Argentina | Comienzan a aplicar la segunda dosis de la vacuna Sputnik V
Comenzó la distribución de la segunda dosis de la vacuna rusa Sputnik V
Por Pablo Esteban
“En forma equitativa, en forma federal, según lo planificado en tiempo y forma, seguimos avanzando en la campaña de vacunación más grande de la historia”, señaló Carla Vizzotti, la secretaria de Acceso a la Salud, durante el informe matutino que a diario describe la situación epidemiológica del país. A partir de la mañana de hoy, aquellas personas que recibieron la primera dosis de la Sputnik V comenzarán a acceder a la segunda para cumplir con el plan nacional de inmunización delineado por el Ministerio de Salud de Nación. Las 300 mil dosis del segundo componente (adenovirus 5) que arribaron el sábado al mediodía completan a las 300 mil que llegaron el 24 de diciembre, comenzaron a aplicarse el 29 de ese mes y correspondían al primer componente (adenovirus 26). De acuerdo a las cifras manejadas por la cartera sanitaria, a la fecha, ya fueron inoculadas más de 200 mil personas.
Las dosis del adenovirus 5, es decir del segundo componente, comenzarán a ser aplicadas como estaba previsto aunque sectores de la oposición y algunos medios fomentaron una confusión en relación a los dichos, una semana atrás, de Vizzotti. En una entrevista con este diario, la funcionaria había manifestado que, de acuerdo a lo que sucede en otras partes del mundo, se podría diferir las segundas dosis de las vacunas para empezar a inmunizar a más personas, pero aclaraba que eso no se haría con las dosis de la Sputnik Vque estaban en camino.
Luego del aterrizaje del avión de Aerolíneas Argentinas, durante el domingo y el lunes Andreani y el Correo Argentino se encargaron de la logística necesaria con el objetivo de que las dosis pudieran llegar a cada rincón del país. Las drogas fueron trasladadas en contenedores refrigerados a una temperatura que va entre los 18 y los 30 grados bajo cero. El frío es un aspecto clave para conservar intacta la eficacia de la sustancia activas. Las drogas son distribuidas de acuerdo a un criterio que tiene en cuenta la densidad demográfica de las diferentes provincias (y dentro de éstas, las ciudades) y la incidencia de casos en base a la propagación del virus. Así, es comprensible que centros neurálgicos como Buenos Aires (123 mil), Santa Fe (24.100), CABA (23.100) y Córdoba (21.900) sean las jurisdicciones que más reciben.
El Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya había informado, a partir de los resultados extraídos en sus ensayos clínicos, que el lapso mínimo a respetar entre ambas aplicaciones era de 21 días. Ya saldado ese tiempo, los hospitales, clínicas y otras instituciones de salud, esta semana podrán realizar el segundo llamado y avanzar a paso firme con el procedimiento de inmunización masiva más importante de la historia argentina. En este primer turno, las dosis de Sputnik V son destinadas a personal sanitario de 18 a 59 años y, puntualmente, a aquellos que se encuentran en la línea de vanguardia y con contacto asiduo con pacientes de covid-19. Personas que trabajan en terapia intensiva, trabajadores/as que procesan muestras de Sars CoV-2, enfermeros/as y médicos/as, entre otros.
La vacuna fue registrada por el Centro Gamaleya el 11 de agosto y utiliza un esquema de administración que combina dos vectores adenovirales, “AD26” y “AD5” (virus que suelen causar el resfriado en humanos) con un gen que codifica la proteína “S” (Spike, del Sars CoV-2). Luego de la primera dosis, el cuerpo sintetiza la proteína S y, en respuesta, se empieza a generar inmunidad. Luego de tres semanas (precisamente ahora) se inocula al organismo con el segundo adenovirus y se proporciona una inmunidad a largo plazo. Allí se basa su principal aspecto distintivo: a diferencia de la variante de Oxford y AstraZeneca (Reino Unido) que emplea una metodología similar, el laboratorio ruso utiliza dos adenovirus diferentes para cada una de sus dosis. De hecho, la técnica rusa tuvo tan buenos efectos que desde Ox/Az solicitaron establecer un diálogo para analizar cómo juntar ambas fórmulas e incrementar su eficacia.
Sana costumbre
El vuelo que llegó a Ezeiza proveniente de Moscú tuvo las mismas características que aquel que arribó, en primer término, el 24 de diciembre. Esta clase de viajes serán una costumbre durante los meses que siguen, cuando los lotes de las diferentes plataformas vacunales (Sputnik V- AstraZeneca/Oxford- Sinopharm) lleguen a territorio doméstico provenientes de diferentes latitudes de naciones con plantas productoras como Rusia, India, Corea o México. El modus operandi, de hecho, será similar en todos los casos: luego de llegar almacenadas en contenedores térmicos, “Thermobox”, a 18 grados bajo cero –o más, según la temperatura que requieracada una de las drogas para no perder eficacia– son alojadas en un depósito general y después son distribuidas hacia los diferentes puntos del país, sin perder la cadena de frío; a esta altura el gran desafío.
Según informaron desde la cartera sanitaria, antes de fin de enero, se realizarán los vuelos hacia Moscú para traer las 4,7 millones de dosis a las que el Centro Gamaleya se comprometió en esta primera instancia. Luego, durante los meses que siguen, llegarán las restantes para completar las 20 millones acordadas con el Fondo Ruso de Inversión Directa. A esas deberán sumarse el millón de la vacuna china realizada por la empresa estatal Sinopharm, las 22.4 millones de AstraZeneca/Oxford que llegarán en marzo y las 9 millones que serán recibidas de parte de la plataforma Covax, el fondo de acceso global que es liderado por la Organización Mundial de la Salud y cuyo aval de creación fue firmado por 172 naciones. El Gobierno, por último, no descarta destrabar las desinteligencias con Pfizer ni cerrar, en los próximos días, un acuerdo para la llegada de Moderna.
La vacunación seguirá en etapas, voluntaria e independiente del antecedente de haber padecido la enfermedad. Según prevén desde la cartera que conduce Ginés González García 14.492.299 son las personas a vacunar en los grupos priorizados: 821.394 trabajadores de la salud, 7.414.866 mayores de 60 años, 493.727 miembros del personal de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, 4.063.968 personas entre 18 y 59 años con comorbilidades, 1.417.310 personal educativo y 266.034 personal esencial del Estado y docentes universitarios. Para ello, dispusieron la participación de 36 mil vacunadores y 80 mil miembros del personal de apoyo, repartidos en 7.749 establecimientos de salud acondicionados a tales efectos.