Brasil celebrará mañana elecciones municipales marcadas por la violencia y el asesinato de candidatos

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Campaña electoral a los tiros: más de 80 muertos en una suerte de «far west» tropical

Por Pablo Giuliano

«Un pueblo armado no será esclavizado», afirmó por Facebook, en la noche del jueves, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en medio de una campaña electoral para las municipales del domingo, donde ya murieron al menos 83 personas, entre candidatos a intendente, a concejal, asesores y militantes.

Una de las zonas más calientes de la violencia es la Baixada Fluminense y el Gran Río de Janeiro, donde ser candidato o denunciarlos puede ser cuestión de vida o muerte, con las mafias parapoliciales controlando el comercio, recaudando por ‘seguridad’ y compitiendo con los narcos por la venta de drogas.

Según la base de datos de la ONG Fogo Cruzado, siete atentados fueron cometidos desde el inicio de la campaña electoral con tres muertos en el Gran Río de Janeiro.

El caso más emblemático ocurrió en el municipio de Magé, cuando una militante de 40 años opositora al actual alcalde fue acribillada de 14 balazos por sicarios en la puerta de su casa.

Lo que en el imaginario popular son los crímenes de la narcopolítica colombiana del siglo XX o la mexicana del XXI, en Brasil transcurre en forma silenciosa para los grandes medios, ya que los involucrados pertenecen a pequeños partidos sin vinculación con los poderes centrales.

Algo así como una lucha sórdida y de clan entre varios «Sopranos» de Nueva Jersey, pero en este caso en rincones calurosos, miserables y húmedos entre el trópico de Capricornio y la línea del Ecuador.

Precisamente en uno de los municipios donde pasa el Trópico de Capricornio, en Guarulhos, estado de San Pablo, un candidato a concejal del Partido Liberal, Ricardo Moura, fue baleado en el hombro y la pierna cuando hacía una transmisión en vivo por el celular.

La violencia política tuvo un gran ejemplo en 2018, cuando un hombre inimputable sin capacidad mental, Adelio Bispo, acuchilló en el estómago al entonces candidato a presidente Jair Bolsonaro, en una acción que lo sacó de los debates y le agregó una conmoción nacional que le rindió votos que no tenía antes de sufrir el atentado.

Desde el inicio de 2020, por cuestiones vinculadas a la política barrial y municipal han muerto 83 personas y 170 resultaron heridas, según un informe del Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía.

De ellos, al menos 10 eran candidatos a intendente en alguno de los 5570 municipios de Brasil.

«Se ha tranformado todo en algo de disputa personal sin espacio para la contraposición. Cualquier idea se transforma en caballo de batalla y esto nos lleva al drama, incluso con agresión física y asesinatos». JORGE MIZAEL, CIENTISTA POLÍTICO

«Se ha tranformado todo en algo de disputa personal sin espacio para la contraposición. Cualquier idea se transforma en caballo de batalla y esto nos lleva al drama, incluso con agresión física y asesinatos», dijo el cientista político Jorge Mizael, de la Consultora Metapolítica, al diario Correio Braziliense, de Brasilia.

Así como Bolsonaro hizo campaña exitosa apoyado en fake news comprobadas en las redes sociales en 2018, ahora políticos barriales vinculados a la solución de controversias fuera de los tribunales entienden a un meme como algo imperdonable.

«Hay un completo irrespeto por el otro, algo que desemboca en tragedia o preocupante es que gran parte de la población pretende vivir así, en una tendencia más real de lo que pensábamos que iba a ser», argumentó.

El accionar de los parapoliciales y de otros grupos criminales, como el Primer Comando de la Capital (paulista) o el Comando Rojo (carioca) también está vinculado a las campañas electorales.

La nueva legislación que prohíbe a empresas aportar a las campañas ha reducido el financiamiento legal y muchos candidatos de regiones dominadas por el crimen organizado apenas tienen al capanga del municipio como fuente de dinero para llegar a un cargo.

