Atraso en obtener vacunas es falla de gestión gubernamental – Última Hora, Paraguay
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Antes de que termine el 2020, en algunas ciudades de la Argentina ubicadas en las fronteras con el Paraguay, como Posadas (vecina a Encarnación) o Puerto Iguazú (vecina a Ciudad del Este y Presidente Franco), iniciaron oficialmente la campaña de vacunación contra el virus SARS-CoV-2, como una respuesta a la pandemia de Covid-19, en primera instancia al personal de salud, para luego extenderlo al resto de la población.
La primera vacuna que obtuvo el Gobierno argentino para su utilización efectiva es la Sputnik V, producida por el Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología, con sede en Moscú. Conocida como “la vacuna rusa”, aunque cuenta con reparos de algunos sectores científicos por falta de información detallada sobre la fase 3, se asegura que tiene una eficacia de 91,4% y fue autorizada en carácter de emergencia. Las primeras 300.000 dosis llegaron al vecino país en vísperas de Navidad, el 24 de diciembre. Argentina se convirtió en el cuarto país del continente americano en vacunar a su población contra el Covid-19, detrás de México, Chile y Costa Rica. Al mismo tiempo, la Anmat, organismo científico especializado de Argentina, aprobó la vacuna producida por la Universidad de Oxford y la empresa AstraZeneca, de la que también podrá disponer muy pronto.
La proximidad del operativo ha hecho inevitable la comparación con la deficiente gestión realizada por el Gobierno paraguayo para contar más tempranamente con alguna vacuna contra el Covid-19. En principio, asumiendo la falta de recursos y la escasa participación en ámbitos de la investigación médica y científica, las autoridades paraguayas se han limitado a inscribirse en el Fondo de Acceso Global para Vacunas, conocido como sistema Covax, propiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que busca garantizar que las vacunas lleguen a los países más pobres, aunque es un hecho que eso ocurrirá luego de que los más adelantados las tengan.
De esta manera, mientras en la Argentina ya están vacunando, el Paraguay ni siquiera puede afirmar con precisión cuándo lo hará, limitándose el Ministerio de Salud a señalar que las primeras vacunas llegarían al país “entre mayo y junio”.
No haber emprendido a tiempo acciones para contar con vías alternativas de provisión de vacunas es claramente una deficiencia de gestión gubernamental, tal como lo remarca un pronunciamiento de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco). A diferencia de los países vecinos que tienen procesos más avanzados, “en nuestro país todavía tendremos que lidiar con la incertidumbre y con el daño económico que provocan las restricciones para evitar el contagio”, destaca el gremio empresarial.
El atraso en contar con las vacunas, en momentos en que crecen los casos de contagios y el sistema sanitario está saturado, no solamente afecta negativamente a la salud pública, sino además pone en riesgo la reactivación económica. El Senado tratará hoy un proyecto de ley para acelerar la compra de vacunas. Aunque es una acción que se tendría que haber adoptado mucho antes, esperemos que los legisladores ayuden a acelerar el proceso.