Las tecnologías digitales en la educación: peligros y retos – Por Moisés Ezequiel Zepeda Moreno
Por Moisés Ezequiel Zepeda Moreno *
Las llamadas Tic´s o Tecnologías de la información en lo que respecta al problema pedagógico se encuentran en un debate profundo a raíz de los últimos eventos. Las discusiones no sólo son resultado de diversas posturas sobre el problema metodológico, sino que, en realidad, son una necesidad sustancial frente a la introducción de sistemas virtuales que modificarán profundamente la pedagogía, los sistemas universitarios o los propios proyectos de Estado relacionados al problema educativo.
El tema de las tecnologías de la información no puede ser tomados a la ligera. Entre quienes critican fuertemente este paradigma además del problema de accesibilidad[1]encontramos razones que no pueden pasar desapercibidas del debate:
- Las posibilidades del monitoreo digital[2]
- La entrega de los sistemas educativos a sistemas de inteligencia artificial y el desplazamiento de profesionales y expertos calificados en el tema.
- La posible privatización de la educación que desplaza del espacio público al espacio virtual (casi todo privado) los procesos de enseñanza aprendizaje
Ante estas tres posibilidades (sólo por mencionar algunas) el debate al respecto se vuelve una necesidad inminente, pero sobretodo, competente al problema de la democratización de las redes digitales y también de la enseñanza. Castell había analizado ya con insistencia suficiente el problema informático digital y había argumentado por lo menos desde hace 2 décadas que estas tecnologías informáticas deben ser interpretadas como una nueva era planetaria, quizá, el comienzo de un nuevo orden global tanto económico (el desplazamiento del sistema capitalista clásico) como político y social[3].
Sin embargo, a raíz de la cuarentena global por el Covid-19, quedo al descubierto la inminente dependencia del orden social actual a los sistemas de inteligencia artificial, los sistemas de información digital y los algoritmos predictivos. El movimiento geopolítico global actual atraviesa la red digital o de información[4]en un proceso en el que se han transformado las coordenadas hegemónicas del control global del conocimiento[5].
En base a las reflexiones anteriores resulta preocupante el sentido de la discusión al respecto del papel de la red digital en el proceso educativo que para algunos sectores oscila entre “su introducción o su exclusión” de los sistemas escolares. Me parece que el debate es por demás equivocado desde la experiencia de la cuarentena global que muestra el papel preponderante en el ordenamiento global como esa línea que divide lo que el sociólogo De Sousa Satos llama “ sur y norte global[6]” (analógicamente se podría comprender entre quienes están dentro de la red global y quienes fuera).
Un ejemplo puede mostrar esta dinámica. Durante la pandemia cientos de instituciones educativas públicas cerraron sus ciclos escolares de manera inconclusa o simplemente dieron por terminada sus clases presenciales; la mayoría de los casos sus respuestas fueron deficientes ante la emergencia de la cuarentena. Por su parte, las universidades privadas utilizaron a la cuarentena como plataforma para transformar sus sistemas de acreditación universitaria hacia modalidad mucho más sincronizadas con los sistemas productivos y las sociedades modernas[7]. Los sistemas universitarios virtuales sacaron grandes ventajas de este proceso a través de la red:
- Los cursos virtuales a través de metacampus (plataformas educativas o aulas virtuales) o redes sociales de aprendizaje, permiten reducir el trabajo del profesor, por lo que un solo docente puede atender un porcentaje mucho mayor de alumno, lo que reduce las necesidades laborales de las universidades privadas.
- Los cursos virtuales privados funcionan a través de metodologías de “sistematización” es decir, se organizan a través de una selección de los temas detonadores organizados de manera sintetizada a través de ejercicios virtuales. Esto es muy adecuado para transformar las relaciones espacio/temporales de la educación. Las consecuencias de esta transformación en lo que respecta al problema didáctico tendrán que ver con una dinámica educativa a través de la cual el estudiante decide su tiempo, sus espacios y la manera en que realizara sus actividades virtuales.