La Policía Federal desbarató esta semana una red de parapoliciales de Río de Janeiro que quería interferir en las elecciones, mientras que el PCC es sospechoso de impedir el ingreso de candidatos con los que no comulga en el estado de San Pablo, el más poblado y rico del país.

En el balneario paulista de Sao Vicente, la primera ciudad fundada por los portugueses en Brasil, ubicada al lado del puerto de Santos, el miércoles la periodista Solange Freitas, candidata a intendenta del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), sufrió un atentado por parte de sicarios.

Su automóvil fue blanco de 15 disparos y ella y sus asesores salieron ilesos porque el vehículo era blindado.

Los números de víctimas de la campaña electoral son difíciles de captar debido a que el tribunal electoral brasileño no considera estos delitos como parte del proceso y los considera dentro de la justicia común, con lo cual existe la llamada subnotificación.

Télam


El bolsonarismo a prueba este domingo con las elecciones municipales en Brasil

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, enfrentará su primera prueba de fuego en las urnas este domingo cuando se realicen las elecciones municipales en el país, los primeros comicios desde su victoria en las presidenciales de 2018 y los que son considerados como el “trampolín” para figuras políticas y partidos. No son elecciones de medio término como en Estados Unidos, pues no se juegan escaños en el Legislativo, pero las alcaldías sí juegan un papel importante para medir la popularidad de los aliados del mandatario, ver las alianzas y el crecimiento de las alternativas al actual gobierno.

“Las elecciones municipales son importantes porque dentro de dos años los alcaldes y concejales tendrán en sus manos la maquinaria política para elegir a los legisladores federales. Estas elecciones redefinirán los alcances del poder. Cuantos más ayuntamientos y concejales obtenga, más población controlará”, le dijo Carlos Melo, profesor de política de Insper en Sao Paulo al Financial Times.

Bolsonaro, sin partido político desde su salida del Partido Social Liberal en 2019, espera que su fuerza política se establezca en todo Brasil para consolidar sus alianzas y una base electoral que le permita abrirse paso a la carrera presidencial de 2022, en la que se jugará su reelección. Pero la popularidad de sus aliados se ha desinflado y el presidente tiene que ver mucho en ello, lo que no es un buen augurio para su movimiento.

Cada vez que Bolsonaro mostró apoyo a un candidato este comenzó a caer en las encuestas. Así sucedió con Marcelo Crivella y Celso Russomano, candidatos a las alcaldías de Río y de Sao Paulo respectivamente. No sucede lo mismo con los concejos, donde la extrema derecha del presidente ha visto un aumento en apoyos. Las victorias en los concejos le permitirían al mandatario ultraderechista formar un ejército de concejales que le permita incrementar su fuerza en zonas remotas de Brasil. Aún así, la pérdida de alcaldías para Bolsonaro podría causar daño a sus intenciones reeleccionistas.

Esta pérdida de popularidad de los aliados del presidente no significa que el país se haya reconciliado con la izquierda, pues las fuerzas progresistas también lucen fragmentadas y el Partido de los Trabajadores (PT) no ha recibido un gran respaldo: sus candidaturas no reciben ni el 10 % del apoyo. Ambos polos parecen estar recibiendo un castigo por una década convulsa en el país de la cual son responsables. Además, una de las fallas de Bolsonaro ha sido consolidar el bolsonarismo.

“Bolsonaro a nivel nacional, siempre fue un político del denominado bajo clero, que no construyó carrera en ninguna estructura partidaria (ha pasado por 9 partidos) y nunca tuvo a su cargo ninguna responsabilidad ejecutiva. Conforme lo relatado en estos primeros meses de gobierno, el bolsonarismo se presenta, paradójicamente, como el punto más débil del Gobierno de Bolsonaro. Esta debilidad se expresa tanto en las rupturas y vaivenes internos al gobierno como en la exposición deslegitimadora en la esfera pública”, destacan Valentina Carranza Weihmüller y Leandro César Juárez, de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Argentina.

