Que los árboles no nos impidan ver el bosque – Por Roberto Regalado

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Roberto Regalado *

Dice un refrán que los árboles impiden ver el bosque. Esto le sucede a una parte de la izquierda y el progresismo latinoamericanos. Tienen ante sí árboles de tal altura y anchura que parecería necesario ser “el gigante de las siete leguas” para circunvalarlos o para empinarse sobre sus copas, y solo así se podría ver todo el bosque del cual forman parte.

Tres de los árboles que más se ven y de los que más se habla, son “la guerra mediática, la guerra jurídica y las estrategias desestabilizadoras” simbolizadas por el libro Cómo librar la lucha no violenta, de Gene Sharp. Es cierto que son los instrumentos más efectivos que los poderes fácticos del capital utilizan para cerrar los espacios democráticos conquista-dos por los pueblos latinoamericanos en décadas recientes.

Asistimos a la puesta en escena de una parodia extrema de la obra Patas arriba: la escuela del mundo al revés, de Eduardo Galeano, en la que Bolsonaro, Macri o Moreno son “demócratas”, y Lula, Cristina o Correa son “delincuentes”. Esto es más que suficiente para fundamentar la necesidad de estudiar, denunciar y encontrar la forma de derrotar a la guerra mediática, la guerra jurídica y demás estrategias desestabilizadoras.

Todo ello es imprescindible, pero insuficiente: ese caudal de conocimientos necesita volcarse en un enfoque integral que abarque los tres elementos que conforman “el bosque”:

1. El empleo de los nuevos medios tecnológicos para desacreditar, desestabilizar y derrotar o derrocar a los gobiernos de izquierda y progresistas debe colocarse en una perspectiva histórica: es una de las principales formas en que los poderes fácticos del capital cumplen en la actualidad su función primaria, histórica, de atacar, des-acreditar e intentar destruir a las fuerzas sociales y políticas que amenazan sus intereses.

No había Internet ni Big Data para utilizarlos contra la Revolución de Octubre en 1917, ni contra Jacobo Árbenz en Guatemala en 1954, Juan Bosch en República Dominicana en 1963 o Salvador Allende en Chile en 1973.

2. La estrategia de descredito y desestabilización es una de las dos causas fundamenta-les de las derrotas electorales y los derrocamientos ocurridos en ocho de los países latinoamericanos donde fuerzas de izquierda y progresistas fueron electas al gobierno, y del asedio que sufren en tres de ellos.

La otra radica en las insuficiencias y los errores propios de esas fuerzas —programáticos, estratégicos, tácticos y/o coyunturales—, sobre todo por los flancos débiles que tales insuficiencias y errores le abren a la desestabilización, cuya mejor “carta de triunfo” es sacar provecho a esas vulnerabilidades, en especial, si son “verdades negativas” o actos que sirvan de base para fabricar “medias verdades” lesivas a valores y principios éticos y políticos de las fuerzas populares.

3. Si bien el análisis autocrítico de las deficiencias y errores de las fuerzas políticas de izquierda y progresistas debe ser riguroso, también requiere ponderación, pues no son solo atribuibles a concepciones y acciones de los liderazgos y/o las militancias actuales, sino también expresión de que la humanidad aún no ha encontrado las claves de su emancipación, y ello obliga a recurrir a ejercicios de prueba y error como los que América Latina se vienen realizando.

Aunque no todas y todos tengamos conciencia de ello, las fuerzas sociales y políticas de izquierda y progresistas, incluidas las que hoy gobiernan, las que gobernaron y se proponen volver a hacerlo, y las que aspiran a ejercer el gobierno por primera vez, luchan en un terreno donde el éxito presupone la aún irrealizada “creación heroica” a la que nos convocó Mariátegui, repensada en función de las necesidades y aspiraciones del sujeto social popular de nuestros días.

* Politólogo cubano, Doctor en Ciencias Filosóficas y Licenciado en Periodismo


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