Elecciones en Venezuela: hay que hablar de lo que hay que hablar – Por Jorge Drkos, especial para NODAL

Foto: Marcos Salgado / Xinhua
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Jorge Drkos *

Venezuela es un país del que se habla mucho y se sabe poco, o lo que se sabe pasa por el tamiz de quien lo dice. En sociedades como Argentina, con grandes cadenas multimediáticas, lo que se dice oculta lo que en realidad ocurre.

El 6 de diciembre más de 20 millones de venezolanos podrán hacer uso del derecho al voto, ya que no es obligatorio. Elegirán la nueva Asamblea Nacional compuesta de 277 Diputados Nacionales para el periodo enero 2021 – enero 2026. El sistema electoral es un sistema mixto: por un lado, cada Estado o Provincia elegirá de acuerdo a su población un número de legisladores por lista completa, que se adjudican de manera proporcional por sistema D´hont. Por otro lado, se asignan 133 bancas por circuito nominal. En esta elección se sumaron diputados de los pueblos originarios.

En este punto, es preciso aclarar que en las últimas elecciones del año 2015, organizadas por el mismo Consejo Nacional Electoral que hoy las rige, resultó ganador con el 56,2% de los votos la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), el principal movimiento de oposición al gobierno del presidente Nicolás Maduro. En 2017, se realizaron elecciones municipales y de gobernadores: cinco estados provinciales de los 20, son gobernados por la oposición, lo mismo que un número considerable de municipios. Primera aclaración sobre la legalidad y legitimidad de la convocatoria: he participado como observador electoral internacional en más de una oportunidad en Venezuela, comicios con Hugo Chávez como Presidente o con Maduro, y fui testigo de triunfos y derrotas del oficialismo. El Consejo Nacional Electoral ha dado sobradas muestras de respetar la voluntad popular proclamando ganador al que correspondía, sea cual fuera su color político, por lo que no se puede objetar el funcionamiento o la equidad de dicha institución.

Mucho se habla de quienes no participan o no están de acuerdo con la convocatoria y poco se dice de quienes sí lo van a hacer. Está instalado que sólo estarán presentes los candidatos oficialistas y esto no es cierto. Se han inscripto más de 100 Partidos Nacionales y Provinciales que engloban todas las tendencias: los hay de izquierda, las de acá y las de un poco más allá, de centro para la izquierda y/o la derecha y hasta más liberales o conservadores que el macrismo. Cuando repasamos la lista de fuerzas participantes, entre las más conocidas están los históricos y tradicionales ADECO y COPEI, sumados a Cambiemos, Movimiento Ecologista Venezuela – que nadie puede sospechar de chavistas -, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular, Patria Para Todos, Movimiento al Socialismo, Partido Comunista, los socialdemócratas de Soluciones para Venezuela, Izquierda Unida, un partido denominado Tupamaros y obviamente el PSUV.

En síntesis, en esta elección, como sucede en nuestro país, participan todos aquellos que cumplen con las normativas vigentes y que en conjunto han postulado más de 14 mil candidatos que aspiran a conformar el Poder Legislativo Nacional Venezolano de 277 miembros.

El próximo domingo el o la electora llegará a su centro de votación y accederá a lo que los venezolanos denominan la “herradura de la voluntad popular”. Desde hace varios años el voto en Venezuela es electrónico y puede ser auditado y puesto a prueba previamente por las fuerzas participantes. Es un sistema reconocido a nivel internacional como uno de los más seguros y transparentes del mundo. Fue reconocido incluso por el expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter y su Fundación, insospechados de querer beneficiar al gobierno.

Trataremos de ser lo más didácticos posibles para facilitar su comprensión:

Paso 1: la persona ingresa al aula o espacio físico donde está la urna de votación. Lo primero que realiza es entregar su documento a las autoridades y fiscales de las distintas fuerzas políticas que lo chequean. El ciudadano apoya su pulgar en la máquina que muestra la imagen del documento, y se pasa a comprobar que coincida la foto con el documento que tienen las autoridades. Constatado y aprobado por todos los presentes, se habilita el segundo paso.

Paso 2: el votante pasa a la segunda máquina, del tamaño de un televisor de 20 pulgadas aproximadamente, donde le aparece la o las categorías que debe elegir, con las fotos de los candidatos y las siglas del partido/frente y por último, la opción de voto en blanco. Luego de elegir y confirmar sus opciones, el elector aprueba su voto y la máquina imprime una boleta que el ciudadano constata que efectivamente contiene su elección. La boleta es introducida en una urna a la vista de todos.

Paso 3: las personas firman la planilla de asistencia y de voto, y la sellan con el dedo índice en el que previamente se le colocó tinta indeleble. En ese momento se cierra el circuito, que sólo se vuelve abrir cuando un nuevo elector pone su pulgar para habilitar una nueva votación.

Paso 4: una hora antes del cierre de comicio, el delegado electoral designado por el Consejo Nacional Electoral, junto con los fiscales de los partidos políticos, procede a sortear la mitad más uno de las urnas del centro de votación (por ejemplo: si son 10 urnas se eligen por sorteo 6), que serán abiertas y los votos serán contados manualmente debiendo coincidir el resultado emitido por la máquina con las boletas que están dentro de la urna.

Concluidos estos pasos y con la firma de todos los actores involucrados en el comicio (autoridades de mesa y fiscales de partidos) se remite la información al centro de cómputos llevándose cada fiscal comprobantes físicos firmados oficialmente del resultado.

En todos los procesos que tuve oportunidad de participar en el país, y fueron varios, no se observaron anomalías en ninguna instancia del proceso. En el 2018, cuando el Presidente Maduro fue reelecto, como observadores electorales tuvimos la oportunidad de reunirnos previamente con candidatos de la oposición, entre ellos Henry Falcón, y otros cuatro que en conjunto obtuvieron más de tres millones de votos. Ninguno de ellos objetó el funcionamiento del sistema electoral ni la actuación del CNE.

Sin embargo, se recordará el coro de ninguneo y desconocimiento en esa elección. En aquel momento, como sucede actualmente, tanto el oficialismo como la oposición con responsabilidad institucional y política, reclaman que, sin ningún tipo de injerencia o intervención externa, se deje al pueblo venezolano decidir qué es lo que más le conviene para solucionar sus problemas.

Este 6 de diciembre, cuando los venezolanos elijan un nuevo Congreso, dejarán inaugurada una nueva etapa institucional en la Patria de Bolívar.

* Senador provincial (MC) y Secretario de relaciones internacionales del Frente Transversal y secretario adjunto de la COPPPAL


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