Siete avances científicos de América Latina en la era Covid-19

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Científicos de todo el mundo no han parado de investigar e idear herramientas de contención para la pandemia de COVID-19. De América Latina y el Caribe también han surgido grandes aportes con el fin de ganarle al virus SARS CoV-12. Conoce algunos de los más relevantes.

La pandemia de COVID-19 ha demostrado la importancia de la investigación científica sobre la vida de las personas. En tiempos de crisis sanitaria y profundas dificultades económicas, científicos de todo el mundo trabajan a contrarreloj en herramientas diversas para prevenir contagios, contener y cuidar a los enfermos, eliminar el virus o incluso mejorar la calidad de vida en tiempos de distancia social.

El 10 de noviembre la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, cuyo tema en 2020 es ciencia para y con la sociedad. En ese marco, se destacan todavía más ideas e inventos que se han desarrollado para ayudar a frenar la propagación del coronavirus.

¿Cómo avanzó la ciencia de América Latina en la pandemia?

  • Trajes de bioseguridad reutilizables

En la ciudad de Canaguá, estado de Mérida, noroeste de Venezuela, un grupo de jóvenes crearon una serie de trajes de bioseguridad reutilizables para donar a los hospitales aledaños.

La idea fue de John Marino García, un joven de 23 años estudiante de ingeniería civil, y luego recibió el apoyo de otros colaboradores, entre ellos una guía costurera. Según contó al diario venezolano El Nacional, el financiamiento para estos trajes, hechos con un material impermeable no poroso llamado taffeta igloo, lo consiguen a través de donaciones hechas por residentes venezolanos que residen en el exterior.

Una de las principales innovaciones de estos trajes es que son reutilizables. Mientras un traje de bioseguridad de un solo tiene un costo de aproximadamente 32 dólares, los reutilizables que realiza este equipo cuesta 30 dólares la unidad, explicó Marino García.

  • Desinfectante ecológico

En Perú, los estudiantes Omar Montalvo y Vicente Hands, de la Escuela Profesional de Ingeniería Ambiental de la Universidad Andina del Cusco idearon un desinfectante natural a base de eucalipto, una planta que abunda en la región.

Con el fin de sustituir a los desinfectantes clásicos, hecho con hipoclorito de sodio (cloro), ya que cuando se los utiliza a menudo pueden generar irritaciones y daños en la piel, este desinfectante ecológico logra romper la barrera grasosa del COVID-19 y eliminarlo de las superficies, según explicó a Perú 21 el ingeniero Dante Vargas, tutor de los estudiantes.

  • Cámara de desinfección química

También en Perú, en la región de Ayacucho (suroeste) un estudiante y un docente de la Escuela de Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad San Cristóbal de Huamanga construyeron una cámara de desinfección química en base a micro aspersores para COVID-19.

La máquina fue creada a partir de materiales económicos y accesibles, y puede instalarse en lugares de alto riesgo de contaminación, como hospitales, mercados, centros de estudios, entre otros.

Para ello utilizaron un sistema hidráulico que mezcla agentes químicos desinfectantes a través de una compresora de aire con seis válvulas, mediante la que se emite un rocío que desinfecta las superficies del lugar donde sea instalado, según informó el diario Trome de Perú.

  • Test serológicos para COVID-19

Un total de 46 científicos de las facultades de Química, Ciencias y Medicina de la Universidad de la República junto al Instituto Pasteur de Uruguay, desarrollaron un test serológico para COVID-19 que permite identificar a las personas que ya cursaron la enfermedad.

La técnica utilizada, llamada Elisa, utiliza el suero de la sangre del paciente, una proteína del virus SARS-CoV-2 y un compuesto que revela la presencia de anticuerpos en sangre.

De este modo, como las células del cuerpo infectado atacan al virus con anticuerpos, si el test muestra que la persona conserva dichos anticuerpos puede determinarse que ya cursó la enfermedad.

El proyecto fue financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), el Ministerio de Salud Pública (MSP) uruguayo y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo de Convergencia del Mercosur (FOCEM) para producir un total de 200.000 kits.

  • Test rápido de COVID-19

En tanto, en Argentina crearon un test que permite detectar casos de COVID-19 activos en 60 minutos. El prototipo fue creado por los científicos de la firma argentina Caspr Biotech, y se trata de un kit portátil de uso sencillo, con una forma parecida a la de un test de embarazo, para detectar la presencia del coronavirus a través de una muestra de saliva o esputo.

El proyecto fue apoyado por el BID, que aprobó financiarlo por un valor de 150.000 dólares.

  • Vacunas contra COVID-19

La vacuna contra COVID-19 desarrollada por el Instituto Finlay de La Habana se encuentra en fase 1, y ya lleva realizados dos ensayos clínicos. La Soberana 1, como ha sido llamada, se encuentra en la lista de posibles vacunas para combatir el COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud. De ser aprobada, sería la primera vacuna desarrollada en Latinoamérica y el Caribe para combatir la pandemia.

  • Respiradores artificiales

El alto precio y la limitada cantidad de los respiradores artificiales en la región hizo que científicos realizaran sus propias máquinas en cada país. Así lo hicieron equipos de Argentina, Ecuador, México y Colombia, entre otros.

Solo hasta fines de mayo, los Gobiernos de América Latina invirtieron al menos 320 millones de dólares en el desarrollo y construcción de estos aparatos, según 129 contratos de compras públicas de países de la región analizados por la alianza periodística transfronteriza Centinela COVID-19.

Sputnik


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