El oficialismo recupera la Asamblea Nacional con un 31% de participación electoral

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Datos del Consejo Nacional Electoral de Venezuela


El chavismo recupera la Asamblea Nacional

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Indira Alfonzo, informó este lunes en horas de la madrugada que de un total de 5.264.104 votos escrutados correspondiente al 82% y con una participación del 31% del total de electores inscritos, la tolda roja alcanzó un total de 3.558.320 votos para un 67.6%; de acuerdo con el primer boletín oficial, la alianza de Acción Democrática, Copei, CMC, AP, y El Cambio conquistaron un total de 944.665 votos para un 17.95%; Los partidos de VU, PV, VPA 220.502 votos para un 4,19% y el Partido Comunista de Venezuela (PCV) 143.917 votos para un 2,73%; Otros partidos obtuvieron 357.609 votos para un 6.79%.

Asimismo, la máxima representante del Poder Electoral informó que de los cargos nominales de las 87 circunscripciones, 81 tienen “una tendencia estable y sin posibilidad de cambio en su resultado final” (irreversibles). De los 24 cargos en las listas regionales, 9 son irreversibles.

Sobre los 48 cargos lista a nivel nacional, 26 cuentan con una tendencia estable y sin posibilidad de cambio en su resultado. Son:

43,75%, del GPP: Diosdado Cabello, Cilia Flores, Tania Díaz, Iris Varelas, Jesus Farías, Vanessa Montero, William Benavides, Ilenia Medina, Gilberto Jiménez, Ricardo Sánchez, Didalco Bolívar, Henry Hernández, Luis Reyes, Noelí Pocaterra, María León, Luis Soto, Jesús Martínez, Gladys Requena, Asia Villegas, Marío Silva, y Antony Coello.

Por AD, con el 4,17%: Bernabé Gutiérrez, Anelia Camayo Camperos Por El Cambio, con 2,08%: Alfonso Henrique Campos Por PV, 2,08%: José Leonisio Brito Por AP: 2,08%: Luis Augusto Romero.

A partir de este momento, el CNE autoriza a las juntas regionales para totalizar, adjudicar y proclamación de los cargos adjudicados a medida que se complete la transmisión.

Para estos comicios parlamentarios el pueblo venezolano escogió 277 nuevos miembros de la Asamblea Nacional (AN) para el período 2021-2026, para ello el Poder Electoral habilitó 14.221 centros de votación con 29.622 mesas electorales instaladas.

El 90% de las 107 organizaciones con fines políticos legales en el país, inscribieron candidatos, por lo que el pueblo venezolano tuvo que elegir entre más de 14.000 miembros que se disputaban un curul en el Parlamento.

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Elecciones en Venezuela: mayoría para el chavismo y dudas sobre el futuro de Guaidó

Por Marco Teruggi, desde Caracas

“Tenemos una nueva Asamblea Nacional elegida por el voto del pueblo, gran victoria de la democracia, de la Constitución”, afirmó el presidente Nicolás Maduro en horas de la madrugada luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara los resultados de la elección legislativa.

Indira Alfonso, presidenta del órgano electoral, informó que, con 82,35% de los votos escrutados, la participación fue de 31% del padrón electoral, para un total de 5.264.104 votos. De ese total, el Gran Polo Patriótico, encabezado por el Partido Socialista Unido de Venezuela, alcanzó el 67,6% con 3.558.320 votos, la alianza de Acción Democrática, Copei, Cambiemos, Avanzada Progresista, y El Cambio obtuvo 17,95% con 944.665 votos, la alianza Venezuela Unida, Primero Venezuela, y Voluntad Popular Activistas consiguió 4,19% con 220.502 votos, el Partido Comunista de Venezuela logró 2,73% con 143.917 votos, y 6,79% del padrón fue a “otros” partidos.

