Brasil | Qué está en juego en las elecciones municipales de este domingo

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¿Qué está en juego en las elecciones municipales de Brasil este domingo (15)?

Brasil se prepara para sus primeras elecciones después de la victoria de Jair Bolsonaro en 2018.

Este domingo 15 de noviembre más de 147,9 millones de brasileños podrán elegir alcaldes y concejales en 5.568 municipios.

Las elecciones municipales, originalmente programadas para octubre, se pospusieron debido a la pandemia de coronavirus. El cambio de calendario fue aprobado por el Congreso Nacional en julio de este año.

La crisis sanitaria del covid-19 en el país, lejos de estar bajo control, es uno de los factores que podría llevar a una mayor abstención en las elecciones de este domingo, aunque el voto sea obligatorio para todos los brasileños mayores de 18 años. En las elecciones presidenciales de 2018, más del 20% del electorado no acudió a votar.

A continuación se presenta un breve resumen de la disputa electoral, marcada también por la disminución del poder de influencia de Bolsonaro y la fragmentación de la izquierda en algunas de las principales capitales del país.

Fuerzas políticas

En las elecciones municipales de este domingo (15), son tres las grandes fuerzas políticas que se enfrentarán.

El bolsonarismo, compuesto por fuerzas políticas diversas pero vinculadas al apoyo del gobierno de Bolsonaro y alineado con un proyecto político de extrema derecha, pretende establecerse en el escenario político municipal, ya que es una expresión muy reciente en el país, para consolidar una base electoral que abrirá paso para la reelección del actual mandatario en 2022.

El campo progresista, formado por fuerzas políticas heterogéneas, se encuentra fragmentado, a pesar de las sucesivas derrotas tras el golpe contra Dilma Rousseff en 2016.

El partido político del ex presidente Lula da Silva busca mantener su posición hegemónica en el campo de las fuerzas progresistas, pero sin presentar candidaturas competitivas en las capitales. De las 9 capitales en las que el campo progresista está disputando la segunda ronda en este momento, sólo dos estarán encabezadas por el Partido de los Trabajadores.

En algunas capitales, el PSOL (Partido Socialismo y Libertad) busca consolidarse como una alternativa a la hegemonía del PT. En Belém, capital de Pará, Edmilson Rodrigues, representante de la sigla, lidera las encuestas de intención de voto, con el 38%.

En São Paulo, el candidato por este partido de izquierda, Guilherme Boulos, está técnicamente empatado en segundo lugar con el candidato apoyado por Bolsonaro, Celso Russomano, con un 13 y un 12 por ciento de intención de voto, respectivamente.

En la capital, el actual alcalde Bruno Covas (PSDB) lidera la carrera con el 32% de los votos, según la encuesta de Ibope divulgada el pasado lunes (09).

En Recife, capital de Pernambuco, en el noreste de Brasil, el progresismo llega a las urnas fragmentado en dos coaliciones. Los candidatos y primos João Campos (PSB) y Marília Arraes (PT) disputan la alcaldía y el legado familiar y de la izquierda en la región.

En Porto Alegre, capital del estado de Rio Grande do Sul, hay una posibilidad real de victoria para el campo progresista, con Manuela D’Ávila (PCdoB) liderando las encuestas. D’Ávila fue candidata a la vicepresidencia en la coalición con Fernando Haddad (PT) en las elecciones presidenciales de 2018.

Por su vez, la derecha tradicional, que reúne a las fuerzas políticas que pretenden ser una tercera vía entre las fuerzas anteriores, busca reposicionarse en la política brasileña después de la profunda derrota que sufrió en 2018, cuando fue reemplazada por el bolsonarismo. Estas fuerzas pretenden conformar un polo político que se presente como una alternativa para la contienda presidencial de 2022.

Influencia de Bolsonaro

Protagonista y principal impulsor de la extrema derecha en Brasil durante las elecciones de 2018, el presidente Jair Bolsonaro ve su influencia disminuir drásticamente en las elecciones municipales de este año.

El mandatario, sin partido político desde su salida del PSL en noviembre de 2019, tuvo poca influencia en la construcción de alianzas en los municipios brasileños.

En las principales capitales del país, los candidatos apoyados por Bolsonaro, más o menos explícitamente, oscilan en las encuestas electorales. Entre los candidatos seguidores de Bolsonaro está Celso Russomanno (Republicanos), candidato a alcalde de São Paulo.