Las que han salido bien libradas y favorecidas de este castigo son las opciones de centro, las cuales marchan a la cabeza en las encuestas. El laborista y exministro Ciro Gomes, quien fue tercero en las elecciones de 2018, será el encargado de liderar a la centro izquierda compitiendo contra un inhabilitado Lula da Silva. Ha trazado una alianza entre su partido, el Partido Democrático Laborista, y el Partido Socialista Brasileño, que gobierna en Pernambuco y Paraíba, con el fin de vencer con “los valores que los demócratas usaron para enfrentar a Donald Trump en Estados Unidos”.

“Se espera un crecimiento de la centroderecha tradicional y de una nueva coalición de centroizquierda”, le dijo a Télam el cientista político Vinicius Rodrigues Vieira al portal Telam en Argentina.

Candidatos salpicados por corrupción, los favoritos a vencer

Los candidatos favoritos a la alcaldía de Río de Janeiro están salpicados por escándalos de corrupción, pero eso parece no molestar a la mayoría del electorado de una ciudad brasileña acostumbrada a escándalos por desvíos y a gobernadores encarcelados.

El exalcalde Eduardo Paes, que lidera los sondeos de intención de voto para alcalde de Río con el 33 % del favoritismo; el actual alcalde y obispo evangélico Marcelo Crivella, que lo escolta con el 15 %, y la excomisaria de Policía Marta Rocha, tercera favorita con 14 % y que busca pasar a una segunda vuelta, enfrentan juicios o sindicaciones por corrupción (los dos primeros) o han sido implicados en escándalos (la tercera).

Paes, candidato por el partido derechista Demócratas y que fue alcalde de Río entre 2009 y 2016, está imputado en un proceso por corrupción pasiva y lavado de dinero, acusado de haber recibido de Odebrecht donaciones ilegales para sus campañas electorales por 10,8 millones de reales (unos 2 millones de dólares) a cambio de favorecer a la constructora en contratos públicos.

El líder de las encuestas también es investigado por su responsabilidad en fraudes en licitaciones públicas para la construcción de instalaciones que Río usó en los Juegos Olímpicos de 2016 y en una red de pago de sobornos para la concesión de la construcción de la Linha Amarela, una importante vía de la ciudad.

Crivella, del partido derechista Republicanos, fue imputado en un proceso por abuso de poder político por el uso de medios de la alcaldía para favorecer campañas de sus aliados políticos, principalmente otros líderes religiosos, y también fue acusado de haber montado un “cuartel general de sobornos” en la alcaldía, un caso por el que llegó a ser sometido a un juicio político con fines de destitución que sorteó gracias al apoyo que tiene en el Concejo.

Rocha, una diputada regional por el izquierdista Partido Democrático Laborista (PDT), comenzó a ser blanco de pesadas acusaciones desde que su desempeño en las encuestas mostró que puede ir a una segunda vuelta y derrotar a Paes.

Sus rivales no se cansan de recordar sus supuestos vínculos con “bicheiros” (banqueros del juego ilegal) cuando era comisaria de Policía y una denuncia aún en investigación de que recibió donaciones ilegales para una de sus campañas electorales.

Pese a que Brasil cuenta con una ley de “ficha limpia” para frenar la candidatura de corruptos, la legislación tan sólo se aplica para los que ya han sido condenados y en segunda instancia.

Pero no es la única particularidad en estas elecciones. La candidata Regina Bento Sequeira adoptó nombres de heroína para obtener “superpoderes en las urnas”. Fracasó ocho veces. Ahora, en su novena participación electoral en Brasil, se hace llamar Capitana Cloroquina, en una estrategia para atraer votantes tan controvertida como ese medicamento contra el COVID-19.