- En este sentido, si la Universidad Pública se caracteriza casi de manera total por una estructura presencial (aún de manera virtual), ésta deja de ser una opción para los estratos excluidos de la sociedad (obreros, campesinos, empleados etc.) si evaluamos que estos requieren de la actividad laboral para su subsistencia. Así la educación pública comienza a dejar de ser una opción para los sectores que requieren la actividad laboral, un vacío que las universidades privadas interpretan como oportunidad de mercado.
- Las universidades privadas de mayor categoría interconectaron sus mallas curriculares y vincularon sus sistemas educativos a proyectos de investigación extranjeros, lo que les ha permitido genera publicaciones y ofrecer a sus estudiantes contactos con profesores catalogados de primera categoría.
- La educación virtual transforma la necesidad de claustros educativos, salones, bibliotecas, personal administrativo o personal de logística pues la inmaterialidad de la red digital sólo requiere un ordenador para abastecer todas estas necesidades educativas a un costo mínimo(el costo de un intendente de limpieza podría ser el costo que se paga a una plataforma digital para un tiempo indeterminado de sesiones y conferencias).
Esto entre muchos beneficios que la red virtual trajo a las universidades privadas. Las críticas que desde las universidades públicas se han presentado están más que fundadas, sin embargo, creo que hay cierto error en la perspectiva desde la cual se emplean las críticas:
- En primer lugar, el problema de la adquisición de la infraestructura y de los niveles de exclusión de la población a la red virtual acierta en la enfermedad, pero no en el diagnóstico: la infraestructura para un curso virtual en el sentido teórico es mínimo comparado a la infraestructura de las ciudades universitarias y los enormes claustros educativos en los que se desarrolla la universidad clásica. El problema es de planeación y de reconfiguración de lo que comprendemos por educación.
- Indudablemente que la virtualización educativa ha favorecido el proceso de privatización y ha hecho que las universidades privadas sean más atractivas que las públicas, pero regresamos a la misma dicotomía: aquí la disyuntiva es el uso de las tecnologías que las universidades privadas han aprovechado por su perspectiva de mercado, algo que las universidades pública sno han logrado organizar por una falta de planificación.
- Las universidades públicas ceden los espacios de su cátedra a compañías trasnacionales (Zoom, Microsoft, Google[8]) porque no han generado plataformas públicas, autónomas, democráticas y pensadas para la educación pública y metodologías populares o colectivas. Cualquier programador sabe de la facilidad con la que una Universidad Pública podría generar estos espacios, no sólo como metodologías y sistemas de planeación educativa, sino como (y tal vez únicas) posibilidades para introducir elementos democráticos a la red informática global.
- Una de las críticas bien fundamentadas y muy importante es la “modalidad individualista de la educación virtual”. Casi en su totalidad, la educación virtual está adecuada para capacitar o para instruir a su estudiante bajo las demandas del sistema productivo actual. Independiente de la postura política que se tenga al respecto, esto es un problema “metodológico” más que natural a los sistemas de educación virtual. Nada evita que la educación virtual se injerte en procesos socio-territoriales, dinámicas colectivas, procesos autonómicos si se crean las metodologías de aprendizaje adecuadas (por ejemplo, través de tele-centros comunitarios, universidades territorializadas o sistemas de apropiación colectiva).
- Otra crítica fundamental es el problema de la despolitización que conlleva una pedagogía virtual. La preocupación es elemental si dimensionamos el desplazamiento del sistema educativo del espacio público a la red-virtual (casi toda privada) y los procesos de individualización en los cuales deberíamos olvidarnos de organizaciones estudiantiles, de sindicatoso de polarizaciones al interior delas universidades. Sin duda que una educación virtual viene a ser una herramienta perfecta para introducir las lógicas globales del orden económico.
- Pero por el contrario, un rediseño planificado y debatido desde las diversas perspectivas y formas de participación política en la Universidad Pública también podría funcionar como herramientas de vinculación inter-universitaria, inter-investigativa o alimentar los procesos socio-territoriales autonómicos, políticos y sociales (hasta anti-sistémicos) en diversos territorios.
