Aborto libre en Chile | Karol Cariola, diputada feminista: “La ley permitirá que las mujeres no sean perseguidas ni criminalizadas”

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Entrevista a Karol Cariola, diputada feminista del Partido Comunista

Por Luciana Mazzini Puga, de la redacción de NODAL

Dos semanas después que Argentina legalizara la interrupción voluntaria del embarazo, la “marea verde” cruzó la cordillera y este miércoles 13 de enero la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara de Diputados y Diputadas chilena comenzó a debatir la despenalización del aborto. Actualmente, en Chile únicamente se puede interrumpir un embarazo si peligra la vida de la mujer, por inviabilidad fetal y/o violación.

Este debate se suma a otros hechos importantes que ocurrirán este año en Chile como la redacción de una nueva Constitución y las elecciones presidenciales. Para analizar este hecho histórico, NODAL dialogó con Karol Cariola, diputada feminista del Partido Comunista y una de las autoras del proyecto.

¿Qué impacto tuvo en Chile la legalización del aborto en Argentina y cuál fue su incidencia para que se comenzara a debatir este proyecto en el Congreso?

Sin lugar a dudas la legalización del aborto en Argentina generó una tremenda incidencia en la discusión política nacional, siempre estamos atentos y atentas a lo que pasa en el país vecino. También las mujeres y organizaciones feministas venimos trabajando y luchando desde hace muchos años para que la despenalización del aborto en nuestro país se haga realidad. Ya logramos avanzar en las tres causales pero son insuficientes. Son muchas las mujeres que abortan dentro de las primeras 14 semanas por otras razones y lo siguen haciendo de forma clandestina, poniendo en riesgo su vida. No es que nosotras queramos promover el aborto como un método anticonceptivo, por el contrario, hemos planteado la necesidad de establecer mecanismos de educación sexual y mejores formas de planificación familiar. Sin embargo, también tenemos la convicción de que el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos, a tomar la decisión de planificar nuestra maternidad, y que siempre sea voluntaria, nos obliga a tener que tomar la experiencia que llevó adelante Argentina y legislar y seguir avanzando en relación a la despenalización del aborto y a otras causales fuera de las que ya tenemos legalizadas.

¿Cuáles son los puntos más importantes del proyecto?

El proyecto que presentamos despenaliza el aborto dentro de las primeras 14 semanas por causales distintas a las tres que ya están legalizadas y que están cubiertas por el sistema de salud. Nosotras como parlamentarias no tenemos la facultad constitucional de establecer una prestación de salud nueva dentro de los servicios de salud pública. Lamentablemente no vamos a poder garantizar que el Estado se haga cargo de entregar esta prestación a aquellas mujeres que decidan interrumpir su embarazo dentro de las primeras 14 semanas. Sin embargo, lo que sí vamos a permitir es que estas mujeres que decidan llevar adelante un aborto no sean perseguidas, criminalizadas ni sentenciadas por la sociedad. Creo que ahí es donde hemos puesto nuestro foco y es lo que podemos hacer desde el punto de vista de las facultades legislativas que tenemos las parlamentarias para poder avanzar en esta dirección. Esperamos que la discusión en la Cámara de Diputados y Diputadas se dé con la mayor altura de mira poniendo en el centro el bienestar de las mujeres, los derechos sexuales y reproductivos y la autonomía sobre nuestros cuerpos.

¿Cuáles son las propuestas que plantean y debaten los movimientos feministas en torno a la Convención Constitucional?

Nosotras hemos planteado que es necesario pensar en una Constitución feminista, con una perspectiva de género que dé cuenta y se haga cargo de las desigualdades que existen en nuestro país en relación a las mujeres. Es una realidad que las mujeres, a pesar de hacer el mismo trabajo que los hombres, tenemos salarios más bajos -hasta un 30%-, que las pensiones son más bajas, que el acceso a los espacios laborales son menores y que los derechos sexuales y reproductivos -como la interrupción del embarazo- también están restringidos. Por lo tanto, creemos que no sólo es necesaria la mirada de la Constitución desde una perspectiva feminista sino que también lo es la mayor inclusión de mujeres en espacios de toma de decisiones.

Durante muchos años la exclusión de la toma de decisiones de los espacios de poder ha traído consecuencias que pasan por estas odiosidades y desigualdades que no debiesen existir pero que hoy más que nunca, a partir del desarrollo de políticas públicas, estamos tratando de transformar y, por lo tanto, mejorar nuestras condiciones de vida, igualándolas en derechos y oportunidades a los hombres. Por eso, consideramos que el proceso constituyente también es una oportunidad histórica para avanzar en el reconocimiento y valorización del trabajo doméstico y de cuidados que jugamos las mujeres en los distintos vínculos que tenemos desde el espacio social y desde el vínculo familiar, además de la consolidación de derechos sexuales y reproductivos. Pero, sobre todo, creemos que la inclusión política es un elemento fundamental para los sucesivos cambios y para garantizar la toma de decisiones en la búsqueda de la igualdad de derechos y oportunidades.


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