México ratifica el Acuerdo de Escazú y el tratado debe entrar en vigencia
Ratifica Senado Acuerdo de Escazú para desarrollo sostenible
Por unanimidad de 66 votos a favor, el Pleno del Senado de la República ratifico el Acuerdo de Escazú, firmado el 4 de marzo de 2018 en Costa Rica, el cual reconoce el desarrollo sostenible como un derecho.
Con la adopción de este Acuerdo, México se suma también a la lucha contra la desigualdad y la discriminación, y avanza en la tarea de garantizar los derechos de todas las personas a un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible, con especial cuidado en la atención de personas y grupos en situación de vulnerabilidad.
https://twitter.com/senadomexicano/status/1324482719234117632
Implica también la adopción de medidas para equilibrar la asimetría institucional y legal que existe entre los países de América Latina y el Caribe para el ejercicio de estos derechos, a través de la cooperación y el intercambio de aprendizajes, conocimientos y buenas prácticas en materia de medio ambiente y sustentabilidad.
El proyecto de decreto del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, hecho en Escazú, Costa Rica, considera que para efectos del Acuerdo, los términos daño y daño significativo comprenden: el riesgo real de la divulgación de información, que se demuestra e identifica como un perjuicio significativo al interés público o a la seguridad nacional.
Además, la pérdida, cambio, deterioro, menoscabo, afectación o modificación adversos y mesurables de los hábitat, de los ecosistemas, de los elementos y recursos naturales, de sus condiciones químicas, físicas o biológicas, de las relaciones de interacción que se dan entre éstos, así como de los servicios ambientales que proporcionan.
Y el que ocurre sobre algún elemento ambiental a consecuencia de un impacto ambiental adverso; el que resulta de uno o más impactos ambientales sobre uno o varios elementos ambientales o procesos del ecosistema que desencadenan un desequilibrio ecológico, así como el que propicia la pérdida de uno o varios elementos ambientales que afecta la estructura o función o que modifica las tendencias evolutivas o sucesionales del ecosistema.
En su intervención para posicionar el dictamen a nombre de las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe; de Relaciones Exteriores; y de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, la senadora del PRI, Beatriz Paredes Rangel, refirió que hay momentos en el devenir de la existencia humana, que el hombre y la mujer se preguntan por su razón de ser y por el sentido de su tránsito vital.
Convencida de que la pandemia del Covid 19 ha hecho que muchos en todas las latitudes se planteen esta interrogante, la priista reiteró la pregunta que al menos tienen que hacerse quienes se dedican a la política.
“La política, esta actividad tan vilipendiada, tan desacreditada entre la sociedad. La política, esa actividad tan necesaria para generar relaciones armoniosas en la diversidad social, para moderar los antagonismos, para encauzar las contradicciones y estimular entendimientos, así ha sido el desarrollo de la civilización”, dijo al aspirar que la política proyecte lo mejor de la especie humana.
Al mirar al mundo y constatar sus miserias, la senadora Beatriz Paredes razonó la validez de cuestionarse si el rol que han jugado los seres humanos en el planeta tierra ha sido digno de un conglomerado positivo y edificante, o si el calificativo de “homo sapiens” debería cambiarse por el de “homo destructivus”.
El problema conceptual es que nuestra especie ha dominado los elementos, ha subordinado y sacrificado a otras especies, y ese patrón de dominio y subordinación lo ha replicado hacia el interior de la sociedad humana, acotó.
Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe
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