¿Y qué pasa si gana Trump? – Por Jorge Dávila Miguel

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Jorge Dávila Miguel *

Las encuestadoras en Estados Unidos están más cuidadosas que nunca.Calculan y recalculan todas las posibles variables que pudieranregresarlos al chasco del 2016. Las encuestas parecen ser mucho más sólidas, dicen que la victoria de Joe Biden es la más probable, pero pocos hacenpúblico ese vaticinio. Quien sí se atrevió a hacerlo no es encuestador y ni siquiera político, sinoel magnate Rupert Murdoch[i], propietario de todo un imperio periodístico del que forma parte Fox News, cadena noticiosa que apoya a Donald Trump .¡Pero Murdochno vaticinó la victoria de Trump sino por el contrario la de Biden! Incluso le pronosticó al diario digital Daily Beast[ii]que sería por una avalancha de votos. Para Murdoch, la derrota para Trump se deberá a su pésimo tratamiento de la pandemia actual.

Según la encuestadora Fivethirtyeigth, una de las más técnicas, complejas y confiables en el mercado nacional, Biden tiene un 90% de posibilidades de ganar las elecciones frente a un 10% de Trump. Uno diríaentonces que Biden va a ganar seguro. Pero de acuerdo a un dicho muy conocido, lo único seguro en USAson la muerte y los impuestos, death and taxesdicen. Y razonemos, si a usted le dan un hipotético revólver con un tambor para diezbalas, donde insertan una sola bala, para un 10% de probabilidades de que le toque, estaría usted dispuesto a jugar a la ruleta rusa?

Por eso, posiblemente no haya nada definitivomañana y posiblemente no se conozca el resultado de las elecciones hasta mucho después, si la contienda es muy reñida.Habrá que contar las boletas por correo en estados claves como son Michigan y Pennsylvania, donde ya los funcionarios encargados del proceso han dicho que el conteo oficial podría tomar ‘varios días”. Es de notar que justamente Pennsylvania es un estado clave para Biden. Se proyecta que lo gane, pero si no lo gana pasa inmediatamente a estar en desventaja con respecto a Trump, según la misma Fivethirtyeigth. Por tanto, posiblemente de ese conteo “de días” que ya anuncian, dependa el vencedor. Además de interminables sesiones en las cortes, abogados y lechuguinos corriendo de un lado a otroy hasta puede llegar el tema a la Corte Supremade Justicia.

Pero, al fin y al cabo ¿Qué pasará si gana Trump? Según comentaristas, expertos, la prensa anti Trump y cientos de miles de demócratas tanto de a pie como de rango, la democracia se acabará para siempre en Estados Unidos. El panorama será desolador. Hasta la realidad circundante cambiará de color, hacia lo oscuro. Los supremacistas blancos se convertirán en las milicias personales de Trump y se suspenderá toda inmigración para siempre. Hayquienes hasta comparan a Trump con Hitler.

Enresumen, que lo que ha durado desde el cuatro de julio de 1776 hasta hoy, 244 añosde una repúblicademocrática con fuertes instituciones, hermosas tradiciones,y hegemonía mundial,se acabarácon cuatro años más de Trump. No lo creo.

Estados Unidos ha disfrutado históricamente de una gran ventaja que se convierte en desventaja ante las adversidades. Dentro de su territorio ha habido solo un gran conflicto armado: la Guerra Civilde 1861. Muy lejos de las tres grandes guerras europeas –– además de decenas de guerras locales–– que asolaron a Europa desde 1861 hasta el día de hoy. Y después de todas esas guerras y otras tragedias europeas, cuando de verdad cambio el color de la realidad circundante hacia lo oscuro, Europa sigue siendo hoy un icono democrático donde reina esa simple palabra que no admite apellidos: libertad.

No creo que ni siquiera el talante improvisado, disruptivo y caótico de Trump pueda acabar con Estados Unidos. Lo que sí es cierto es que a pesar de que su consigna central es “Hacer a América Grande Otra Vez”, muy posiblemente bajo su mandato el papel hegemónico de Estados Unidos sufra. Hay que mirarlo dentro del contexto de un mundo que marcha hacia un multilateralismo que Trump no entiende ni imaginay un unilateralismo que le es cada vez más difícil mantener debido a su caprichosa política exterior.

Contemplemos por ejemplo a América Latina, para la cual ha revivido la pintoresca Doctrina Monroe. Con las excepciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde promete una pronta “liberación del comunismo”, (que le granjean muchos votos en el sur de la Florida), una reelecta administración Trump, continuará esa especie de ‘piloto automático’ con que Washington se ha comportado respecto a sus vecinos del Sur. Gobiernos cercanos ideológicamente como el de Jair Bolsonaro en Brasile Ivan Duque en Colombia, y otros que simplemente escogen llegar a concretos acuerdos especiales con el fin de mantener u obtener ventajas comerciales. Nada más. Pero lo más interesante de su actual y probable futura política hacia América Latina es que no parece, a pesar de su publicitada guerra comercial e ideológica con China, que el presidente Trump vaya a darse cuenta de que América Latina  es un escenario cada vez más claro del inevitable enfrentamiento geopolítico con Beijing, precisamente en lo que denomina despectivamente “el traspatio de Estados Unidos”.

Es cierto que en estos cuatro años el gobierno de Donald Trump nos ha mostrado su peor imagen, demagogia, mentiras, arrogancias y caprichos internacionales. Es un individuo que realmente conspira contra la estabilidad institucional en los Estados Unidos de América. Pero ¿qué pasa si al final de todo el proceso electoral, a pesar de acusaciones de fraude recíprocas, litigios en las cortes, ataques al corazón y manifestaciones populares, el sistema electoral le otorga la presidencia a Donald Trump? Pues quea la mayoría ciudadana calificada[iii]en dicho sistema, que votó y eligió a Trump, y con todo derecho, le parece todo lo contrario que a mí: que Trump no miente, ni es arrogante o caprichoso; que lo ha hecho estupendo, que está limpiando las instituciones de gente izquierdista, que es un gran patriotay ama mucho a la patria americana. Y que por eso lo eligieron.

Y entonces, habrá dos rutas: o aceptar los resultados electorales, seguir navegando por las difíciles y amenazadas rutas de la democracia bajo Trump ––para no perderla queriendo defenderla–– manteniendo vivoel sistema político más estable del mundo por los últimos 244 años, o no reconocer los resultados electorales, ni la prensa ni las clases políticas opositoras, abriendo las puertas a cuatro años más de enfrentamientos populares, discordias políticas y sociales, y a una posible nueva guerra civil, 165 años después que terminóla de Lincoln.¿Parece difícil verdad? Pero no imposible. En estos días en Estados Unidos no se respira el entusiasmo y la sana rivalidad en la celebración de una fiesta democrática, sino la creciente amenaza del olor a pólvora quemada.

* Columnista de El Nuevo Herald y CNN en Español, donde también es comentarista político.

[i]https://www.businessinsider.com/rupert-murdoch-predicts-landslide-biden-victory-over-trump-report-2020-10

[ii]https://www.thedailybeast.com/fox-news-owner-rupert-murdoch-predicts-a-landslide-win-for-biden

[iii]SE usa el término “mayoría calificada” ya que en Estados Unidos no se elige al presidente por una mayoría absoluta de votantes, sino por las mayorías estatales que determinan los votos electorales.


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