A 5 años de su detención, organizaciones sociales se movilizaron para pedir la liberación de Milagro Sala

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Organizaciones sociales, políticas y gremiales se movilizaron en Jujuy para pedir la libertad de Milagro Sala

Apuntaron contra Gerardo Morales por los condicionamientos políticos en la Justicia provincial. A su vez, criticaron el megaoperativo desplegado por el gobierno local y denunciaron que hubo tareas de espionaje los días previos a la marcha.

Por Mariana Mamaní

«Milagro es una presa política. Tenemos presos políticos en Argentina y con presos políticos no hay democracia», dijo el coordinador de la Tupac Amaru, Juan Manuel Esquivel, al abrir el acto con que miles de personas reclamaron en Jujuy la libertad de Milagro Sala, detenida desde hace cinco años, al igual que otros dirigentes. Fue al término de una masiva movilización que protagonizaron las organizaciones sociales, pese al amplio despliegue policial que dispuso la gobernación de Gerardo Morales, con policías hasta en los techos de la Casa de Gobierno. Desde la noche anterior los vallados resguardaban la fachada de los principales edificios públicos. A pesar de estas acciones, y de las advertencias de funcionarios del gobierno provincial, la marcha se desarrolló sin violencia, aunque los operativos de control en puntos estratégicos de las rutas desalentaron la llegada de manifestantes del interior. La aparente limitación se sorteó con movilizaciones locales, las hubo en Humahuaca, Tilcara, San Pedro, Perico, Libertador y Calilegua, entre otros lugares.

En la capital jujeña, la columna, calculada en más de 3 mil militantes, partió pasadas las 11 desde la cancha de Gimnasia y finalizó en la plaza Belgrano, frente a la Casa de Gobierno, en el mismo lugar donde hace cinco años se realizaba el acampe liderado por la Tupac Amaru para solicitar diálogo al flamante gobernador Morales. El 16 de enero de 2016, el entonces ministro de Seguridad, Ekel Meyer, hoy vocal del Superior Tribunal de Justicia, detenía a Milagro Sala en su casa del barrio Cuyaya, donde cumple prisión domiciliaria.

Como en 2016, los militantes tupaqueros, junto a la CTA, ATE Verde y Blanca, el MTL, organismos de derechos humanos y Vendedores Ambulantes Feriantes y Afines Agremiados, reeditaron aquella protesta. “Venimos a esta plaza a pedir respeto, derechos constitucionales que tenemos garantizados todos los ciudadanos, y nos recibieron con una estructura policial. Acá estamos, la Tupac está viva. No nos arrodillamos, nos guían los compañeros, sus necesidades: trabajo, salud, educación”, sostuvo en el acto el coordinador provincial de la Tupac Amaru, Juan Manuel Esquivel, quien agradeció la resistencia en estos cinco años.

Cantando y gritando consignas la columna ingresó al casco céntrico por la calle San Martín y fue a dar a la plaza Belgrano en la jornada nacional que tuvo también su expresión ante la Corte Suprema, en el centro porteño. Los militantes dieron una vuelta alrededor de la plaza y luego se hizo un acto. Entre los flameadores blancos y las whipalas se destacaba un gran cartel con los nombres de los presos políticos de Jujuy: Milagro Sala, Patricia Cabana, Graciela López, Maria Condorí, Adriana Condorí, Mirta Guerrero, Ivan Altamirano, Javier Nieva, Miguel Sivila.

Esquivel fue el primero en hablar. Denunció que la justicia de Jujuy «es un apéndice del Poder Ejecutivo, es un engranaje, un cachivache de Gerardo Morales, como es la Legislatura de Jujuy, que radicales y peronistas advenedizos han convertido en una escribanía para Morales. Tiene la suma del poder público. En esta provincia no hay independencia de poderes, no se garantizan los derechos de los ciudadanos”, aseguró. Y planteó que «un gobierno popular no se puede permitir tener presos políticos”.

Raúl Noro, compañero de Milagro Sala, llevó su saludo: “Ella está muy orgullosa, de tener a los compañeros después de cinco años de detención. Estos creían que habían sepultado a la Tupac pero con cada acto se sepultan ellos en el basurero de la historia”, afirmó. «Aquí está el espíritu del pueblo que surge desde la tierra porque somos América Latina y cada compañero lleva sangre originaria. Somos la tierra fecunda que hace crecer la naturaleza, la vida, sobre todo el amor porque nos movemos con el espíritu de la solidaridad”, alentó.

En la marcha se vivió ese espíritu de unidad, y de fortaleza, como lo expresó Lidia, militante tupaquera: “Morales la metió presa a nuestra líder hace cinco años y nosotros quedamos en la nada. Seguimos trabajando y luchando hasta que la liberen, está injustamente detenida, hoy pedimos su libertad. Estamos más unidos y este gobierno no ha podido silenciarnos”, aseguró.

Operativo desmedido

La abogada Paula Alvarez Carreras, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, anunció que hará una denuncia penal por el despliegue de «un operativo (de seguridad policial) desproporcionado que dificultó la llegada de gente que quería movilizar a San Salvador y permanecieron en sus localidades pidiendo la libertad de Milagro Sala y todos los presos políticos”. Agregó que la Policía jujeña estaría «incurriendo en una violación a la Ley de inteligencia», dado que, según se desprende de una Orden de Operaciones que se filtró, hubo tareas de inteligencia sobre militantes sociales. Por su parte, el Ministerio de Seguridad nacional aclaró que no participaron del operativo las fuerzas federales de seguridad.

“En la audiencia se ratificó el habeas corpus y ratificamos la preocupación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación porque temíamos por la libertad, la seguridad de las personas que iban a manifestarse en la jornada”, sostuvo Alvarez Carreras, quien destacó que a quienes están en los espacios de derechos humanos «preocupa la situación de Jujuy porque durante los primeros cuatro años y el que pasó del gobierno de Morales ha sido de disciplinamiento sistemático a las organizaciones sociales, gremiales», a los colectivos organizados de protesta, que sufren «persecución, eventualmente una causa penal y en su defecto causas contravencionales. El mensaje del gobierno provincial es claro, de no escuchar a los sectores populares en sus reclamos y apuesta al silenciamiento”.

En la jornada de protesta estuvo Gabriela Carpineti, directora nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, junto a otros funcionarios en un operativo con organismos nacionales, y también visitó a la dirigente social. Carpinetti denunció «un pacto de poder en la provincia de Jujuy horizontal entre sectores de la policía, el sector judicial, y el económico. Pareciera un pacto inalterable, y si hay una razón que explica la detención arbitraria de Milagro Sala es que ella representó a un movimiento popular que puso en cuestión al status quo de esta provincia –sostuvo–. Ese pacto de poder está vigente y esos sectores decidieron que Milagro debería estar presa porque era peligrosa para romper y visibilizar ese pacto de poder”.

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