciona que “si bien en estos últimos años se ha avanzado notablemente en hacer visible y desnaturalizar esas violencias, sabemos que lo hecho hasta aquí no alcanza para asegurar una vida libre de violencias a las mujeres y LGBTQ. Tampoco existen soluciones mágicas ni fórmulas inmediatas”.

En su carta, el mandatario afirma que “para iniciar un verdadero camino de transformación se requiere la voluntad política firme y contundente por parte de quienes gobernamos este país, sin distinción de banderías políticas, ni del territorio en el que nos encontremos”.

A continuación, considera que por las características que asume el fenómeno de femicidios y travesticidios y los motivos que los contextualizan “trabajar en el abordaje de estos hechos requiere, sin lugar a dudas, de un gran acuerdo federal que nos comprometa a todos y todas para implementar políticas para su prevención y erradicación”.

El Jefe de Estado destaca que “la Argentina ha demostrado ante la pandemia del Covid-19, la posibilidad de unirnos en función de un mismo objetivo, unirnos para protegernos de un virus y unirnos para reconstruir este país y para poder salir adelante. Este es el momento de unirnos también para demostrar que no hay lugar en la Argentina para seguir tolerando la violencia de género”.

Recuerda que se creó, al inicio de su gestión, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación y que ahora “es el momento de fortalecer en nuestra agenda pública y política el deber de todos los niveles del Estado para erradicar estas violencias”.

Tiempo Argentino


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