En resumen, negar el acceso a la red digital es entregar el futuro de la educación a las universidades privadas, requerimos un debate profundo en la Universidad Pública donde todos los sectores, colectivos, perspectivas políticas, diferencias culturales tomen el papel organizador de las metodologías pedagógicas.
A nivel de educación pública los sistemas virtuales y digitales son una herramienta a la que se le ha negado una gran cantidad de posibilidades para su implementación, lo que en términos reales para las universidades públicas resultaría contraproducente a largo plazo ¿sería benéfico para la universidad pública no transformar sus metodologías educativas y dejar que las universidades privadas se apropien de estos beneficios y las desplacen como principales opciones educativas en México?
En este sentido ¿la falta de una planeación a mediano y largo plazo en términos del problema digital no representaría un medio perfecto para entregar el patrimonio educativo al sector privado? ¿no deberíamos exigir proceso de democratización de la red, nuevas modalidades metodológicas colectivas para pueblos rurales, para barrios, colonias,comunidades indígenas, movimientos sociales?
Entre todo lo conflictivo y problemático del tema ¿No es una oportunidad excelente para transformar la universidad Kantiana Humboliana de los enormes claustros educativos hacia los diversos procesos socio-territoriales y convertir en universidades los territorios, los bosques, las colonias, los barrios populares o las regiones de los pueblos originarios a través de telecentros educativos, plataformas que contienen mallas curriculares particulares para cada subjetividad social o proceso de democratización de la red y control social de los contenidos.
En todo caso las redes deben ser debatidas, politizadas, apropiadas y delimitadas en su papel pedagógico por los diversos sectores que componen la educación pública, se trata de una lucha por el modelo educativo de la humanidad del siglo XXI.
Notas
[1] En México sólo el 56.4% de los hogares cuenta con conexión a internet, y peor aún, sólo el 44.3% cuenta con computadora, además que en el país el sistema educativo sólo ha logrado dotar al 44% de escuelas con una computadora para el uso pedagógico (INEE 2019 Comunicado de prensa No. 41. 12 de marzo de 2019. https://www.inee.edu.mx/mexico-no-ha-logrado-dotar-a-todas-las-escuelas-primarias-y-secundarias-con-al-menos-una-computadora-para-uso-educativo-inee/).
[2] Al respecto de estos peligros en la red se puede revisar el trabajo de García Canclíni N. (2020) Ciudadanos remplazados por algoritmos. Universidad de Guadalajara y Centro María SibyllaMerian de Estudios Latinoamericanos Avanzados en Humanidades y Ciencias Sociales. México.
[3]Castells, M. (2002). Hacia una economía del conocimiento (Revista de Economía Mundial)
[4]Negro, J. (2019). La guerra imaginacional y el nuevo orden mundial (2da parte). https://mundo.sputniknews.com/firmas/201906141087626049-guerra-imaginacional-5g/
[5]Algunos hablan de un proceso de des-occidentalización: Carballo F. (2012) Hacia la cartografía de un nuevo mundo: pensamiento descolonial y desoccidentalización (un diálogo con Walter Mignolo). En Otros logos. Revista de Estudios Críticos. Centro de Estudios y Actualización en Pensamiento Político, Decolonialidad e Interculturalidad, Universidad Nacional del Comahue. http://www.ceapedi.com.ar/otroslogos/Revistas/0003/13.%20Carballo.pdf
[6]De-Sousa-Santos, B. (2010b). Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una epistemología del Sur (Instituto Internacional de Derecho y Sociedad. & P. D. y T. Global.
[7] El caso de la Universidad el Valle de México es ejemplar, le bastaron solo 10 días para modificar toda su estructura pedagógica hacia una modalidad virtual. Hablamos de un diseño digital organizado en poco más de una semana para 120 000 estudiantes Aguilar A. (2020) Del Salon de Clases al e-leraning en un suspiro. En El País 26/06/2020 https://elpais.com/sociedad/2020/07/24/actualidad/1595605312_292526.html
[8] Al respecto vale la pena revisar el artículo de Silvia Ribeiro: Pandemia de control digital (2020) La Jornada 05/09/2020. https://www.jornada.com.mx/2020/05/09/opinion/023a1eco