Sin embargo, es posible que la influencia del Bolsonaro lleve a un aumento de la extrema derecha en los concejos. El bolsonarismo tiende a formar un ejército de concejales, reverberando la ideología neofascista en los lugares más remotos del país, según el análisis de Lucio Centeno, de la Consulta Popular.

Números 

Los hombres representan más de dos tercios de las candidaturas a las alcaldías y concejos del país (66,90% de los hombres y 33,10% de las mujeres), según el estudio Panorama de las elecciones municipales – El mapa de las candidaturas 2020.

Aunque las mujeres sean más del 52% del electorado en Brasil, de las 317 candidaturas a las alcaldías de 26 capitales de estados brasileños en 2020, apenas 59, o 23%, serán lideradas por ellas.

El escenario no es muy diferente en relación con el número de candidatos negros, aunque más del 56% de su población se declare negra. Un levantamiento hecho por Brasil de Fato señala que entre los postulantes a las alcaldías, 208 son blancos (65,61%), 107 negros (33,75%) y 2 indígenas (0,6%).

Apenas 20 mujeres negras disputarán las alcaldías de las 26 capitales brasileñas en 2020. Con relación al número total de candidatos (317) son 6,3%. Comparado con el número de candidaturas de negros (107), ellas representan apenas 18,6%.

Para la escritora y periodista Bianca Santana, las cifras son “terribles” y evidencian “la posición que las mujeres negras ocupan dentro de los partidos”.

“Es una reafirmación del racismo y del sexismo de esa política institucional blanca y heteropatriarcal que tengamos poco más de 6% de mujeres negras candidatas a alcaldesas de las capitales, cuando somos cerca de 25% de la población», afirma.

Pandemia

En la primera ronda de las elecciones municipales, que se celebrará este domingo (15), el uso de mascarilla será obligatorio. El horario será extendido, de 7h a 17h (hora local) para distribuir el flujo y evitar aglomeraciones. Las colas deben tener al menos un metro de distancia entre las personas.

El Tribunal Superior Electoral (TSE) también determinó que el horario de 7 a 10 de la mañana será preferencial para las personas mayores de 60 años, uno de los grupos de riesgo de la covid-19.

La Constitución brasileña establece que debe haber una segunda vuelta para la elección del alcalde cuando ninguno de los candidatos obtenga más de la mitad de los votos válidos en la primera vuelta. La segunda ronda está prevista para el 29 de noviembre.

Los resultados de la primera vuelta se darán a conocer unas horas después de la finalización de la votación, ya que el país cuenta con un sistema electoral 100% electrónico desde las elecciones municipales de 1996.

Brasil de Fato


Após defender voto impresso, Bolsonaro diz que sistema eleitoral brasileiro é passível de fraude

Após defender o voto impresso na semana passada, Jair Bolsonaro voltou a denunciar que o sistema eleitoral brasileiro é «passível de fraudes».

«Não temos sistema sólido de votação no Brasil, que é passível de fraude sim, que tudo pode mudar no futuro com fraude. Eu entendo que só me elegi como presidente porque tive muito voto e não gastei nada não. Foram R$ 2 milhões arrecadados por vaquinha», disse.

No início do ano, sem apresentar provas, Bolsonaro chegou a afirmar que teria vencido as eleições presidenciais no primeiro turno em 2018.

Brasil 247


Un viejo Chevrolet Celta puede arruinar los planes de Bolsonaro en San Pablo

Por Pablo Giuliano

Así como Axel Kicillof usó un Renault Clío para recorrer Buenos Aires, el filósofo y líder de los sin techo Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad, que aparece como una de las sorpresas de la elección municipal del domingo en San Pablo, la mayor ciudad de Brasil y Sudamérica, apela a su compañero de ruta electoral, un Chevrolet Celta 2010 con el cual quiere convertirse en un símbolo para disputar el voto de las barriadas de la periferia.

Boulos puede ser el responsable del fracaso del presidente Jair Bolsonaro nada menos que en la ciudad más importante del país, de acuerdo con todos los sondeos para la primera vuelta de las elecciones del próximo domingo en los 5.568 municipios de Brasil.