El resultado fue largamente esperado luego de una jornada donde uno de los ejes centrales del debate fue cuál sería la participación total. La derecha que no participó había afirmado desde la tarde, sin pruebas, 80% de abstención y, como era predecible, afirmó que el resultado anunciado por el CNE representa un fraude.

Se trató de una elección compleja, marcada por varios factores. En primer lugar, una situación económica difícil, bajo bloqueo estadounidense, signada por varios años de dificultades donde el 2020 fue particularmente marcado por momentos críticos de desabastecimiento de gasolina en Caracas, problemas de servicios básicos, como agua y luz, aumento de precios y del dólar.

En segundo lugar, la contienda estuvo marcada tanto por el llamado a la abstención por parte de un sector de la oposición, como parte de un conjunto de actores políticos y mediáticos internacionales, principalmente de Estados Unidos (EEUU), países del Grupo de Lima, la Unión Europea, que, durante meses, llamaron a no votar y realizaron acciones de presión diplomática y económica sobre dirigentes de oposición que se presentaron en la elección.

En tercer lugar, se trató de una elección dentro de un cuadro general de desgaste, tanto de la política como de la economía, con ambos elementos relacionados. Los últimos cinco años estuvieron marcados en el país, además de por el cuadro económico, por una sucesión de episodios de gran confrontación, como el 2017 o 2019, producto de una estrategia opositora que buscó un derrocamiento del gobierno.

Como señaló el opositor Enrique Ochoa Antich, quien afirmó que nunca hubo fraude en los años anteriores, “cada victoria (de la oposición) servía para acumular fuerza rumbo a las presidenciales del 2018, pero nos salimos de la ruta y botamos el juego”. Salirse de la ruta significó intentar acciones de fuerza de manera periódica, hasta llegar a desarrollar la estrategia de instituciones paralelas, que comenzaron en el 2017 con un “Tribunal Supremo de Justicia en el exilio”, y llevaron a la creación de la “presidencia interina” en el 2019.

Lo que una parte de la oposición decidió, aquella que se presentó, fue regresar a la ruta electoral, para lo cual estas elecciones fueron la primera gran instancia de participación. El resultado, de un poco más de 1 millón de votos, indicó que esa oposición, compuesta de actores viejos, fracturas de partidos y nuevas formaciones, no logró una traducción significativa de su progresiva centralidad política en votos.

En cuanto al chavismo, que había obtenido 6.248.864 en la presidencial, tuvo una baja en cantidad de votos, a la vez que la capacidad de mantener un caudal grande, en un escenario muy complejo, para obtener la mayoría en la Asamblea Nacional.

El número de 31% de participación fue menor que el de las presidenciales del 2018, con 46,1%, pero mayor, por ejemplo, al de la elección legislativa del año 2005, cuando la oposición decidió abstenerse de participar, iniciando así una táctica repetida que, hasta el momento, no trajo resultados de acumulación política. Aquel año, la participación fue de 25% del padrón electoral.

Como se preveía, la oposición de Guaidó reclamó para sí una victoria producto de la abstención, y bajo ese discurso, volvió a llamar a la votación en la “consulta popular”, que será hecha vía una aplicación de teléfono y de manera presencial el día 12. La consulta será el mecanismo para construir un discurso que legitime el mantenimiento de la “presidencia interina”, que cuenta públicamente con un respaldo bipartidista en Estados Unidos.

Sin embargo, tanto la realización de la “consulta popular”, como el anuncio que de allí se desprenderá, no responde a la pregunta de qué hará el sector que aún se mantiene con Guaidó luego del 5 de enero -día en que se juramente la nueva Asamblea Nacional- en particular debido a su dependencia de Estados Unidos, donde está en marcha un cambio de administración y posibles modificaciones de abordaje del expediente Venezuela.

Capriles Radonski, quien en primer lugar iba a participar de las legislativas, y finalmente dio marcha amparándose en la decisión de la Unión Europea, calificó la iniciativa de la “consulta” como de “llamado a una movilización sin soluciones tangibles”. Esa falta de horizonte en los llamados de Guaidó es uno de los principales elementos que explica por qué su base social y capital político se erosionaron de forma sistemática durante más de un año y medio.

