Asume el nuevo ministro de Defensa luego del fallecimiento de Holmes Trujillo

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Duque designa a Diego Molano como nuevo ministro de Defensa

El presidente Iván Duque designó este martes como nuevo ministro de Defensa a Diego Andrés Molano Aponte (Bogotá, 29 de junio de 1970), miembro del gobernante partido Centro Democrático (CD) y quien se desempeña como director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República. Reemplaza a Carlos Holmes Trujillo, fallecido por covid-19.

En la designación, el mandatario aseveró que «es una persona comprometida y patriota, que tiene un gran sentido de servicio público».

Diego Molano, hijo de un militar, es administrador de empresas de la Universidad del Rosario, con especialización en Relaciones Internacionales, de la Universidad Javeriana, y maestría en administración pública de la Universidad de Columbia (EE. UU.).

Tiene una experiencia de más de 25 años en cargos gerenciales en los sectores público y privado.

Desde los cargos que ha desempeñado en el sector público, Diego Molano ha participado activamente en el diseño y la implementación de estrategias nacionales y territoriales de seguridad.

Fue director de la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional (hoy Departamento para la Prosperidad Social), entre el 2019 y 2011. También fungió como director general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entre el 2011 y 2013.

Fue concejal de Bogotá entre 2016 y 2019, y fue destacado como el mejor concejal de Bogotá en 2016 por el programa Concejo Cómo Vamos.

El Presidente destacó que como director del Dapre hizo parte de los Consejos Nacionales de Seguridad. Bajo esta dirección están las consejerías de Estabilización, y Seguridad y Derechos Humanos, así como el impulso a la política de Zonas Futuro y la implementación de la ley del veterano.

Asimismo, como director de Acción Social apoyó fuertemente la política de Seguridad Democrática e impulsó la estrategia territorial a través del Centro de Coordinación de Acción Integral (CCAI), para acompañar la llegada de la seguridad a las regiones, con presencia institucional y social. Además, promovió la creación de los grupos móviles de erradicación manual.

Frente a la dirección general del ICBF, donde ejecutó un presupuesto de 5 billones de pesos y tuvo a su cargo 11.000 personas, el nuevo ministro de Defensa coordinó con la Policía Nacional los esfuerzos para la protección de la infancia y adolescencia.

Por su parte, como concejal de Bogotá impulsó, junto con la bancada del Centro Democrático, la creación de la Secretaría Distrital de Seguridad para implementar la política de seguridad, convivencia y acceso a la justicia en la capital del país. Además, ejerció desde esa corporación un fuerte control político en torno a temas de seguridad en la ciudad, entre ellos el microtráfico.

Entre su trayectoria se destaca que fue director adjunto del programa Midas (Más Inversión para el Desarrollo Alternativo Sostenible), de Usaid. Y ha promovido el diseño e implementación de programas sociales para la superación de la pobreza, el desarrollo sostenible, el emprendimiento y el desarrollo urbano.

Recibió el Premio Harvey Picker de compromiso excepcional al servicio público de la Universidad de Columbia. Fue exaltado como ejecutivo joven de la Cámara Junior Internacional y recibió el Premio Juan Luis Londoño de la Cuesta, otorgado por Fedesarrollo.

Ha escrito publicaciones como Coordinación Interagencial y Transformación Social. Molano está casado con Marcela Rodríguez y tiene dos hijos: Sofía Molano (2000) y Juan Felipe Molano (2002).

Trujillo falleció el pasado 26 de enero en el Hospital Militar de Bogotá en un hecho que produjo una enorme conmoción nacional.

Hace unos días, en entrevista con EL TIEMPO, habló de su enorme preocupación por el narcotráfico como generador de violencia.

«Hay una tragedia enorme y es el asesinato de los líderes sociales, fenómeno que el Gobierno dice tiene un origen en el narcotráfico. ¿Por qué?», le preguntó este diario.

«Todos los males del país tienen nombre propio: el narcotráfico, ese gran virus que carcome a Colombia, en campos y ciudades. Por eso, en materia de seguridad la gran apuesta será seguir desarticulando las estructuras criminales que viven de este negocio ilegal. En 2020 cumplimos al 100 por ciento la meta de erradicación de cultivos, con más de 130.000 hectáreas. También logramos cifras inéditas en materia de incautaciones y la destrucción de más de 4.000 laboratorios», respondió.

«¿Este es el combustible que alimenta a los violentos?», le insistió este diario.

«La ‘segunda Marquetalia’, las disidencias de las Farc, el ‘clan del Golfo’, ‘los Caparros’ y demás organizaciones delictivas quieren detener el avance de la institucionalidad para desestabilizar a Colombia y sus regiones infundiendo miedo, asesinando líderes, perpetrando masacres y desplazando comunidades para expandir su economía criminal; no lo vamos a permitir. Y en las ciudades tampoco le daremos espacio al microtráfico y sus prácticas que acechan la vida de nuestros jóvenes y generan inseguridad», dijo.

El Tiempo


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