Brasil | ¿Bolsonaro será el Trump del 2021? – Por Emir Sader
Por Emir Sader *
La derrota de Trump le cayó como un rayo en cielo azul al presidente brasileño. Se sumó el nuevo gobierno norteamericano, un gobierno abiertamente hostil a él, así como la derrota de Bolsonaro en las elecciones municipales. A ello se agrega el fracaso de Brasil en la política de vacunar a su población. El país, que tenía el más desarrollado sistema de vacunación del mundo, ahora queda rezagado, siendo el segundo con más víctimas de la pandemia.
Rehusando la realidad, Bolsonaro solo ha reconocido la derrota de su amigo hace pocos días. Pero ya ha intensificado su forma de reproducir la actitud de Trump respecto a su derrota electoral. Ha retomado un viejo tema suyo: la posibilidad de fraude en las elecciones en Brasil con la urna electrónica. Ha reafirmado que él hubiera ganado las elecciones del 2018 en primera vuelta y empieza a preparar el clima para su derrota en 2020. Está claro que, en de que caso llegue a llano y sea derrotado, pretende reproducir un simulacro de la invasión del Capitolio.
Ha reiterado de que habría habido fraude en las elecciones norteamericanas, que es amigo de Trump, sin referirse a todo lo que ha pasado en Washington. Claramente asustado también porque las encuestas empiezan a reflejar directamente el nuevo ciclo de pérdida de apoyos y como ello afecta no solo a su posibilidad de reelección, sino hasta la posibilidad de llegar a la segunda vuelta.
La vacunación es el nuevo campo de batalla a que Bolsonaro se enfrenta. Por una parte, al contrario de Trump, mantiene su negacionismo, afirmando que no va a vacunarse , que solo la mitad de los brasileros están interesados en vacunarse. Sigue desincentivando la difusión de la vacuna, su gobierno es responsable directo por el retraso de Brasil. Afirmó que no le importaba nada el retraso de Brasil en el tema de las vacunas.
Pero, a la vez, se dio cuenta de cómo ese retraso recae sobre el gobierno, de cómo, finalmente, las personas atribuyen a él el retraso de la vacunación. Porque, a la vez, el gobernador de São Paulo, Joao Doria, que él considera su principal adversario para ser el candidato de la derecha en la segunda vuelta, dio avances fundamentales en la vacunación y anunció que se iniciará el 25 de enero, día de la ciudad de São Paulo.
El ministro de salud de Bolsonaro, un militar también como él, ha anunciado que el gobierno va a comprar vacunas para empezar la vacunación el 20 de enero, antes de la fecha anunciada por el gobernador de São Paulo. Él se da cuenta del desgaste y de cómo su imagen también depende de su desempeño en la vacunación, que hoy se presenta muy difícil, porque a pesar del anuncio del ministro de salud, el gobierno no ha comprado todavía vacunas, ni siquiera jeringas y agujas.
En ese escenario, por más desesperada que sea su actitud, Bolsonaro se acoge a la perspectiva de reproducir la actitud de Trump, como forma de responder a una situación cada vez más difícil para los líderes de la extrema derecha. Pueda que Bolsonaro asuma que su futuro es disputar su continuidad política más allá del 2022, al igual que su amigo Trump. No le quedaría alternativa, en caso de que se alargue su pérdida de prestigio, apuntando hacia un futuro similar al del derrotado presidente norteamericano.
* Sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).