Candidato presidencial por el izquierdista PSOL en 2018 con 1 por ciento de los votos, Boulos se consolidó en las encuestas como segundo detrás del actual intendente de San Pablo y candidato a la reelección, Bruno Covas, básicamente porque heredó parte del progresismo de clase media que históricamente votaba al Partido de los Trabajadores de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), tiene el 32% de intención de voto e incluso cuenta con chances de vencer en primera vuelta, pero Boulos ha trepado al 13, por sobre el diputado bolsonarista Celso Russomano, del partido Republicanos, con 12%.

El 30 de octubre, en la anterior encuesta, Russomano tenía 20% y estaba segundo.

En cuarto lugar se ubicó con 10% Marcio França, del Partido Socialista Brasileño (PSB), el hombre en Sao Paulo de la alianza con el Partido Democrático Laborista del candidato presidencial para 2022 Ciro Gomes.

En el PT, el exsecretario de transportes del exintendente Fernando Haddad, Jilmar Tatto, araña por ahora el 6% de los votos, tal vez la peor elección del PT en las últimas tres décadas en la capital económica del país.

En medio de la pandemia, las elecciones de este año se apoyaron con fuerza en lo digital y allí Boulos sacó diferencia del resto, jugando el videojuego de moda among us con jóvenes de la derecha liberal o yendo a transmisiones por Twitch. Resultado: imbatible entre los que votan por primera vez hasta los 27 años.

Además, su candidata a vice, la octogenaria Luiza Erundina, exintendenta del PT en los años ochenta de San Pablo, arrastra votos en la otra franja etaria, la de los jubilados.

Hijo de dos médicos de clase media alta del barrio de Pompeia -donde está ubicado el club Palmeiras- Boulos, filósofo de la Universidad de Sao Paulo con maestría en psicología, eligió dedicarse al trabajo social.

Se mudó a Campo Limpo Paulista, una periferia sin árboles y conocida por su violencia urbana y escasez de transporte urbano y opciones de entretenimiento, desde donde conduce el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST). Prometer acceso a la vivienda es su principal consigna para ganar la alcaldía.

Incluso Boulos generó situaciones incómodas dentro de la izquierda. Le está ganando al candidato de Ciro Gomes y le está sacando apoyos de peso al PT. Desde Chico Buarque, Caetano Veloso hasta el fraile dominico Frei Betto, todos optaron por no respaldar verticalmente al PT y decidieron apoyar a Boulos.

El PSOL de Boulos nació como una escisión del PT en 2004 pero luego el filósofo y líder social hizo una alianza con Lula, a tal punto que el expresidente lo tuvo como uno de sus principales aliados para buscar su liberación de la condena de corrupción.

Boulos, incluso contra parte de su partido, fue una de las caras de la campaña ‘Lula Libre’, a tal punto que en las últimas horas el candidato Tatto debió desmentir su renuncia a la postulación a cambio de asegurarle a Boulos el segundo turno en San Pablo.

Una de sus características en la campaña fue el uso propagandístico del Chevrolet Celta valuado en 15.000 reales, unos 2.700 dólares. «Mi Celtinha es un tractor, sube todas las laderas en primera», fue el eslogan, también con un estilo de sencillez a lo José Mujica.

En la campaña de Boulos negaron a Télam que el marketing electoral sobre andar por la ciudad en un automóvil austero tenga que ver con el Clío del gobernador Kiciloff, aunque ya el impacto en la prensa y en el electorado es parecido en términos de imagen de falta de lujos en la vida de un candidato.

El objetivo, para Boulos, es con este simbolismo atrapar a las clases populares que tiene el PT, el evangelismo del bolsonarismo con Russomano y la tradición de Bruno Covas y el PSDB del gobernador paulista, Joao Doria. Sus principales defectos son la falta de gestión del PSOL a nivel nacional y la creencia vía fake news de que habrá una suerte de invasión de la propiedad privada de los ricos para ayudar a los favelados y gente en situación de calle.

Acusado en los debates por sus rivales hasta de «usurpador de tierras», Boulos necesita sacarse la imagen del progresismo urbano de clase media y llegar a las periferias y a las casi 1.000 favelas que posee la ciudad de San Pablo.

En esas barriadas, llegar con un Celta 2010, puede ser una diferencia.

Télam


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