En ese contexto, varios hechos ya son irreversibles. El primero y principal, es que habrá una nueva Asamblea Nacional a partir de enero, algo modificará la situación política nacional. Esa Asamblea tendrá como objetivo urgente abordar la situación económica, lo que pasará por posibles acuerdos internos y diálogos con Estados Unidos, que sostiene el bloqueo. Otro hecho parece ya irreversible: la formación de una nueva oposición que si bien obtuvo menos votos de lo que pensaba, es un actor que marcará parte de la dinámica futura. Esa oposición, a la cual seguramente se le sumarán más actores, disputará las elecciones a alcaldías y gobernaciones en el 2021.

Por último, el resultado general de la votación, y en particular la tasa de abstención, pone sobre la mesa la necesidad de abordar asuntos como de renovación de discursos, dinámicas políticas, en el marco de un conflicto prolongado que ha dejado marcas profundas en la sociedad.

Página 12


Maduro sobre la elección: “Es una gran victoria de la democracia”

De “victoria gigantesca” calificó el presidente de la República, Nicolás Maduro, el triunfo alcanzado la madrugada de este lunes 7 de diciembre tras el anuncio del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre los resultados obtenidos en la elección parlamentaria cuya participación alcanzó el 31%.

Desde su despacho en Miraflores, desde donde compartió un contacto televisivo con el Comando de Campaña Darío Vivas, el Mandatario felicitó a toda la maquinaria del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), del Gran Polo Patriótico (GPP), por haber salido a la calle a expresar su decisión.

También felicitó a las organizaciones de la Alianza Democrática por haber participado para formar parte del nuevo Parlamento para el periodo 2021-2026.

“Gran victoria de la democracia, de la Constitución”, expresó”. “Le tuvimos paciencia a las provocaciones, a las estupideces, a las agresiones y llegamos al camino, que el pueblo duerma tranquilo tenemos nueva Asamblea Nacional al servicio de las mayorías (…)”, añadió.

Recordó que hace 5 años cuando se dio el boletín de los resultados electorales salió a reconocer “la derrota” pensando que se podía “construir caminos de diálogo y entendimiento”, pero vino “el desastre”.

“Cinco años después — sabiendo el pueblo todo lo que hizo esa Asamblea Nacional; golpes de Estado, intervenciones militares, sanciones criminales contra la economía (…)– salgo a decir tenemos una nueva AN producto del voto popular, el pueblo ha elegido a sus nuevos diputados. Hemos tenido una gigantesca victoria popular”, expresó.

“Nosotros sabemos ganar y perder, y hoy nos tocó ganar, le toca a Venezuela ganar una nueva AN que se estrena el próximo 5 de enero en paz (…). Viene un ciclo positivo, un ciclo virtuoso, de recuperación intensa del país, de cooperación intensa, de enfrentamiento y superación del bloqueo con soberanía (…), que nadie se meta en los asuntos internos de Venezuela (…)”, dijo el Presidente.

Felicitó a todos los 277 nuevos parlamentarios a quienes invitó a celebrar guardando las medidas de bioseguridad, usando el tapabocas.

“Ha llegado a la AN gente buena, gente trabajadora, comprometida”, manifestó acompañado de su esposa, ahora electa diputada, Cilia Flores, y de su hijo, Nicolás Ernesto Maduro Guerra “Nicolasito”, de quien celebró que “arrasó en La Guaira”, así como el animador Winston Vallenilla, quien fue postulado por el estado Miranda.

Maduro adelantó que ahora les corresponderá organizar el nuevo cronograma para escoger y renovar a los gobernadores y alcaldes.

“Vamos a prepararnos para la renovación de gobernadores, alcaldes (…)”, dijo.

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