A pocos días para las elecciones municipales del 15 de noviembre, Regina, una abogada de 59 años, ya se sabe perdedora. “¿Usted es bromista?”, pregunta entre risas. “¿Quiénes van a ganar? ¡Los mismos!”, dice a la AFP desde su casa en Barra da Tijuca, un barrio en el oeste de Rio de Janeiro, donde se presenta al cargo de concejala.

Con pocos recursos para su campaña y sin apoyo de maquinarias partidistas, Regina es una de las tantas candidatas en Brasil que opta por un apodo o un personaje estrambótico para pescar votos en los comicios de este país continental y desigual.

“Desde que soy candidata, en 2004, siempre busco llamar la atención, porque es la única forma de tener visibilidad debido a que no tengo trabajo político, no tengo apoyo, no tengo dinero. Por eso escogí este camino”, afirma la aspirante.

Punk Libertario, Aspirina, Corinthians, Gremio, Superman, Batman, la Mujer Maravilla, Flamengo, Bin Laden, Trump u Obama también competirán el domingo contra otros 576.000 candidatos por las 58.208 vacantes de concejal y las 5.568 alcaldías del mayor país de Sudamérica.

Antes, Rayo Paralizador, Boca abierta, Bola de harina, Perro, Estrella que brilla, El hombre araña o Llegó papá ya hicieron lo mismo.

La politóloga de la Universidad Federal de Minas Gerais, Natália Aguiar, explica que “debido al elevado número de candidaturas, los candidatos buscan usar nombres que se destaquen”.

“El fenómeno de los nombres irreverentes podría verse como un síntoma de la sobrevaloración de los candidatos a expensas de las políticas de partido, favoreciendo así la personalización de la política”, agrega.

El Espectador


Informe preelectoral de las municipales en Brasil – Por Copppal

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Com quase 6 milhões de casos de Covid, Brasil ultrapassa neste sábado 165 mil mortos

O novo levantamento da situação da pandemia de coronavírus no Brasil divulgado nesta sexta-feira (13) à noite mostra que a média móvel do número de casos volta a subir. O total de casos se aproxima dos 6 milhões e o de óbitos ultrapassa neste sábado os 165 mil .

O país registrou 523 mortes pela Covid-19 nas últimas 24 horas, chegando ao total de 164.855 óbitos desde o começo da pandemia. Com isso, a média móvel de mortes no Brasil nos últimos 7 dias foi de 403. A variação foi de -5% em comparação à média de 14 dias atrás, indicando tendência de estabilidade nas mortes por Covid. Após 12 dias seguidos em queda, o país volta ao índice estável, quando não há baixa ou aumento significativo nas mortes por Covid, informa o G1.

Em casos confirmados, desde o começo da pandemia 5.811.699 brasileiros já tiveram ou têm o novo coronavírus, com 29.052 desses confirmados no último dia. A média móvel nos últimos 7 dias foi de 25.599 novos diagnósticos por dia, uma variação de +17% em relação aos casos registrados em duas semanas. Ou seja, indica tendência de alta em relação aos últimos 14 dias. Esse índice não apresentava tendência de alta desde 30 de outubro.

A região da Grande SP volta a ter mais registros de internações em novembro. A média móvel de novas internações por Covid-19 na Grande São Paulo nesta sexta-feira (13) é maior em novembro do que em outubro. Em meados do mês passado, São Paulo chegou ao menor nível da série histórica, iniciada em abril, com 499 internações diárias em 17 e 18 de outubro, e agora, em novembro, o número voltou a subir.

O índice atual é de 596 internações por dia, entre casos suspeitos e confirmados nos sistemas público e privado.

Médicos de 14 hospitais privados da capital também apontam crescimento no número de internações por Covid-19 neste segmento, e alertam que a tendência pode se alastrar para a rede pública.

O G1 reporta também que na sexta-feira, o Hospital Albert Einstein, na Zona Sul de São Paulo, afirmou que o número de internações subiu nos últimos dias.

Brasil 247


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